El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibirá hoy al embajador argentino, Daniel Scioli, que llevará implícito un mensaje concreto de Alberto Fernández: poner paños fríos a las relaciones personales de los jefes de Estado que estuvieron siempre caldeadas por las fuertes diferencias ideológicas para avanzar, en cambio, hacia un vínculo bilateral “maduro y responsable” entre ambos países.
Scioli estará a las 12 del mediodía en el palacio del Planalto de Brasilia donde lo espera Bolsonaro y allí buscará desplegar una agenda bilateral que busca dejar atrás los duros cruces que hubo con el presidente argentino.
Será el primer encuentro oficial de Scioli con Bolsonaro como embajador. Es que en diciembre pasado, cuando aún no había sumido Alberto Fernández, el ahora embajador argentino había visitado al presidente de Brasil con el canciller Felipe Solá y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.
Desde lo político, Scioli no aspira a establecer un acercamiento personal entre Bolsonaro y Alberto Fernández porque, se sabe, sus diferencias ideológicas y la falta de una relación cercana resultan insalvables. En cambio, la apuesta mayor del embajador argentino en Brasil que se reunirá oficialmente por primera vez con el mandatario brasilero será potenciar al máximo el comercio bilateral.
Más allá de los desencuentros personales y las diferencias en materia política, Bolsonaro difiere con Alberto Argentino en su visión del Mercosur. El presidente de Brasil busca que el bloque regional pueda establecer cierta autonomía para cerrar acuerdos comerciales unilaterales. Incluso Bolsonaro se mostró dispuesto a avanzar en acuerdos del Mercosur con países como Singapur o Corea del Sur que Alberto Fernández no comulga ya que cree que detrás de ello se esconden entendimientos desfavorables para la Argentina.
A la vez, Bolsonaro ya se mostró proclive a avalar la candidatura para la titularidad del BID de Maurice Claver, el postulante de Donald Trump para ese lugar que compite abiertamente con la candidatura de Secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno, Gustavo Beliz. Ese sitial históricamente fue ocupado por referentes de la política latinoamericana pero el presidente norteamericano ahora quiere quebrar esa tradición para mantener un fuerte predominio en América latina.
No sólo esto. En ese mismo esquema de alineamiento con Trump, la estrategia de Bolsonaro difiere también la de Argentina en un tema central como es el Acuerdo de París por el cambio climático que Alberto Fernández promueve y Brasil ya abandonó.
La estrategia sanitaria contra el COVID-19 también distanció a ambos presidentes. Mientras que Bolsonaro subestimó el avance de la pandemia y hoy cuentan en Brasil más de 100.000 muertos por coronavirus ya que no hubo una estricta cuarentena, en la Argentina Alberto Fernández impuso un aislamiento que lleva más de 150 días y hasta ahora hay unos 6.800 fallecidos.
En medio de estas diferencias entre Bolsonaro y Alberto Fernández el embajador Scioli deberá redefinir las relaciones bilaterales.
El ex vicepresidente ya recibió las instrucciones finales del Presidente antes de partir a Brasil. “Estoy aquí con las instrucciones claras del Presidente de darles una importancia estratégica a las relaciones bilaterales y lograr un buen entendimiento con Brasil dentro de los parámetros de nuestras democracias”, expresó Scioli a Infobae.
En la práctica, esta búsqueda de “relaciones maduras y de respeto” contemplará la idea de potenciar al máximo la política agroexportadora y la industria automotriz argentina como uno de los ejes que se trazó el Gobierno para salir de la crisis post pandemia.
La gestión de Scioli buscará así reflotar los lazos comerciales, los proyectos de infraestructura y la integración física. “Hay que desideologizar las relaciones y enfocarnos en trabajar juntos con Brasil para salir unidos de este flagelo mundial de la pandemia”, expresó Scioli hace unos días antes de partir a Brasilia tras una reunión que había mantenido con el Presidente.
En la Cancillería saben que el reto de Scioli será mayúsculo porque se trata del peor momento de las relaciones bilaterales en los últimos 40 años por varios motivos y ya que hace casi un año que la Argentina carece de embajador en Brasil.
Hasta ahora la Cancillería y Scioli diseñaron un relevamiento de la demanda potencial que hay en todos los estados del país vecino más allá de San Pablo y se decidió armar una red con los 10 consulados argentinos que hay diseminados en todo Brasil para apuntalar el comercio y llevar a las góndolas de los supermercados brasileños la mayor cantidad de productos argentinos posible.
La balanza comercial global, que en promedio siempre fue de unos 40.000 millones de dólares, en los últimos años resultó negativa para la Argentina en UDS 5.000 a 7.000 millones. El desafío de Scioli será levantar esa vara y relanzar el comercio.
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