Tal como anunció públicamente y en un encuentro privado realizado anoche en la Quinta de Olivos con el presidente Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta interpuso un reclamo ante la Corte Suprema para que se declare inconstitucional la poda de fondos dispuesta por el gobierno nacional.
El escrito -al que accedió Infobae- tiene 97 páginas, está firmado por María Cristina Cuello y Gabriel Astarloa, representantes de la Procuración de la Ciudad, y califica el recorte en la coparticipación como “inconstitucional, improvisado e intempestivo”.
Fuentes judiciales informaron que la presentación fue realizada a las 10:25 en la mesa general de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y se tramitará en el expediente digital Nº CSJ 001141/2020.
Los abogados del gobierno porteño pidieron que los miembros del máximo tribunal restablezcan “en forma inmediata” el derecho de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a percibir el 3,50% de coparticipación, vigente hasta el 10 de septiembre pasado. Ese día, el presidente Alberto Fernández dispuso recortar los ingresos de la Capital Federal y cederlos a la provincia de Buenos Aires para financiar el aumento salarial otorgado a la Policía, que la semana pasada realizó protestas y puso en jaque la seguridad ciudadana.
El petitorio incluye otros tres puntos: que se declare la nulidad e inconstitucionalidad del decreto presidencial que ordenó la poda; recomponga la integralidad de los fondos del Tesoro Local que deben ingresar a la Ciudad de Buenos Aires; y como medida cautelar, que se ordene la inmediata suspensión de la aplicación de la norma que significó una reducción en el goteo diario de recursos que el Poder Ejecutivo Nacional realiza en las arcas porteñas.
En otros términos, el recurso pretende que se suspenda el recorte de coparticipación hasta tanto la Corte analice la cuestión de fondo y resuelva -según la interpretación de los abogados de la Ciudad- la inconstitucionalidad de la medida.
“Las sumas que han comenzado a dejarse de percibir desde el pasado 10 de septiembre por la decisión unilateral e intempestiva del Poder Ejecutivo Nacional ya están incorporadas como recursos corrientes en el presupuesto de gastos para el presente ejercicio 2020 que se encuentra en plena ejecución. Esta ostensible disminución de ingresos, que sólo durante los primeros cinco días hábiles de vigencia del decreto significó una detracción de la suma de $862.140.379, afecta los cometidos constitucionales básicos y la gestión y funcionamiento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, como así también la esfera prestacional de derechos fundamentales, máxime en la actual situación de emergencia pública en materia sanitaria declarada por el artículo 1° de la Ley N° 27.541 y su ampliación respecto de las medidas a adoptar con relación al coronavirus COVID-19 (Decreto PEN 260/2020 y ley 6301 de la Ciudad de Buenos Aires)”, precisaron los letrados porteños en el escrito.
La movida judicial de la administración de Rodríguez Larreta formaliza la tensión política con la Casa Rosada pese a que sus funcionarios se seguirán reuniendo para coordinar políticas comunes, como sucedió ayer en el marco de la pandemia por coronavirus. De hecho, ayer el jefe de Gobierno y el Presidente se vieron las caras.
A solas, una vez que Axel Kicillof abandonó la reunión y después de acordar la continuidad de las medidas destinadas a combatir la crisis sanitaria, Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta quedaron cara a cara. Sin testigos. Los colaboradores de ambos dijeron después que el encuentro había sido “respetuoso”. Y que el jefe de Gobierno aprovechó esos minutos de soledad para avisarle que a primera hora de este viernes entraría en la Corte Suprema la cautelar y el reclamo de inconstitucionalidad por el decreto de hace una semana en el que el Gobierno recortó en 1,18% la coparticipación de la Ciudad. Dos minutos antes de ese anuncio, Fernández le había avisado en un mensaje de la decisión que estaba a punto de celebrar. Rodríguez Larreta nunca le contestó el WhatsApp. No habían vuelto a hablar hasta anoche.
A Rodríguez Larreta lo invade una sensación extraña. Los drásticos recortes en la coparticipación impactan de lleno en las finanzas de la Ciudad y archivan algunos de los planes de gestión en carpeta en los que el jefe de Gobierno pretendía avanzar para publicitar su proyecto presidencial.
Pero las encuestas que desmenuzó esta semana le sacaron una sonrisa. Según su entorno, encabeza la mayoría de ellas y el nivel de conocimiento entre la población está mucho más arriba de lo que hubiera imaginado a esta altura de la gestión.
“Cuando el enemigo se equivoca no hay que hacer nada”, subrayó en privado días atrás en una adaptación de una de las célebres frases de Napoleón.