La toma en Guernica, Presidente Perón, es una de las más grandes del país. Hay cerca de 2.500 familias y las casillas están construidas en un predio que tiene cerca de 100 hectáreas. El último martes la Justicia ordenó su desalojo pero no puso ni fecha ni hora para que se lleve adelante. En esa toma hay vecinos que pertenecen a algunos movimientos sociales. Un caso es el del Polo Obrero, uno de las organizaciones más críticas del gobierno de Alberto Fernández.
Esta semana sus integrantes hicieron un video mostrando y contando cómo es la toma por dentro. Las familias que viven, la forma en que lo hacen, las condiciones que enfrentan, sus historias de vida y la precariedad que tiene la toma. “Hace un mes no podía pagar más el alquiler y me sumé a la toma”, dijouno de los vecinos. “Me quedé sin trabajo cuando empezó la cuarentena. Trabajaba en una parrilla”, dijo otro. Hay múltiples historias.
Según estima el propio movimiento social, en la toma hay cerca de 10.000 personas. “Pedimos a la Justicia que esté del lado de la gente”, advirtió uno de los hombres que se construyó un pequeño refugio en uno de los lotes. La mayoría de los que están son mayores de edad, pero también algunas madres van con sus hijos. Al menos, durante el día. Después los llevan a dormir a casas de otros vecinos o familiares.
Los vecinos dicen que tienen miedo al desalojo y piden un plan de pago para poder quedarse con las tierras en forma legal. Tanto el gobierno nacional como el provincial repudiaron la toma de tierras y dijeron que es ilegal. La misma línea siguieron los intendentes del conurbano, que están preocupados porque la situación se grava en la zona más poblada de la provincia de Buenos Aires.
“Las ocupaciones de tierras es el tema central en la agenda política y social del país. Miles de familias se ven obligadas a este recurso desesperado porque ya no les queda nada”, indicó el Polo Obrero en un comunicado. La organización es liderada por Eduardo Belliboni.
También resaltaron que “el presidente, los ministros de seguridad nacional y provinciales, los gobernadores y dirigentes del gobierno y la oposición no se cansan de señalar como delincuentes a estos trabajadores excluidos de toda posibilidad de subsistencia”.
En la organización social social sostienen que le crecimiento de la inflación, la desocupación y el peso del alquiler sobre los salarios agravaron la situación. Además, de la crisis económica y la pandemia, que según consideraron, complicó aún más el escenario.
En los terrenos hay casillas construidas con chapas, piedras, bolsas, maderas, ladrillos y palos. Algunos vecinos intentan hacer llegar la luz y ayudan a otros a que esos pequeños refugios se mantengan en pie. Movimientos que se hacen sin policía a la vista y con los intendentes buscando encontrar una salida para que no avancen las usurpaciones.
El último martes la Cámara de La Plata resolvió ordenar el desalojo de la toma que miles de vecinos realizaron en tierras de Guernica. Se ordenó “el allanamiento para efectivizar el lanzamiento peticionado por el Ministerio Público Fiscal a los fines de hacer cesar los efectos del presunto delito que se estaría cometiendo”, indica la resolución.
Según sostienen, “el desalojo colectivo deberá ejecutarse en fecha a determinar y deberá ser en horario diurno y no pudiendo instrumentarse en condiciones climáticas adversas”. Además, los jueces informan que “para la diligencia a llevarse a cabo, se podrá otorgar la facultad al señor Agente Fiscal de recurrir al auxilio de la fuerza pública -de ser necesario- la cual deberá ejecutar el presente con el mayor cuidado de la integridad de las personas que ocupen el predio y de los bienes que allí se hallaren”.
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