En medio de una paulatina apertura de sectores gracias a la baja cantidad de infectados de coronavirus, el Gobierno de Uruguay analiza reabrir el turismo a los extranjeros e incluso podría permitir el ingreso al país en auto desde la Argentina.
Así lo aseguró el ministro de Turismo uruguayo, Germán Cardoso, quien explicó que en los próximos días se reunirá con el presidente Luis Lacalle Pou para conversar sobre esta idea y avanzar con un plan específico para “la próxima temporada alta de sol y playa”.
A través de su oficina de prensa, el funcionario le adelantó a la agencia Télam que también le planteará al mandatario la posibilidad de que los visitantes brasileños y argentinos que lleguen a Uruguay -que en 2019 superaron los 2,2 millones de personas y gastaron mas de 1.250 millones de dólares- puedan ingresar al territorio en vehículos propios, algo que por el momento no está permitido.
“Vamos a analizar la evolución de la situación epidemiológica en el país y en la región, pero tenemos la intención en octubre de poder comenzar a analizar la concreción de la próxima alta temporada de sol y playa y la autorización para comenzar a recibir turistas extranjeros, siempre respetando los protocolos”, afirmó Cardoso.
El país vecino, que tiene habilitado el turismo interno desde julio pasado, sólo permite el ingreso de residentes que vuelvan del exterior y extranjeros que tengan domicilio fiscal o actividad económica-laboral en su territorio.
Por su status sanitario, es el único Estado que recibe dos vuelos directos desde Europa por semana y que está habilitado a enviar turistas hacia las regiones que integran el denominado Espacio Schengen (gran parte del Viejo Continente), Israel y Costa Rica, entre otros lugares.
No obstante, las personas que ingresan a Uruguay deben tener un certificado de hisopado negativo, realizado como máximo 72 horas previas al arribo, y cumplir con una cuarentena de siete días antes de empezar a circular por todo el país.
En este sentido, Cardoso recordó que “hace dos semanas” la administración de Lacalle Pou comenzó “a analizar la reapertura turística con Europa”, aunque aclaró que todavía no hay una “fecha cierta para que eso se produzca”.
A la espera de la concreción del decreto que permita esa actividad, ya se adelantó que las condiciones serían las mismas que rigen hoy para quienes llegan al país en algunas de las excepciones contempladas al cierre de fronteras general: el test previo al vuelo y una cuarentena obligatoria de 7 días hasta la realización de una segunda prueba en Uruguay.
Sin embargo, hay en carpeta una iniciativa propuesta por la Asociación Uruguaya de Agencias de Viaje (Audavi) que busca evitar que los visitantes procedentes de la Unión Europea (UE) deban cumplir con la semana de encierro: se trata de la “cuarentena anticipada monitoreada de manera paraclínica”.
La idea es que estas personas se tengan que hacer de todas maneras ambos hisopados, pero eliminando por completo el período de confinamiento o reduciéndolo a 48 horas, ya que ese requisito “complica a la hora de vender el producto”.
“La actividad turística es fundamental, pero las decisiones finales siempre dependen de lo que marquen las autoridades de Salud, porque lo más importante es poder mantener el éxito que logramos en la lucha contra el coronavirus”, agregó.
En otro orden, el ministro destacó que “la vuelta del turismo interno ayuda a la reactivación del sector hotelero, donde sólo falta que empiecen a trabajar los establecimientos de cinco cadenas internacionales que dependen en gran parte del turismo extranjero”.
“Los protocolos están funcionando bien y eso quedó demostrado en las termas de Salto y Paysandú, que trabajaron al máximo de su capacidad permitida, que es el 50% de la habitual, sin que se registrara ningún caso de Covid-19”, concluyó.
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