La estrategia del oficialismo para aprobar el Presupuesto mientras busca votos para la reforma judicial

Prepara un largo debate con más de 60 expositores. Frente al rechazo opositor se espera ganar tiempo en la búsqueda de respaldo al reordenamiento de la Justicia Federal

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Cruce entre Lousteau y Cristina por la reforma judicial

En los últimos quince minutos de la última sesión en el Senado el kirchnerismo le dio nuevas razones a Juntos por el Cambio para rechazar la reforma judicial. Demostró su enojo Martín Lousteau, que desde su banca reprochó que se incorporaran unos 500 nuevos cargos y se modificara el dictamen de reforma judicial. Más en su caso: fue el único opositor que reclamó en el recinto dejar de lado la grieta y buscar acuerdos amplios como se hizo con la deuda y un puñado de proyectos vinculados con la pandemia. Hasta puso el cuerpo a un posible diálogo y fue a Olivos a conversar con el Presidente de la Nación. “Así no se puede”, manifestó su frustración cerca de la una de la madrugada del viernes. Su enojo se vio en su cara. La desconfianza en Diputados es incluso mayor.

La única chance que algunos diputados oficialistas ven para la reforma judicial es atarla al debate sobre el Presupuesto 2021. La estrategia es vieja en la política: obras y reclamos de los gobernadores se incluyen en la ley de leyes a cambio de votos. En los ’90 hubo festival de reparto de partidas de ATN desde el Ministerio del Interior para ayudar a los aliados que aportaban votos. El sistema de premios y castigos no pierde vigencia y quedó en evidencia en la Cámara alta, donde se repartieron juzgados y hasta Cámaras entre las provincias y el Conurbano. En la presidencia de la Cámara de Diputados lo niegan en forma tajante y aseguran que el Presupuesto tendrá su propio tratamiento, independiente del resto de los proyectos. Es más: insisten en que Sergio Massa y Alberto Fernández coincidieron en escuchar y evaluar todas las propuestas de la oposición, si las hubiera. El viernes ambos hablaron mucho en la previa a un viaje compartido a Santa Fe para la firma del convenio por la Hidrovía Paraguay-Paraná.

En ese marco el presidente de Diputados terminaba de definir este fin de semana la estrategia parlamentaria mientras Máximo Kirchner se concentra, junto a Carlos Heller, en la táctica para una ley de su autoría, el Aporte Extraordinario Solidario que también rechaza Juntos por el Cambio pero no el resto de la oposición.

Sergio Massa junto a Santiago Cafiero en la previa al informe del jefe de Gabinete a Diputados
Sergio Massa junto a Santiago Cafiero en la previa al informe del jefe de Gabinete a Diputados

Este lunes Massa dará a la Secretaría Parlamentaria la indicación de remitir la media sanción del proyecto de “Ley de Organización y Competencia de la Justicia Federal” a comisiones. El debate será lento. Incluso ya lo saben todos los integrantes del bloque: así se les comunicó en una larga reunión el viernes pasado, vía teleconferencia. En ese encuentro se habló además de recuperar la ofensiva parlamentaria y política y de salir a defender los proyectos propios y al Gobierno. Ya arrancaron con el proyecto de ley de Aporte Extraordinario Solidario que grava entre 2 y 3,5% a las fortunas declaradas por más de $200 millones.

En el caso del proyecto para el reordenamiento judicial (así lo llaman desde que Cristina Fernández le bajó el precio al plantear que no es una “reforma” profunda del sistema) será tratado por un plenario de comisiones por el que pasarán decenas de expositores. Ya hay una lista de 60, entre constitucionalistas, abogados, representantes de asociaciones, jueces, camaristas, fiscales, etc. A diferencia de lo que ocurrió en el Senado se le concederá más tiempo a cada expositor. El beneficio es doble: no habrá quejas por exposiciones exprés y se dilatará el debate mientras se buscan votos y consenso en un intento por evitar especulaciones sobre la injerencia cristinista.

“Será el tiempo necesario, lo que haga falta”, respondió varias veces estos últimos días Sergio Massa, que promete escuchar propuestas con aval presidencial.

Las comisiones que intervendrán serán dos. Asuntos Constitucionales está presidida por Pablo González, ex vicegobernador de Santa Cruz que ya en distintas comisiones mostró su eficiencia para sostener causas difíciles. Efectivo defensor de las estrategias K, González argumentó a favor del decreto presidencial que congela tarifas de internet, telefonía móvil y televisión por cable en la última Bicameral de Trámite Legislativo. Lo secunda el chubutense radical Gustavo Menna, con amplio conocimientos reglamentarios. La otra comisión que intervendrá es Legislación Penal, presidida por Cecilia Moreau, leal a Sergio Massa y hoy una mujer clave en el bloque del Frente de Todos. Su vice en la comisión es Carla Carrizo, de Evolución-UCR, una diputada que juega en el equipo de Lousteau.

Como se vio en el Senado, ni la intensidad ni la extensión del debate modifica los proyectos del oficialismo. La falta de quórum y de mayoría, sí.

Los 11 votos que el oficialismo necesita para sacar con fórceps la reforma judicial debe buscarlos entre gobernadores y partidos chicos. Pero Massa y el Presidente preferirían evitar una votación ajustada y ganar legitimidad. En la superficie parece una batalla imposible aunque parte de la batería de nuevos cargos creados en el Senado fueron conversados con la Cámara de Diputados. Recomendación: mirar la lista de provincias más beneficiadas para vislumbrar dónde podrían haber votos incluso con algún aporte opositor.

En paralelo el Gobierno promete que el próximo 15 de septiembre, tal como marca la ley, presentará el proyecto de Presupuesto 2021. En la agenda de esta semana se apuntaron en Casa Rosada reuniones matutinas y diarias entre el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; su segunda, Cecilia Todesca, y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo. El plan es consolidar la versión final que elevarán al Parlamento.

Cristian Ritondo, Mario Negri y Alvaro González de Juntos por el Cambio
Cristian Ritondo, Mario Negri y Alvaro González de Juntos por el Cambio

El tuit fijado de Cristian Ritondo, presidente del bloque del PRO, parece una vieja postal. Lo escribió el 18 de marzo: “Hoy no hay adversarios políticos, hay un enemigo sanitario. Juntarnos y encontrar puntos en común para cuidar a los argentinos es lo primordial. Trabajaremos codo a codo con el Gobierno Nacional para combatir el Coronavirus y terminar con esta pandemia”. La imagen que lo acompaña muestra a Alberto Fernández, Massa, Ritondo, Mario Negri y Luis Naidenoff. Repetirla hasta en forma remota parece imposible.

Mario Negri, por su parte, calificó como un “mamarracho” el proyecto que tuvo media sanción y reiteró este fin de semana: “Lo que sucedió en el Senado es vergonzoso. Es una reforma pensada para resolver causas del poder con la Justicia”.

El viernes Negri como jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Ritondo y Maximiliano Ferraro por la Coalición Cívica, emitieron un comunicado para reclamar por la convocatoria a una sesión el próximo martes cuando aún no se renovó el protocolo de funcionamiento remoto. Este sábado Ritondo repitió el pedido de sesión presencial, el reclamo por garantías sanitarias, y exigió que para la renovación del reglamento de teleconferencia se entienda por “consenso” el acuerdo con todos los bloques. El pedido de sesión lo hicieron el Frente de Todos junto a todos los demás bloques, excepto los dos de la izquierda y Juntos por el Cambio.

Dicen cerca de Massa que buscaría un entendimiento para avanzar con proyectos necesarios como el auxilio a la cultura y al sector turístico. La principal oposición no deja de desconfiar y ata la sesión del martes al futuro de la reforma judicial. Advierten que, como Massa ahora, en el Senado se ofreció abrir el proyecto para cambios de “maquillaje” cuando Juntos por el Cambio rechaza las intencionalidades y el corazón de la reforma, es decir la ampliación de juzgados en Comodoro Py.

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