“Un policía motivado ni piensa cuánto va a cobrar a fin de mes, se engancha en su trabajo y sigue adelante”, dijo Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal en tiempos de que el ministerio de Seguridad estaba a cargo de Patricia Bullrich. El policía que se retiró cuando llegó el Frente de Todos al Gobierno hizo ese comentario en la presentación del libro Una gestión con corazón e ideas. La doctrina de seguridad que abrazaron los argentinos, realizado vía zoom por el Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad y la Fundación Friedrich Naumann, que detalla la gestión de la ex Ministra y su equipo.
Roncaglia contó que “cada fuerza de seguridad competía a ver quién trabajaba más”. Y repitió una anécdota que ya había trascendido, cuando le mandó un mensaje a las 4 de la mañana para que Bullrich lea cuando se levantara: “A las 4.17 me estaba me estaba contestando con un ¡Qué pasa Roncaglia! Yo no podía creer que una Ministra le responda a esa hora un mensaje a un policía, para mí era algo impensado”.
El ex jefe de la Federal aseguró que “los cuatro jefes de las fuerzas de seguridad nos sentimos empoderados. Nuestra obligación es acompañar la gestión política, pero el jefe tiene que estar empoderado. No nos dieron aumento de sueldo. Nos daban las obligaciones y nos mostraron que nuestros efectivos iban a estar protegidos y trabajamos". “Todavía se me pone la piel de gallina cuando dos policías que fueron heridos en un operativo fueron inmediatamente trasladados contra viento y marea para lograr cuidarlos”, manifestó.
Roncaglia agregó: "Todos nos extrañan, es lo que me dicen en todos lados. Y simplemente hicimos lo que teníamos que hacer. Acompañar a la gente, a la víctima, y los delincuentes presos. No hay otro secreto. El policía tiene que trabajar, y otros se tienen que ocupar de sus sueldos”.
La ex ministra destacó: "Hubo muchos momentos donde reconocimos la buena tarea. A veces la gente no sabe el esfuerzo que significa para las fuerzas realizar su tarea, el desgaste físico y emocional al que están sometidos. A veces tenías hasta 15 días un equipo en medio del monte, cuerpo a tierra. La trama del delito complejo, trabajar contra el narcotráfico, son cosas muy delicadas, hay amenazas a tu familia, hay uso de chicos para cometer los delitos, el desgaste es enorme. Por eso buscamos hacerles sentir que reconocíamos el esfuerzo. Un día trascendió una foto de dos policías saludándome con respeto, pero a mí todos los días me pasa, como reconociendo la autoridad en nuestra tarea”.
El secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, recordó que “conseguimos la baja del delito en un contexto social complejo”. Y destacó que “la principal víctima del delito son los más humildes, son utilizados por las bandas organizadas. Por eso, atacar las bandas organizadas tiene implicancias positivas para los más vulnerables. Decir que atacar el delito es estigmatizar la pobreza es un error ideológico grave”.
El ex funcionario dijo que en 2019 la tasa de homicidios fue de 5.1% por cien mil habitantes, la segunda más baja de América Latina. “Es el resultado de una política, porque lo hicimos en un momento social complejo. No hay que excusarse en la desigualdad, la pobreza, la inflación. El ministerio de seguridad puede llevar adelante una política al respecto, que habrá otros que se ocuparán de lo restante”.
En la presentación hablaron también otros ex funcionarios del Ministerio de Seguridad, como el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, el secretario de relaciones judiciales, Gerardo Cané y el responsable de la Unidad de Coordinación General, Pablo Noceti, entre otros.
Noceti recordó que no había estadísticas criminales cuando llegaron al Ministerio y que puso el foco en una política exitosa que llevaron adelante. “Muchos países tienen muchos delitos, pero muy pocos tienen secuestros. Cuando nosotros llegamos en el 2015 logramos registrar 294 secuestros ese año, una cifra que fuimos bajando año a año hasta llegar a 44 secuestros en el 2019″, detalló.
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