A la pregunta respecto a si votarían a favor o en contra del llamado impuesto a las grandes fortunas, los diputados no oficialistas respondían que desconocían el texto y mal podían opinar sobre algo que se prometía pero no existía. Durante cuatro meses el Frente de Todos evitó llevarlo a Mesa de Entradas para habilitar las sesiones en forma remota mientras Juntos por el Cambio, principalmente, se negaba a participar de debates de temas que no tuvieran consenso. Este fue el primero. La posible expropiación de Vicentin fue el segundo. El tercero es la reforma judicial que acaba de tener media sanción en el Senado.
Finalmente antes de las 17 de ayer y después de la votación en la Cámara alta que profundizó la grieta política, los diputados del oficialismo presentaron el texto de 15 páginas que ya empezaron a defender. Lo pidió Máximo Kirchner, jefe del bloque, junto a Carlos Heller, el autor principal de la iniciativa que viene esperando desde hace tiempo con los fundamentos y detalles ya escritos. Tras la reunión de bloque, en forma remota, también los diputados de las distintas fuerzas que integran la alianza oficialista salieron en forma simultánea a argumentar a favor, desde La Cámpora, al Movimiento Evita y el Frente Renovador, sin fisuras.
Durante los cuatro meses que Heller guardó el proyecto no se quedó quieto. Tampoco algunos operadores políticos del peronismo. El cooperativista, presidente de la comisión de Presupuesto, se sentó a conversar con diputados de otros partidos políticos, excepto de Juntos por el Cambio. Y acordó pequeñas modificaciones para terminar de convencer a algunos posibles aliados que pedían subir el porcentaje de lo que se recaude a través de este impuesto (aporte extraordinario lo llaman por ser de única vez) a sostener empleo y ayudar a las pymes.
El oficialismo está frente a una encrucijada y con la convocatoria a sesión para el martes puso en jaque a Juntos por el Cambio, que junto a los dos diputados de izquierda son los únicos bloques que no firmaron el pedido.
Massa citó para el martes a las 13 a una sesión a solicitud, acuerdo mediante, de Eduardo Bucca (Interbloque Federal); José Luis Ramón (Interbloque Unidad); Máximo Kirchner (Frente de Todos); Cecilia Moreau (Vicepresidenta del Frente de Todos); Cecilia Alvarez Rodríguez (secretaria parlamentaria del bloque del Frente de Todos); Carlos Gutiérrez (Córdoba Federal); Alejandro ’Topo’ Rodríguez (Consenso Justicialista); Luis Di Giacomo (Juntos Somos Río Negro); Alma Sapag (Movimiento Popular Neuquino); Ricardo Wellbach (Frente de la Concordia Misionero) y Luis Contigiani (Frente Progresista Cívico y Social). Tres horas antes de la convocatoria tendría lugar la reunión de Labor Parlamentaria (con todos los jefes de bloques) para acordar el mecanismo de sesión.
En ese amplio abanico político no hay uniformidad de criterios frente a la reforma judicial (por ahora hay amplio rechazo), pero todo parece indicar que habrá consenso y votos suficientes para el Aporte Extraordinario y Solidario. Sin Cambiemos, está claro.
Precisamente Juntos por el Cambio emitió un comunicado en el que planteó que el protocolo remoto está vencido, exigió garantías sanitarias para sesionar en forma presencial o, caso contrario, propuso que se los convoque a analizar una posible solución. El final de la misiva incluye la amenaza de acudir a la Justicia. Si había desconfianza se incrementó en la madrugada de ayer cuando en el cierre de una sesión de casi once horas la senadora María de los Angeles Sacnun leyó los cambios de último momento que se negociaron con gobernadores y que llevaron a crear nuevos juzgados y fiscalías que incrementaron en 500 los futuros cargos judiciales. Sumados a los incluidos en el proyecto original, llegarán a 1387. El anuncio (que no fue sorpresivo porque durante todo el día circuló un archivo con los cambios que denunciaron varios senadores en sus discursos) fue cuestionado por Martín Lousteau, justo uno de los pocos opositores que pide abrir el diálogo político.
El resto de los bloques, los que firmaron el llamado a sesión y que junto al oficialismo suman 141 bancas de las 257 que tiene la cámara baja, alcanzan para quórum y mayoría simple. Sin embargo no son suficientes para tratar proyectos sobre tablas como se quieren tratar si los 116 diputados de Juntos por el Cambio participan de la sesión.
Los escenarios para el martes son: que en Labor Parlamentaria se acuerde la renovación (por el día o el plazo que se acuerde) del funcionamiento remoto y los bloques que acordaron avancen con la sesión; que eso ocurra sumando a Juntos por el Cambio; o por el contrario que Juntos por el Cambio convoque a sus diputados a participar pero para votar en contra del tratamiento del auxilio al turismo, ley de pesca y emergencia de la cultura, es decir no habilitar los dos tercios necesarios cuando los proyectos no tienen dictamen.
En el oficialismo creen que a la principal bancada opositora le costará explicar que frenen el tratamiento de un proyecto de ley como el del Turismo que se votó por unanimidad en el Senado, que se redactó con aportes de senadores de Juntos por el Cambio cuando hay 2.470.000 empleos en juego del sector turístico, hotelero y gastronómico. En el caso de Cultura son 30 mil los involucrados y la pesca ilegal representa 2.5 del PBI argentino.
Además, hay consenso de casi todos los bloques para seguir en sesión telemática, aún cuando algunos pedirán la promesa de que no se trate en forma exprés la reforma judicial. Esa es, sin embargo, una negociación aparte.
Para el caso del recién presentado Aporte Extraordinario y Solidario, hay diputados que ya se han expresado a favor. El lavagnista “Topo” Rodríguez dijo: “Hay que analizar la propuesta. La solidaridad es un principio esencial para este momento de la Argentina. El destino de los fondos que se recauden tiene que servir para darle un impulso a la clase media trabajadora y a las pymes. Es lo que he venido proponiendo hace mucho tiempo”. El interbloque que integra ya tiene media palabra a favor.
El interbloque que lidera el mendocino Ramón también estudiará el tema. A título personal se expresó a favor ante Infobae, aunque su bancada es heterogénea.
Los más entusiastas del Frente de Todos querrían convocar a la comisión de Presupuesto, que preside Heller, el mismo lunes. Otros son más prudentes, especialmente porque lo que necesita el oficialismo es garantizar que haya sesión el martes y sancionar la Ley sobre Sostenimiento y Reactivación Productiva de la Actividad Turística Nacional y la media sanción que modifica el régimen de infracciones y sanciones de la Ley de Pesca. Aunque no está en el temario difundido, también podría incluirse el proyecto de ley de emergencia de la cultura, que permitiría una inversión pública de 11 mil millones. Ninguna de las iniciativas pasó por comisión ni tienen dictamen, a pesar de que la de turismo tiene tanto consenso que en otro contexto debería ser votada por unanimidad.
En principio Heller convocará a la comisión de Presupuesto para la semana próxima pero sólo de carácter informativa y luego de la sesión del martes para luego, en un segundo encuentro, convocar a los diputados para emitir dictamen. “Tengo la firme impresión, no digo certeza, de que este proyecto cuenta con una adhesión suficientemente mayoritaria para confiar en que será aprobado en el recinto”, respondió el diputado que de todos modos anticipó que no ve razones para que el trámite no sea “normal”.
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