El Gobierno avanzó en el análisis en detalle del proyecto de presupuesto 2021 cuyo eje central estará enfocado en el desarrollo productivo, la creación de empleos y un déficit fiscal proyectado del 4,5% para el año que viene.
“El presupuesto 2021 tendrá que estar anclado en el desarrollo productivo porque es la única manera de generar valor agregado, generar divisas y generar empleo”, expresó a Infobae un funcionario de la jefatura de Gabinete que lidera Santiago Cafiero, al concluir este mediodía un encuentro en el que participaron la vice jefa de Gabinete, Cecilia Todesca; el secretario de Hacienda, Raúl Rigo y la jefa de Gabinete de Martín Guzmán, Melina Mallamace.
En medio de mucho hermetismo para evitar la filtración de datos y durante una reunión de más de dos horas, los funcionarios del equipo de Guzmán y Cafiero evaluaron los puntos centrales que tendrá el proyecto que el Gobierno enviará el martes que viene al Congreso para su tratamiento.
Pero el debate fino de números y proyecciones para el año que viene se terminará de pulir mañana en una reunión del gabinete económico ampliado y el fin de semana el presidente Alberto Fernández le dará el visto bueno a todo el proyecto.
Hasta ahora no trascendió mucho de los detalles de proyección que tendrá el presupuesto 2021 más allá de lo que dijo Guzmán en relación a un déficit fiscal previsto en el 4,5% del PBI. Este es un dato alentador si se tiene en cuenta que este año el déficit terminará en más del 7%.
En el Gobierno evalúan en términos optimistas que en la post pandemia la economía se va recuperar más rápido que lo previsto porque la Argentina podrá ofrecer un amplio menú de exportaciones de alimentos necesarias para un mundo en el que hay faltante de commodities.
También en la Casa Rosada evaluaban que el presupuesto del año que viene no estará limitado por una fuerte impronta del gasto ya que, confían, con la post pandemia el Estado no se desgranará en programas de ayuda social como el IFE a las ATP que hasta ahora se vienen entregando mensualmente para compensar la parálisis de la economía. Estos gastos al igual que los aumentos en la AUH y otros programas sociales ya se consumieron más de un 6,5% del PBI en lo que va del año.
A la vez, el Gobierno quiere enviar a tiempo al Congreso el proyecto de presupuesto para dar un gesto de certeza ante el mundo financiero y ofrecer una buena señal a los mercados en medio de las negociaciones por la deuda con el FMI. Es que durante este año Alberto Fernández no contó con una ley de presupuesto y sólo fue prorrogando por la vía de decretos el presupuesto 2019.
Por el momento, las proyecciones finas de tasa de crecimiento, inflación, tipo de cambio o niveles de recaudación esperados se mantienen bajo siete llaves.
Sólo trascendió después de la reunión de hoy en la Jefatura de Gabinete que el proyecto de presupuesto 2021 para la post pandemia tendrá una “fuerte impronta federal y peronista” alejado del esquema “especulativo financiero” del macrismo.
Anoche, un funcionario allegado al jefe de Gabinete definió ante Infobae que el presupuesto 2021 que Alberto Fernández mandará a la Cámara de Diputados estará “afianzado en el desarrollo de la producción nacional y el empleo”. También se tratará de un proyecto que fomente las exportaciones reduciendo drásticamente las importaciones de bienes y servicios para generar divisas.
En tanto, desde el Ministerio de Economía coincidieron en que estará enfocado en las políticas de género, la obra pública, la ciencia y las pautas de gasto fiscal acordes con un esquema que no implique ajustar en las provincias.
Al sostener que el eje central estará puesto en la producción, desde la Casa Rosada sostienen que se buscará apuntalar el empleo y el sustento a las pymes en un año donde la Argentina deberá salir de la profunda crisis en la que se encuentra sumergido el país por la pandemia del COVID-19.
A la vez, la idea del Gobierno es apuntalar el presupuesto para que en el caso de las políticas sociales se marche hacia un esquema más productivo con generación de empleo genuino y una fuerte inyección de fondos en programas destinados a cooperativistas y emprendedores con créditos blandos de acceso a herramientas e insumos para proyectos productivos.
En el mensaje que el Gobierno giró en junio pasado al Congreso como anticipo del presupuesto no preveía aun la profundización de la debacle económica que se está dando en todo el país por la cuarentena y parálisis de actividades que se registró luego de más de 170 días de aislamiento social.
De hecho, en el informe que se emitió en junio como lineamientos preliminares del presupuesto el Gobierno decía que “las medidas concomitantes en materia de estímulo del crédito para las empresas y las familias ascienden al 2,1% del PBI. En conjunto, el Estado ha volcado recursos directos e indirectos a la economía por cerca de $1,4 billones, equivalentes al 5% del PBI”.
De todas maneras, no son pocos los funcionarios del Gobierno que admiten que el proyecto de presupuesto 2021 no será nada auspicioso y contemplará números muy negativos para la economía. De hecho, el FMI pronosticó una caída del 9,9% para la economía argentina del año que viene.
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