La dura pelea interna de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) en La Plata sumó otro capítulo esta mañana: trabajadores que se definen como “autoconvocados” bloquearon las entradas de la planta de YPF y de la central termoeléctrica de Ensenada en protesta por “las extorsiones y los aprietes” de activistas que responden a Juan Pablo “Pata” Medina, el ex titular de la seccional del gremio en la capital bonaerense que está cumpliendo prisión domiciliaria en una causa en la que está acusado de asociación ilícita, extorsión reiterada y coacción agravada.
“Nosotros somos trabajadores y realizamos nuestra tarea en forma normal. Hicimos esto para explicar nuestra situación antes de ingresar a nuestros trabajos”, dijeron a los medios.
Por eso la Seccional La Plata de la UOCRA, actualmente intervenida por la Justicia, pidió a las autoridades de YPF y a la policía bonaerense garantías de seguridad para que los trabajadores puedan concurrir normalmente a cumplir sus tareas “sin amenazas ni aprietes”.
Fuentes de la UOCRA admitieron que los trabajadores que hicieron la protesta responden al interventor de la Seccional La Plata del sindicato, Carlos Vergara, alineado con el secretario general del gremio a nivel nacional, Gerardo Martínez, enfrentado con “Pata” Medina.
El 8 de mayo pasado, un grupo de desconocidos efectuó disparos contra la casa de uno de los colaboradores de Vergara y en la zona fue arrojada una campera con la leyenda “Para Medina conducción”. En 2019 también fue baleada la puerta de la Seccional La Plata de la UOCRA.
La semana pasada, en medio de la tensión por el conflicto salarial entre la Policía y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, un grupo de militantes que responden a Medina realizaron una caravana por La Plata durante la cual, con actitud amenazante, se cruzaron en horas de la madrugada con efectivos de seguridad que estaban protestando, pero la situación no derivó en incidentes.
Eran miembros del sindicato del barrio de Villa Elvira y del municipio lindante de Ensenada que responden a uno de los hijos de “Pata” Medina, Cristian, conocido como “El Puli”, quien también está cumpliendo prisión domiciliaria.
En septiembre de 2019, las inmediaciones del acceso a la planta de YPF en Ensenada había sido el escenario de otro episodio de violencia en el que se enfrentaron activistas de Medina, encabezados por su nieto, Brian, y trabajadores de la constructora AESA, y que incluyó agresiones contra la policía por parte de los militantes del ex líder sindical, que protestaban contra la intervención del gremio.
La destilería y la central termoeléctrica de YPF en Ensenada son dos de los bastiones tradicionales de Medina, que manejó la seccional La Plata de la UOCRA durante 20 años y estuvo involucrado en episodios de violencia y en acusaciones de prácticas extorsivas, que derivaron en su procesamiento y detención en octubre de 2017 por asociación ilícita, extorsión reiterada y coacción agravada.
Junto con él también fueron procesados Cristian, el hijo de Medina; al empresario Horacio Homs (de Abril Catering y supuesto testaferro) y a David Emiliano García, hermano de la esposa del gremialista.
Las pruebas por las cuales fue procesado Medina consistieron en la presión a las obras constructoras donde éste disponía quiénes trabajaban y elegía qué empresas operaban. Se lo vinculó hace tres años con la paralización de más de 600 obras pidiendo mejores salarios, como la Autopista a Buenos Aires, el Policlínico de La Plata, el Estadio Único, que son obras públicas, pero también del sector privado como el Hipermercado Niní y el Colegio de Abogados.
El 6 de septiembre de 2017, la fiscal federal de Quilmes, Silvia Cavallo, denunció por extorsión a Medina, y pidió al juez federal de esa ciudad, Luis Armella, una serie de pruebas sobre un tiroteo y presiones de Medina que obligaron al retraso de las obras de la estación Pereyra del Ferrocarril Roca.
Cuando María Eugenia Vidal era gobernadora se pusieron en la mira las “prácticas mafiosas” en la seccional UOCRA La Plata. Según explicaban en el Ejecutivo provincial, estas prácticas comenzaron en la destilería de YPF con las grandes obras allí y en las grandes obras públicas en La Plata, Ensenada y Berisso. Luego, esto pasó al sector privado para obras de todo tipo. Esto implica que los sobrecostos en la construcción ascendían en 2017 aproximadamente al 40 por ciento.
Los investigadores judiciales y peritos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) que investigaron el patrimonio de Medina, estimaron que entre sus 40 propiedades inmuebles y las de la empresa Abril Catering su fortuna ascendía, como mínimo, a 11.386.666 dólares.
Cuando se detuvo al polémico sindicalista fueron secuestrados 109 vehículos, entre los cuales había una lujosa Ferrari 458, valuada en más de 500.000 dólares, además de un avión Beechcraft Baron 58, valuado en 1.000.000 de dólares y un helicóptero Robinson R44 Raven II, tasado en 400.000 dólares. También dos embarcaciones semirrígidas, cuatro cuatriciclos y dos motos de agua.
Uno de los episodios de violencia más resonantes de los que participó “Pata” Medina fue el tiroteo entre trabajadores de la construcción y camioneros que se produjo del 17 de octubre de 2006 durante una marcha sindical que acompañó el traslado de los restos de Juan Domingo Perón a San Vicente.
En 2013, durante la inundación de La Plata que dejó 89 muertos, una patota que respondía a Medina golpeó a militantes de La Cámpora que se habían acercado a ayudar.
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