El bloque de diputados del Frente de Todos estaba a punto de estallar. En las últimas reuniones, espaciadas y vía Zoom, varios legisladores habían reclamado que Juntos por el Cambio se quedaba con la agenda pública, con las protestas en la calle y por la marcha atrás o el freno a algunos proyectos de ley.
Para el segundo punto no hay solución: el oficialismo no puede movilizar en medio del aislamiento y distanciamiento social decretado por el Presidente. Pero con la media sanción de la reforma judicial en el Senado arranca un nuevo capítulo del otro lado del Palacio. Esta mañana en otra reunión vía teleconferencia, Máximo Kirchner y Carlos Heller anunciaron lo que finalmente sucedió esta tarde: la presentación del impuesto a la riqueza. Aclaración: no se llama así y alcanza a las fortunas de más de $200 millones, unas 12.000 personas que pagarían un gravamen de entre 2 y 3,5% de sus grandes fortunas.
Para defender el impuesto, Máximo Kirchner les envió un documento a los militantes del Frente de Todos en el que sostiene que “esta medida se está evaluando en muchos países como una herramienta necesaria para enfrentar este duro momento que afecta a toda la población mundial: España, Rusia, Italia, Suiza, Reino Unido, Alemania, Brasil, Chile, Ecuador, Bolivia, EEUU, Dinamarca”. Lo cierto es que en ninguno de esos países avanzó una medida de estas características.
El hijo de Cristina Kirchner, jefe de La Cámpora y de la bancada oficialista, recalcó el nombre la iniciativa: “Aporte Extraordinario Solidario”. Y pidió defenderlo, militarlo y salir a explicarlo, a la inversa, entendieron todos, de lo que sienten que pasó con muchos funcionarios o legisladores frente a la reforma judicial. También habló de la votación que tuvo lugar ayer en la Cámara alta, y después de la carta pública de Cristina Kirchner, lo mencionó todo el tiempo como un “reordenamiento” del sistema judicial y no como una reforma profunda. Le bajan el precio mientras se dilata su tratamiento para los próximos dos meses. De hecho en el recinto ayer hubo varios senadores que indicaron que es un punto de partida, que se no se cambia todo, y aprovecharon a introducir cambios a favor de sus respectivas provincias.
En el caso del Aporte Extraordinario, fue Carlos Heller quien tomó la palabra y lo explicó. Hacía cuatro meses que se habla del proyecto y de que se presentará “en los próximos días”. Sin embargo se fue postergando primero para habilitar las sesiones remotas en el Congreso y después para renovar el funcionamiento remoto. Mientras hablaba se distribuyó un texto con las razones que justifican la decisión para que los diputados tengan ’letra’ en la táctica defensiva.
Casi todas las fuerzas de oposición rechazan por ahora el proyecto de reordenamiento del sistema penal federal judicial. Y coinciden en discutir todos los temas de consenso excepto los más conflictivos. Pero hay una diferencia: la reforma es difícil, el aporte extraordinario un poco menos. En cualquier caso, ni radicales, ni macristas ni los ‘lilitos’ piensan acompañar. Tal vez el impuesto que se pagará por única vez logre más adhesiones. Incluso la izquierda presentó hace ya tiempo un proyecto similar pero con piso más bajo.
El kirchnerismo se anticipó y en la reunión de bloque se habló de que seguramente la oposición apuntará que van por todo y en contra de los grandes empresarios y las grandes fortunas. Kirchner y Heller pidieron a los legisladores que expliquen públicamente que no es en contra de nadie, que no lleva nombre y apellido y que se convoque a toda la clase política a acompañar una iniciativa a favor del bien común. Tarea nada sencilla en el actual contexto cuando Juntos por el Cambio resiste la renovación del protocolo parlamentario a riesgo de no acompañar el auxilio al sector del Turismo que se buscaría votar la próxima semana y que sus propios senadores votaron en el Senado. Es más, el proyecto de ley que tuvo media sanción hace diez días fue producto de negociaciones entre todas las bancadas y de la unificación de once iniciativas, varias de ellas de autoría de la UCR y el PRO.
Entre los puntos principales que desarrolló Heller, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, destacó que el aporte se pagará por única vez, que sólo están incluidos quienes posean una riqueza declarada superior a los 200 millones de pesos con una alícuota del 2%, que se incrementa a medida que el patrimonio es mayor. Son, aproximadamente, 12.000 personas.
Según estimó, la recaudación sería de unos $300.000 millones. Se fijaría su destino específico (una condición que piden algunos bloques opositores), como la compra de equipamiento de salud para atender la pandemia; apoyo a las pymes con subsidios y créditos; urbanización de barrios populares con obras que empleen a las/os vecinas/os de cada barrio; obras y equipamiento para YPF para producir y envasar gas natural y financiamiento para un relanzamiento del plan PROGRESAR destinado a jóvenes estudiantes.
“El proyecto no es en contra de ningún argentino ni ninguna argentina, si no a favor del conjunto. Es una buena oportunidad para estar todos juntos en pos de la transformación de la Argentina que necesitamos para salir adelante. Que sea un mensaje claro de la dirigencia política argentina para poder sacar adelante al país”, remarcó Kirchner en la teleconferencia. Y agregó que “la idea fundamental del proyecto es traer equilibrio en una sociedad que se fue desequilibrando durante los últimos cuatro años a través de beneficios que el anterior gobierno les fue dando a los que más tienen, y nunca sirvieron al conjunto de la gente. Será la plataforma para que podamos discutir una reforma tributaria que la sociedad argentina claramente necesita.”
Por su parte Massa señaló que “Argentina tiene un sistema tributario regresivo. Pesan más los impuestos en beneficios sociales y salarios que en dividendos. Tenemos que construir un sistema progresivo. El esfuerzo debe tener relación con el ingreso. El que menos puede es el que menos paga. El que más puede más paga”.
Y Heller, que hace rato trabaja en la iniciativa, remarcó que “a los que van a hacer este aporte no les va a cambiar la vida, pero a los que reciban sus beneficios la vida les va a ser un poco mejor”. “El aporte será realizado por un grupo reducido de personas que tienen la mayor capacidad de contribución”, concluyó.
Massa estuvo presente en una parte de la reunión, explicó la agenda parlamentaria de las próximas semanas, anunció la convocatoria a una sesión para el próximo martes y volvió a decir que hay que recuperar la iniciativa política y salir a la ofensiva. Interrumpió su participación para recibir al gobernador chubutense Mariano Arcioni.