Justo en medio del debate por la modalidad remota y cuando el oficialismo y la oposición se enfrentan en el recinto de la Cámara de Diputados por la legalidad de la sesión, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto de convocatoria para que el Senado sesione mañana a las 15. Se anticipa nueva y frontal discusión: entre los cinco decretos presidenciales que figuran en el orden del día, la referente del Frente de Todos incluyó el DNU 690 que declara como servicios públicos a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y el acceso a las redes de telecomunicaciones y congela tarifas hasta el 31 de diciembre.
En la Bicameral de Trámite Legislativo, Juntos por el Cambio cuestionó el plazo de llamado a reunión y aseguró que su tratamiento no era legal. El presidente Alberto Fernández firmó el decreto el viernes 21 de agosto y se publicó en el Boletín Oficial el 22. Ese mismo sábado, el diputado Marcos Cleri convocó a comisión para comenzar el proceso el lunes. Entonces Pablo Tonelli, diputado del PRO, sostuvo que no habían transcurrido 48 horas hábiles, mientras que el oficialismo recordó que ya se habían reunido contabilizando horas no hábiles en ocasiones anteriores. Otra vez, la oposición denunció cuestiones reglamentarias y se retiró de la reunión sin expresar sus argumentos en contra de del decreto que, consideran, desalentará inversiones y avanzará sobre empresas privadas y la competencia. Lo dirán nuevamente mañana en el recinto, donde volverán a reclamar el tratamiento de la ley de Economía del Conocimiento que tiene media sanción en Diputados, pero lleva más de dos meses en espera por diferencias internas en el Frente de Todos sobre el alcance de los beneficios.
El diputado Tonelli, miembro de esa Bicameral, es además uno de los dirigentes encargados de analizar la presentación judicial contra la renovación del protocolo remoto en la Cámara baja, sin apoyo de los 116 legisladores de Juntos por el Cambio.
La sesión de mañana reavivará ambas polémicas. Especialmente después de la última sesión del jueves pasado, cuando el Senado dio media sanción a la reforma judicial y antes de la votación se leyó una larguísima lista de cambios que incluyó la creación de cámaras y juzgados en distintas provincias como resultado de la negociación con algunos gobernadores que garantizarían votos para la ley.
Otro de los decretos al que el Frente de Todos dará su aprobación será el DNU 636 con el cual el Presidente anuló el DNU 522/2020 de fines de junio que establecía la intervención de la empresa Vicentin. Tras las protestas, polémica y resoluciones judiciales, el jefe de Estado dio marcha atrás con aquella decisión ante las imposibilidades de que el Estado pudiera “conocer cuál es el pasivo real de la compañía” por las resoluciones del juez interviniente en el concurso, Fabián Lorenzini, quien había decidido mantener a los antiguos directores de la compañía.
Como ocurrió en otras sesiones, se incluyeron también algunos temas de consenso como la creación del Programa Nacional de Prevención y Concientización del Grooming o Ciberacoso contra Niñas, Niños y Adolescentes y un proyecto de ley que establece como contenidos curriculares los conceptos de ciberdelitos, ciberacoso o acoso virtual y la necesidad de protección de los datos personales en redes sociales y canales informáticos de las niñas, niños y adolescentes.
Entre los proyectos remitidos por el Ejecutivo, también se buscará avalar el acuerdo constitutivo del Banco Asiático de Inversión e Infraestructura y la incorporación de Argentina como miembro no regional.
Finalmente se pondrá a consideración una promesa de campaña del Presidente a los gobernadores que la aparición del COVID-19 postergó: el proyecto de ley del Poder Ejecutivo sobre Capitales Alternas de la República Argentina que obligará, una vez sancionado, a que todo presidente se constituya con parte de su gabinete una vez cada 30 días en ciudades de las provincias. “Soy el porteño más federal”, repetía el año pasado, y tuvo que volver a decirlo estos últimos días cuando confrontó con su propia ciudad de Buenos Aires al quejarse de su “opulencia”.
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