En los últimos días, circuló en redes un texto propuesto por la última conducción de Montoneros -”tras treinta años desde la disolución de la organización”-, en ocasión de cumplirse este 7 de septiembre de 2020 “el cincuentenario de la muerte -en enfrentamiento con la policía del régimen dictatorial de aquel entonces- de los compañeros y Héroes de la Patria Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus”.
Se trata de dos de los fundadores de la organización armada. El mensaje propuesto para la adhesión de militantes y simpatizantes lleva la firma de los últimos jefes de Montoneros: Mario Eduardo Firmenich, Roberto Cirilo Perdía, Fernando Vaca Narvaja, Héctor Pardo y Polo Martínez Agüero.
Con el título “MURIERON PARA QUE LA PATRIA VIVA - 50 Aniversario del 7 de septiembre de 1970 - Día del Montonero”, el texto homenajea a “las compañeras y los compañeros que murieron luchando heroicamente contra la proscripción del movimiento popular y por construir una patria sin explotadores ni explotados, tal el norte prefigurado en la Revolución Inconclusa que se originó el 17 de octubre de 1945”.
“Millares de militantes han muerto a manos de las dictaduras militares y de la Triple A -dicen-. Todos ellos lucharon conscientemente por la Liberación Nacional y Social y contra la Dependencia. No fueron pobres víctimas inocentes ni jóvenes ingenuos manipulados, fueron militantes políticos en la guerra civil intermitente que la Argentina ha vivido desde 1955”.
Como se ve, la solicitada es reivindicativa y acrítica; incluso busca responder indirectamente a los cargos hechos a esa organización, entre otros, la lucha armada durante un gobierno democrático y legal, como el del peronismo del 73 al 76.
Los supérstites jefes montoneros, redactores del documento, se citan a sí mismos, recordando un pronunciamiento de la organización en julio de 1983, frente a la inminente apertura democrática: “... si los militantes del peronismo montonero han debido recurrir a la resistencia armada, no lo han hecho por voluntad militarista y menos aun terrorista, sino que ha obedecido al mandato constitucional que obliga a todos los habitantes a armarse en su defensa, así como por la legítima defensa propia ante el terrorismo de estado. En consecuencia, afirmamos y ratificamos, tanto en el pasado como para el futuro, nuestra vocación y voluntad política democrática”.
También recuerdan que, pese a su vocación por contribuir a que, “el próximo gobierno constitucional, sea cual fuere el partido vencedor en las elecciones (de 1983), inicie y concluya su período gubernativo pacíficamente y sin marginaciones ni proscripciones políticas para nadie”, Raúl Alfonsín “prefirió perseguirnos con la ‘teoría de los dos demonios’, a la que adhirieron casi todos los partidos, encubriendo sus complicidades con las dictaduras y con la Triple A”.
Es decir que, aunque no asumen responsabilidades, los jefes montoneros sí reparten críticas. “La clase política repitió sus errores de siempre”, afirman, en referencia a estos años de democracia.
Buscando mostrar amplitud, aclaran: “Nuestro pronunciamiento conjunto no implica que hoy estemos totalmente de acuerdo. Ninguno de nosotros renuncia ahora a la defensa de las posiciones políticas que sostuvo en su momento en desacuerdo con otros compañeros”.
También aclaran que no todos los firmantes fueron montoneros: “Algunos de los abajo firmantes hemos sido militantes de la organización Montoneros; otros, que por múltiples circunstancias no lo hemos sido, nos identificamos con esta conmemoración”.
“No estamos refundando la organización Montoneros”, especifican. “Estamos defendiendo solidariamente la dignidad histórica y la justicia de la resistencia a la violencia estatal y paraestatal con la que gobiernos militares y civiles reprimieron ilegal y anti democráticamente al movimiento popular”.
Pese a estas aclaraciones, los “abajo firmantes” son casi en su totalidad ex militantes de la extinta organización, aunque con diferente grado de compromiso.
Además de apellidos “históricos” de Montoneros, como Capuano Martínez, Haidar o Quieto, aparecen varios Firmenich, varios Vaca Narvaja -entre ellos, Camilo, el ex yerno de Cristina Fernández de Kirchner- y varios Martínez Agüero -apelido de la esposa de Firmenich.
Entre los firmantes, aparecen también el ex canciller kirchnerista Rafael Bielsa, el actor Norman Briski, que en los 70 debió exiliarse por su cercanía con Montoneros; el sindicalista y ex intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez; Carlos Kunkel, ex secretario general de la Presidencia en la gestión de Néstor Kirchner; Liliana Mazure, ex titular del Incaa; el ex marino y expresidente de Astilleros Río Santiago, Julio César Urien; Donato Spaccavento, médico de Néstor Kirchner, ex director del Hospital Argerich y ex ministro de Salud de CABA; Adela Segarra, diputada nacional de 2007 a 2015; y Patricia Vaca Narvaja, ex diputada nacional y ex embajadora en México.
La solicitada concluye diciendo: “Repudiamos la teoría de los dos demonios, incluyendo la tergiversación mentirosa de la historia. Honramos la memoria de nuestras compañeras y nuestros compañeros caídos y seguimos creyendo (...) que la opción de hierro para nuestra patria es Liberación o Dependencia”.
En general, salvo por el detalle posmoderno del lenguaje inclusivo -Estimad@s, las compañeras y los compañeros, etc.-, un mensaje sin aggiornamiento ni revisionismo alguno.
EL TEXTO COMPLETO DE LA SOLICITADA, CON LAS FIRMAS
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