—Pero específicamente qué es. Precisame qué es lo que pedís vos.
—El tema es que no lleguemos al punto... Llevarlo un poco lento, tirarlo abajo, volverlo a donde tiene que estar, que manejes la intensidad, que vuelva a instrucción. Más que nada despegártelo del tema como para que siga picando bajo porque en la medida en que pique arriba ya nos va a llegar a nosotros en algún momento. Y nos va a llegar sin lugar a duda cualquiera sea la resolución. Y no llegar a un punto de no retorno en ese aspecto.
La charla es entre el juez penal de Tucumán Enrique Pedicone y el integrante de la Corte Suprema de Justicia de la provincia Daniel Levia. Lo que Leiva le pide a Pedicone “llevarlo un poco lento”, “que manejes la intensidad”, es una causa por presunto abuso sexual contra el legislador Ricardo Bussi, aliado del gobierno de la provincia de Juan Manzur e hijo del fallecido genocida y ex gobernador de la provincia Antonio Domingo Bussi. Leiva dice que habla en nombre de Manzur y del vicegobernador Osvaldo Jaldo. Pedicone grabó la charla que presentó como prueba en la denuncia penal que hizo contra Leiva por tráfico de influencias, coacción y violación a los deberes de funcionario público.
Infobae contó la semana pasada la denuncia contra el juez del máximo tribunal de Tucumán y hoy publica los audios que constan en la denuncia penal.
La charla entre los jueces fueron dos y ocurrieron el 28 de junio pasado. Fue antes de una audiencia que Pedicone, como juez de la Cámara Penal de Tucumán, realizó en la causa contra Bussi. Puntualmente una audiencia para tratar el pedido de la defensa del legislador para que le permitan acceder al expediente en su contra que el juez de primera instancia –Raúl Cardozo– le negaba.
La primera conversación que Pedicone graba es para devolverle un llamado a Leiva. En esa charla, coordinan el encuentro personal en un bar.
–Necesito justamente hablar un minutito con vos antes de las 10.
—¿Antes de la audiencia? ¿Es por la audiencia?
—Antes de las 10. Necesito hablar un segundito, de pasada, con vos. Yo no estoy ahora en mi oficina, voy a estar en 10 minutos ahí por la zona. En el estribo nomás, como para que charlemos dos minutos.
—Bueno, sí, sí, por supuesto, Dani.
Los jueces coordinan reunirse en el bar Ohana. Quedaron para las 9, una hora antes de la audiencia por el caso Bussi. Esa primera conversación el juez Pedicone la dejó asentada en un acta. En la denuncia que presentó, el juez relató que tras la charla fue a su casa, tomó un Ipod para grabar la segunda conversación y fue al bar. Lo que sigue es el registro de esa segunda charla.
—A ver, el tema es el siguiente, que es lo que dice Osvaldo (Nda: Oslvado Jaldo). Vos sabés la relación de odio y amor que tenemos con ese espacio (Nda: el bloque de Bussi en la Legislatura) que nos es funcional.
—Bueno, sí. Lo sabe todo el mundo.
—Lo sabe todo el mundo. El tema es el siguiente, lo que él dice es ’yo tengo que manejar en lo posible de mantenerla a este gente, toda esa cosa que anda dando vueltas (legisladores) lo que es ese grupo, tengo que mantenerla junta para que no se desmadre o se van con uno, se van con otro...’. Entonces qué es lo que dice: sin hacer macanas. Sacudirlo al tipo que tenga que sacudir, vos sabrás. Yo la verdad es que yo ni la entiendo a la causa, es una cosa que es entre chuparle el pingo y cuentas bancarias.
—Sí, sí, eso es. Abuso sexual.
—Sí, una cosa muy rara. El tema es que tenés que manejarlo con un equilibrio porque tenés todo aval, entonces de no llegar al punto de generar una situación que el tipo este (Nda: Bussi) pueda herir la imagen de la Cámara, porque ahí se nos arma el quilombo. Ver cómo se lo maneja. Habrá que ver qué es lo que tiene de cierto, qué es lo que tiene de mentira todo esto. Hasta capaz que hay un fuego amigo que se les ha ido de las manos, ojo. Entonces no que el pedido, porque la verdad que no te pueden pedir nada poniéndote en estos términos si vos querés corroborarlo esto de alguna manera con Osvaldo.
—No, no, si vos me decís que has hablado con Osvaldo, no tengo por qué dudarlo.
—Me ha llamado para eso y Juan (Nda: Manzur) también me dio, estuve hablando con él el otro día y me dio una cosa que tenemos que ser cuidadosos en lo posible de tratar de mantenernos juntos porque nosotros estamos con el espacio, yo hablo todavía como en primera persona.
—Vos hablás como si estuvieses ahí todavía.
—Claro, pero, bueno, así es el tema, amigo. El tema es que hay un interés en que no se llegue al punto de que generamos algún elemento que habilite que al tipo lo tengan que detonar de adentro de la Legislatura. La verdad que no sé qué es lo que se tiene que resolver en esta audiencia.
—Van a ser varias. Esta es la primera. Vos sabés que no podemos saber.
—¿En qué instancia llega a tus manos esto?
—Porque el juez de primera instancia, un tal Cardozo, que yo no conozco, pero lo viene.
—¿Cascoteado?
—Acorralando, digamos. Entonces él termina subiendo porque él entiende que hay algo raro. Pero la verdad que no lo conozco el expediente y ¿sabés de qué depende mucho, Dani? De lo que se diga hoy en la cancha. Acá esta todo bien, ahora ahí arriba, vos estás inspirado como defensor, estás inspirado como fiscal, y ahí arriba tenemos que hacer el equilibrio. Por eso notás que estoy ansioso. Además es una audiencia jodida porque aparece alguien.
—Prensa.
—Claro.
—Prensa, todo el foco, sin hacer pelotudeces, porque nadie te pide que te vayas a inmolarte.
—Pero específicamente qué es. Precisame qué es lo que pedís vos.
—El tema es que no lleguemos al punto... Llevarlo un poco lento, tirarlo abajo, volverlo a donde tiene que estar, que manejes la intensidad, que vuelva a instrucción, más que nada despegártelo del tema como para que siga picando bajo, porque en la medida en que pique arriba ya nos va a llegar a nosotros en algún momento (Corte). Y nos va a llegar sin lugar a duda cualquiera sea la resolución. Y no llegar a un punto de no retorno en ese aspecto.
La segunda charla también quedó asentada en el acta y el 1 de septiembre presentó la denuncia. Explicó que la hizo un mes después del hecho porque comenzó a regir un nuevo régimen penal en la provincia y ya no iba a intervenir más en la causa. Tras la audiencia, Pedicone hizo lugar al pedido de la defensa de Bussi y le permitió acceder al expediente y apartó al juez Cardozo.
Leiva llegó a la Corte Suprema de Justicia de Tucumán en febrero del año pasado. Fue a propuesta del gobernador Manzur, de quien fue funcionario. Leiva ocupó el cargo de fiscal de Estado, el organismo que nuclea a los abogados de la administración pública. Tanto el juez del máximo tribunal como Manzur y Jaldo rechazaron las acusaciones, señalaron que las conversaciones fueron editadas y que se trata de una revancha de Pedicone por una sanción que le aplicó por mayoría el máximo tribunal de la provincia.