La Red Federal de Concejalas de la Federación Argentina de Municipios (FAM) junto a la ex senadora pampeana María Higonet, impulsan un proyecto de ley que busca incorporar perspectiva de género en los distritos bonaerenses.
De esta manera, la Ley Orgánica de las Municipalidades de la provincia de Buenos Aires - promulgada hace 62 años- finalmente se acoplaría a los tiempos que corren gracias a esta iniciativa de reforma que busca incorporar cambios sustanciales en el rol de la mujeres en la política.
De la presentación del proyecto, que se realizó de manera virtual, participaron la ministra de Gobierno, Teresa García; su par de Mujer, Políticas de Género y Diversidad, Estela Díaz; la presidenta de AySA, Malena Galmarini, y la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales y concejala, Victoria Tolosa Paz.
La propuesta, entre otros puntos, condena las violencias, garantiza el derecho a las licencias laborales por maternidad y paternidad, incorpora las hasta ahora vedadas palabras “vecinas”, “concejalas” e “intendentas”, establece la obligatoriedad de paridad en las comisiones de los Concejos Deliberantes y fija un marco normativo para padres deudores de cuotas alimentarias.
Se trata de una adecuación que busca empoderar a las mujeres políticas en gobiernos locales -es decir el ámbito de representación democrática de vecinas y vecinos- con el fin de consolidar la equidad e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
La iniciativa, sostienen sus autoras, “responde a un desequilibrio tan real como inaceptable”. Es que de los 135 municipios que dibujan el mapa político de la provincia de Buenos Aires, sólo en 38 hay presidentas de Concejos. Y algo aún más llamativo aún: apenas 6 de los 135 distritos están ocupados por intendentas.
“La falta de alineación y balanceo frente a la realidad de un tiempo de mujeres no es una materia exclusiva de la Provincia ya que a nivel nacional, apenas el 12% de los gobiernos están representados por mujeres; frente al 88% que son ejercidos por hombres”, ejemplifican.
A modo de conclusión, las concejalas que integran este colectivo que ahora está a un paso de imprimir un cambio histórico tras seis décadas de absurda negación, remarcaron: “Avancemos, porque somos y seremos nosotras, siempre”.
Los cambios, punto por punto
El proyecto será presentado formalmente el 17 de septiembre en el ámbito legislativo por la vicegobernadora bonaerense y titular de la Cámara baja, Verónica Magario.
Establece la incompatibilidad para ser miembro de una municipalidad a quienes sean deudores alimentarios morosos, como una forma de reivindicar la lucha económica de muchas mujeres por el cuidado íntegro de sus hijos e hijas en soledad.
Advierte que la distribución y afectación de los recursos puede transformarse en un instrumento que “reproduzca las desigualdades o en una herramienta fundamental para dejar atrás la desigualdad, la violencia y la discriminación de género”.
Propone la modificación de los artículos 19 y 76 del decreto ley, que establecen observar de modo estricto el principio de paridad de género al momento de la designación de autoridades de los cuerpos deliberativos y de las comisiones, a fin de garantizar la participación equitativa de la mujer en esos ámbitos de intervención.
Insta a respetar el principio de perspectiva de género para la formulación, seguimiento, ejecución y evaluación de los presupuestos municipales.
Elimina el término “mayores” a los/las contribuyentes, una categorización por cierto arcaica, entendiendo a vecinas y vecinos en igualdad de condiciones.
Incorpora las voces de vecina, intendenta y concejalas, hoy vedadas por una norma que hace 62 años sólo sufre actualizaciones anuales en términos de precios mayoristas, es decir lo que le cuesta a un municipio tal o cual insumo o servicio.
Instaura el ejercicio de la política libre de violencias, estableciendo procedimientos y sanciones de violencia política que tienden a erradicar tales conductas por razones de género.
Plantea modificar los artículos 16, 19 y 87 del decreto ley en cuestión, con el objetivo de lograr la igualdad a través de la asunción de concejales y concejalas respetando el principio de paridad de género.
Incorpora formalmente en el ámbito municipal la modificación a la ley 26.485 (de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres) de fines de 2019, que incluye a la violencia política dentro del espectro de las manifestaciones de la violencia de género.
En igual sentido, replica en el ámbito municipal la capacitación obligatoria en género y violencia de género de la Ley Micaela, que hoy alcanza a todas las personas que se desempeñan en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.
Por último, invita a desarrollar la innovación tecnológica en la labor legislativa a partir de la realidad laboral que impone la pandemia.
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