El oficialismo convocará a una sesión para el próximo viernes 28 en la Cámara de Diputados. Algunos lo dan por hecho tras el acuerdo del Frente de Todos con partidos opositores que en ocasiones juegan como aliados, los “chicos” con los que buscaría una solución al vencido reglamento de funcionamiento remoto y un acuerdo para debatir al menos dos leyes y algunos proyectos de resolución. A favor de ese pacto podría retirarse de la sesión el tratamiento de la ley de “Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Argentino”. El lavagnismo estudiaba esa iniciativa y además hay conversaciones pendientes con gobernadores peronistas y también con los de la oposición. Ayer Sergio Massa y Fernanda Raverta, titular de Anses, explicaron el alcance de la norma en una reunión remota del bloque del Frente de Todos.
La decisión de avanzar en sesión sin acordar con Juntos por el Cambio anticipa una nueva polémica que según dejan trascender puede hacer escalar al máximo la tensión política. En el interbloque sin embargo esperan una confirmación oficial para definir si asistirán o no. Mientras tanto sus diputados amenazan con judicializar la sesión y hasta con convocar a todos sus legisladores para participar en forma presencial y frenar al oficialismo la posibilidad de votar con mayoría especial la renovación del reglamento. En el massismo se escudan en un formalismo: la sesión está pedida por jefes de otros bloques y no por el presidente de la Cámara que esta tarde cursaría las notificaciones para Labor Parlamentaria y sesión.
Para conformar quórum al oficialismo le alcanza con los integrantes de las bancadas que firmaron el pedido de sesión, aun cuando la principal fuerza opositora reúne a 116 diputados nacionales. El Frente de Todos necesita 129, doce más de los propios ya que Ignacio de Mendiguren está de licencia pero Darío Martínez aún no presentó su renuncia. Los diputados que faltan los aportarán aquellos que aun estando en contra de la Reforma Judicial consideran que es necesario sesionar para debatir otros temas. Firman el pedido de sesión algunos diputados del Frente de Todos, Eduardo ‘Bali’ Bucca presidente del interbloque Federal; Carlos Gutiérrez, del bloque Córdoba Federal, y Alejandro ‘Topo’ Rodríguez de Consenso Federal. Los tres, precisamente, anunciaron la semana pasada su rechazo a la Reforma Judicial. Para el quórum, aun votando en contra, siempre aportan los dos diputados de la izquierda, Nicolás del Caño y Romina del Plá, y sobran diputados si, como todo parece indicar, dan el presente los ocho de Unidad Federal.
Ante el enojo de Juntos por el Cambio, transmitido en voz baja y en llamados telefónicos, desde el lavagnismo defendieron su decisión. ‘Topo’ Rodríguez le dijo a Infobae que no debe interrumpirse la actividad del Congreso y que los temas a tratar este jueves “son relevantes y urgentes para resolver”. Tras acusar recibo del malestar de JxC y recordando episodios anteriores con el oficialismo, agregó: “Los dos bloques mayoritarios tienen que acostumbrase a que no estamos para obedecer a ninguno de ellos. Tenemos autonomía y capacidad de decisión propia”. ‘Bali’ Bucca, que además de diputado es médico, considera que no se puede sesionar en forma presencial en este momento y defendió el funcionamiento remoto para temas con consenso aunque las votaciones no fueran unánimes.
Esta tarde fue el propio Roberto Lavagna quien salió a ‘bancar’ a sus legisladores y confrontar con el resto de la oposición. A modo de árbitro político, desde el medio de la grieta, reclamó: “La pérdida de vidas, producción y empleo por la crisis sanitaria sobra para alterar la tranquilidad de los argentinos. Es irresponsable, entonces, que los dos polos de la grieta tensen posiciones por especulación política. Así NO se construye nada”. La mayúscula la puso el ex ministro de Economía y ex candidato presidencial en su escueta comunicación a través de las redes sociales y mensajes de Whatsapp.
Sin embargo, en Juntos por el Cambio aseguran que el consenso debe alcanzarse con todas las fuerzas políticas y no con algunas bancadas. El tuit del diputado entrerriano Marcelo Casaretto, del Frente de Todos, los puso sobre aviso y generó un fuerte enojo. “El presidente de la Cámara Sergio Massa convocará a sesión el jueves 27″, escribió el legislador cuando todavía se hablaba de esa fecha. Y reveló la aparente solución: “El Congreso debe trabajar los temas importantes con la Cámara en comisión”. De esa manera, los que se conecten o asistan en forma presencial, previa charla de los jefes de los bloques en Labor Parlamentaria, votarían la rehabilitación del funcionamiento remoto.
Esta mañana hubo reunión de mesa del interbloque de Juntos por el Cambio para analizar la posición y a las 13 un Zoom de sus 116 integrantes con representantes de la Asociación de Fiscales y de la Asociación de Magistrados, todos en contra de la reforma a la que el jueves se le daría media sanción en la Cámara alta. Antes y después hubo intensos intercambios sobre la posible sesión.
“Hace 22 días que no nos llaman, que no hay comunicación de ningún tipo”, se indignó un diputado nacional que tuvo contacto con Massa, por última vez, en la sesión del viernes 31 de julio. Sus palabras fueron ratificadas por otro legislador que hasta la pelea por la reforma judicial compartió un diálogo correcto y permanente con el oficialismo. Ninguno de los tres jefes del principal bloque mayoritario (Mario Negri, Cristian Ritondo y Maximiliano Ferraro) recibió mensaje o consulta sobre la sesión ni sobre la reunión de labor parlamentaria. Los mensajes se mandan a través de terceros y de los medios de comunicación. Los tres unificaron su postura y coincidieron en exigir “que se respete el funcionamiento institucional de la Cámara”. Si Massa los convoca a Labor Parlamentaria irán a escuchar y repetirán, aseguran, todo lo que hoy dicen off the record.
En abril Massa superó un altercado similar con radicales, el PRO y la Coalición Cívica, con el mismo método que utilizaría para esta sesión: se apoya en el interbloque donde confluyen lavagnistas y diputados que responden a los gobernadores. También sumaría a los ocho de Unidad Federal para el Desarrollo que preside el mendocino José Luis Ramón.
Los temas que se llevarían al recinto podrían ser dos y no tres como se planeaba, es decir, los que tienen amplio consenso. El primero es un plan de asistencia para el sector turístico que tiene ya media sanción del Senado y fue votado por todos los senadores presentes tras la unificación de once proyectos. Hace diez días hasta hubo emoción en algunos discursos del Senado y agradecimiento de senadores de Juntos por el Cambio por el acuerdo. Según algunos voceros de distintos bloques, la iniciativa podría sufrir cambios, lo que obligaría, por primera vez desde la pandemia, a que se lo remita de regreso a su cámara de origen para la confirmación de los cambios o la ratificación de los artículos originales.
El otro proyecto de envergadura que se pondría en el orden del día buscará incrementar las penas establecidas en la Ley Federal de Pesca. El auxilio al sector turístico es una demanda de todas las provincias y una ‘zanahoria’ de Massa para tentar a la oposición. En cambio, sobre las sanciones a la pesca, en el macrismo advierten que hay rechazo del sector.
Finalmente el oficialismo analizaba aún el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que todavía está en análisis en el Ministerio de Economía y algunos proyectos de resolución. Uno sería a favor de la discapacidad, iniciativa que impulsa Bucca. El bolivarense, una de las llaves que destrabaron hace meses las sesiones, y podría volver a hacerlo esta vez, todavía espera la reglamentación de la primera ley sancionada en forma remota para destinar fondos y recursos para la protección del personal sanitario, la llamada ley Silvio en homenaje al primer enfermero fallecido en Buenos Aires víctima de COVID-19.