En un fuerte gesto político que cristaliza la preocupación del Gobierno por el aumento del delito, el presidente Alberto Fernández, junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, lanzará hoy el denominado “programa nacional para el fortalecimiento de seguridad” en el AMBA que contempla el giro de un fondo inicial de $10.000 millones cuya ejecución quedará en gran medida en manos de los 24 intendentes del conurbano para la compra de patrulleros, equipamiento y armas, a la vez que la Nación enviará un refuerzo de 4.000 gendarmes.
Por medio de una gran puesta en escena Alberto Fernández y Kicillof lanzarán este mediodía el ambicioso programa de seguridad con los 24 intendentes del conurbano. Algunos de estarán en la residencia de Olivos y otros seguirán por videoconferencia desde las comunas de Merlo, Quilmes y San Isidro. La idea es dar respuesta a un reclamo por mayor presupuesto en seguridad que hicieron los intendentes luego de la demanda creciente de la ciudadanía.
Se prevé que en la residencia de Olivos la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, se muestre junto con su par bonaerense, Sergio Berni, como una muestra que busca dar la Casa Rosada de unidad con la provincia a pesar de las profundas diferencias que tienen estos ministros en cuanto a estrategias para enfrentar la inseguridad o la toma de tierras.
El gesto del Gobierno nacional de reforzar la seguridad en el conurbano está atado a los datos oficiales que maneja el Ministerio de Seguridad y que alertaron sobre un aumento en junio del 30% de los robos con respecto a mayo. Esas cifras se habrían incrementado en julio y agosto.
Hasta última hora de anoche hubo una dura pulseada política entre los intendentes y Kicillof por el manejo de los fondos que enviará la Nación. Mientras que los 24 jefes comunales del conurbano contemplados en el plan de seguridad reclamaban la totalidad del manejo de la partida de $10.000 millones, el gobernador bonaerense quería adueñarse del manejo mayoritario de esas partidas para la compra de equipos y la adquisición de cámaras de seguridad, además de incorporación de unos 10.000 policías bonaerenses.
Pero según pudo saber anoche Infobae, finalmente Alberto Fernández y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, terciaron en la disputa y se inclinaron por una solución intermedia: como trámite administrativo se enviarán todos los fondos nacionales a la Tesorería bonaerense pero la ejecución de más de $6.500 millones estará a cargo de los municipios.
Esto se definió en función de la urgencia que hay para resolver el tema de la inseguridad creciente. Es que por trámites burocráticos y administrativos la gobernación bonaerense puede demorar hasta seis meses en comprar patrulleros.
En cambio, los intendentes ejecutarán de manera directa los fondos que les repartan. Para esa distribución de fondos nacionales destinados a que los intendentes compren patrulleros, cámaras de seguridad o equipamiento para las fuerzas de seguridad locales se buscó una fórmula de reparto equitativo sustentada en la cantidad de habitantes de las 24 comunas del conurbano.
De esta manera, Kicillof se quedará con la ejecución de unos $2.500 millones para el equipamiento adicional de la policía bonaerense y a la vez empezará a incorporar 10.000 policías más a la fuerza que hoy cuenta con 94.000 uniformados.
La decisión de darle el manejo ejecutivo de la mayor parte de los fondos a los municipios y no al Ministerio de Seguridad bonaerense que lidera Berni podría tener una lectura política en función de restarle poder a un funcionario enfrentado con la ministra Frederic.
Sin embargo, desde la cartera de Seguridad de la Nación ayer se encargaron de descartar de plano esa hipótesis. “Los fondos que se girarán a la provincia de Buenos Aires para la reforzar la seguridad no son de nuestra cartera sino que son fondos de Hacienda. No entramos en la discusión del manejo de esos fondos y mientras lleguen al territorio es lo que más interesa”, dijo a Infobae un allegado a Frederic.
En rigor, los fondos que destinará la Casa Rosada al conurbano se desprenden de reasignaciones presupuestarias que hizo el jefe de Gabinete y no se tocará el presupuesto del Ministerio de Seguridad nacional.
Por otra parte, el Gobierno destinará más fondos para obras de refacción de unas 200 comisarías, la construcción de cuatro módulos carcelarios nuevos y paradas seguras con botones antipánicos en los municipios. A ello se le agregará el envío inmediato de unos 4.000 gendarmes al cornubano.
Todo este plan responde a un reclamo que viene desde hace varios meses por parte de los intendentes del conurbano. Pero, tal como adelantó la semana pasada Infobae, esto se terminó de cerrar el miércoles pasado en un almuerzo en la quinta de Olivos que compartió el Presidente con Kicillof, un grupo de intendentes del conurbano, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo De Pedro y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Seguí leyendo: