Los devastadores incendios en el Delta del Paraná mantienen en vilo a la población de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. El olor a quemado causó estupor en ciudades que están frente a las islas de Entre Ríos, como Rosario, Victoria y San Nicolás, donde las autoridades locales expresaron su preocupación por el impacto socioambiental del fuego y las consecuencias sobre las vías respiratorias.
Las imágenes sobre el avance de los incendios son sorprendentes. “Una postal que nos entristece”, graficó este martes el municipio bonaerense de San Nicolás. “Nuevamente repudiamos los incendios en las islas entrerrianas y exigimos la inmediata intervención de la Fiscalía Federal para dar una solución definitiva a este #ecocidio”, exclamó la comuna a través de su cuenta oficial de Facebook.
Durante el fin de semana, cinco personas fueron detenidas por provocar incendios en la zona de islas del delta del río Paraná. Según informó la Policía entrerriana, los apresados estuvieron involucrados por el encendido de un foco ígneo en el islote La Paloma Grande, luego de un patrullaje náutico. Los detenidos son cinco hombres, mayores de edad, nacidos en la ciudad santafesina de Gobernador Gálvez.
El Gobierno sigue de cerca la problemática. Después del fallo de la Corte Suprema, que ordenó la creación de un comité de expertos para cuidar el entorno del delta, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Juan Cabandié, mantendrá una reunión a las 16 con sus pares provinciales de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe para analizar los incendios en el delta del Paraná en el marco del Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible (Piecas) en el Delta del Paraná.
Sin embargo, el avance de la quema ilegal continúa y está lejos de resolverse. La ciudad de Rosario volvió a amanecer cubierta de humo y hollín este lunes por el incendio de las pasturas de los dueños o arrendatarios de campos en las islas entrerrianas situadas frente a Rosario, así como a otras ciudades del sur santafesino, desde Timbúes hasta Villa Constitución.
La humareda ya tiene sus consecuencias en la salud de la población. Desde que arrancó la emergencia ambiental, hubo cientos de consultas de santafesinos por la afección de sus vías respiratorias y para realizar consultas de asesoría jurídica ante la vulneración de sus derechos.
Las reiteradas quemas del humedal impactan en la calidad del aire, lo que “genera afecciones respiratorias a las personas sanas, pero hace mucho daño a la gente que padece enfermedades preexistentes como asma, alergias o Epoc”, aseguró Matías de Bueno, asesor del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). “Incluso, hay algunas problemáticas cardíacas, porque la mala calidad del aire también los impacta negativamente”, agregó. Además, la directora de Salud del municipio, Silvia Marmiroli, dijo que las quemas en las islas “ya tienen más de una década en la ciudad”, pero desde enero último “los rosarinos vienen siendo azotados con intensidad por el humo”.
La sociedad civil está fuertemente involucrada en la problemática. Por quinto domingo consecutivo, la Multisectorial de vecinos y ambientalistas exigió en Rosario “el inmediato cese de las quemas”, la sanción de la “Ley de Humedales” y que sean declarados “patrimonio cultural y natural de la nación”. El pedido de la multisectorial fue realizado tras una caravana de embarcaciones a remo de Santa Fe y Entre Ríos, denominada “Unión de las Orillas”, en el marco del reclamo ecologista.
En la misma sintonía, más de cincuenta agrupaciones socioambientales de todo el país exigieron al Gobierno nacional y los estados provinciales la pronta aplicación de un “plan de contingencia y salvataje de fauna y flora autóctona” afectada por la quema de humedales en el delta del Paraná, y que se garantice la “recuperación y restauración del ecosistema”.
“Entendemos que a más de 6 meses de haberse iniciado los primeros focos de incendios en el delta del Paraná, aún no se han utilizado todos los recursos necesarios para su combate definitivo, o estos no han sido suficientes para combatirlo”, señalaron las organizaciones en un comunicado al que tuvo acceso Télam.
Una de las entidades que también tomó nota de la situación fue la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra), que solicitó su intervención como “amicus curiae” en el marco de la causa por un amparo colectivo que tramita en la Corte Suprema.
“Los devastadores incendios en el Delta del Paraná son inaceptables, por eso ponemos a disposición de la justicia todas las herramientas de nuestros organismos de derechos humanos para la defensa de nuestra casa común”, señaló a través de un comunicado la entidad presidida por Alejandro Amor, y sus pares de la Provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino, y de Santa Fe, Raúl Lamberto.
La región del delta del río Paraná abarca una superficie aproximada de 17.500 km2 y se extiende a lo largo de las tres provincias. La zona tiene un gran interés ecológico y biogeográfico, donde predominan los ecosistemas de humedal. El ministro Juan Cabandié calificó como “grave” el avance del fuego y pidió a los propietarios de las tierras afectadas “se hagan cargo del costo operativo de 15 a 17 millones de pesos diarios” que le demandó al Gobierno combatir el incendio.
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