Después de poco más de una hora y media de debate, que se encendió sobre el final con acusaciones cruzadas sobre corrupción entre el oficialismo y la oposición, y tras las protestas de este lunes, el Frente de Todos consiguió formalmente rechazar en la reunión de comisión de Asuntos Constitucionales la orden de la jueza María Alejandra Biotti que impedía avanzar en la revisión del traslado de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, y tiene vía libre para remover a los camaristas.
“El ataque efectuado por esta magistrada, en términos absolutamente infundados, ha sido un ataque a la democracia, a la Constitución y a la división de poderes. Considero que este proyecto debe ser sancionado, que debemos incluso hacer saber lo resuelto de rechazar esta irrita decisión de la Justicia”, resaltó el senador Mario Pais, autor del proyecto de resolución que rechazo la decisión de la jueza contencioso y administrativa, que había ordenado suspender el tratamiento de los pedidos de Acuerdo de los camaristas mencionados.
Cerca de las 21, María de los Ángeles Sacnun, presidenta de la comisión en cuestión, avisó que haría circular el dictamen de mayoría de rechazo a la decisión de la jueza Biotti -y que notificarían al Consejo de la Magistratura y a la magistrada-, por lo que ahora el kirchnerismo en el Senado cuenta con luz verde para avanzar en Acuerdos en el tratamiento y la revisión del traslado de diez jueces, entre ellos Bruglia y Bertuzzi -de la Cámara federal porteña-, apuntados especialmente por el oficialismo.
“La decisión tomada es porque quieren correr a estos camaristas de la causa de los cuadernos”, aseguró por su parte la senadora Laura Rodríguez Machado, de Juntos por el Cambio, vicepresidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, un rato antes de que Esteban Bullrich y Claudio Doñate se trenzaran en una acalorada discusión sobre corrupción durante las administraciones K y de Cambiemos.
Y de que la oposición alertara por el impulso de la Casa Rosada a reformas vinculadas a la Justicia. “No es un sano aporte un proyecto de declaración de este tipo con las cosas que están pasando en la Argentina”, señaló Luis Naidenoff, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara alta.
Biotti, titular del juzgado en primera instancia en lo contencioso administrativo federal 5, envió el jueves pasado su resolución al Senado, veinticuatro horas después de que la Casa Rosada enviara los diez pliegos que el Gobierno pretende revisar por los trasladados durante la anterior administración, bajo el argumento de que no hubo debido acuerdo para esos juzgados, sino para otros.
Fue Bullrich el que machacó minutos antes de que hablara Naidenoff en el “avance contra la Justicia”. “Esto no es un hecho aislado, se enmarca en el avance contra el procurador (Eduardo) Casal y la reforma judicial. Nos estamos entrometiendo en un proceso de otro poder”, subrayó el ex ministro de Educación sobre el fallo de la magistrada, que el kircherismo criticó en duros términos.
“Hay un esquema de gravedad institucional, obviamente que hay una extra limitación por parte de la jueza al pretender ordenar al Senado que no de tratatamiento a las notas remitidas por el Poder Ejecutivo, avasallando nuestra potestad”, cerró José Mayans, jefe de la bancada K que dirige en los hechos Cristina Kirchner.
Más allá de la discusión en sí, por la que la oposición se mantuvo en alerta en los últimos días, y que corre en paralelo al debate en torno a la reforma judicial que mañana tendría dictamen de mayoría, el oficialismo y Juntos por el Cambio intercambiaron durante un rato acusaciones cruzadas sobre corrupción.
“El gobierno más corrupto de la historia de la democracia ha sido el de Mauricio Macri. Si hay alguien que no respetó la independencia fue esa mesa judicial, operando con la UIF, la AFIP, la AFI, poniendo jueces a dedo a través del dedo de (Germán) Garavano, con festival de traslados, de subrogancias, de jueces funcionales a la mesa judicial”, arremetió Doñate.
Bullrich pidió entonces derecho a réplica. “Le pido al senador que no me falte el respeto, que en este lugar seamos respetuosos de la inteligencia de los otros. No hablemos de corrupción, de operar y de mesas judiciales. ¿Lo conoce a Javier Fernández? ¿Sabe quién era? ¿Sabe qué función tenía? No nos falte el respeto. Acá estamos en el Senado, no haga acusaciones en el vacío. La corrupción de algunos funcionarios que ha habido en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner fue grosera. La denuncié. Tiene la mala suerte de que soy un denunciante”, respondió furioso el ex ministro de Macri.
Doñate volvió a pedir la palabra y prefirió cortar el cruce: pidió disculpas. Pero a los pocos minutos fue Oscar Parrilli, que responde directo a la vicepresidenta, que no pertenece a la comisión pero que pidió participar de la discusión, el que insistió. “No tiene por qué pedir disculpas. Cuando se habla de hechos de corrupción, y la valija y los bolsos, hay que recordar que ese personaje, que fue funcionario nuestro, resultó ser que la plata se la había dado el amigo del alma del Presidente después del 2015. Si había corrupción, había corrupción cruzada en todo caso”, aclaró.
El senador opositor Ernesto Martínez recordó, en tanto, la cautelar solicitada hace diez años por la entonces senadora del Frente Para la Victoria Beatriz Rojkes, para que la Justicia la restituya en la comisión bicameral que controla los DNU. El juez Enrique Lavié Pico resolvió en aquel entonces en favor de la legisladora K.
“Hay una decisión política, que es que hay que excluir a los señores magistrados Bruglia y Bertuzzi. Esto ya está decidido. Si ya está decidido así, bueno, perfecto, será así, el senador Pais tiene todo el derecho a la reflexión en diez años”, ironizó Martínez con picardía.
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