La protesta contra el gobierno nacional que se replicó en diferentes puntos del país y también se hizo sentir fuerte en la puerta de la Quinta de Olivos, donde actualmente se encuentra el presidente Alberto Fernández y donde, desde que comenzó la pandemia, concentró la mayor parte de la gestión.
Miles de vecinos con cacerolas, bocinazos, banderas argentinas y pancartas con mensajes críticos contra el Gobierno se concentraron frente a la residencia presidencial. No hay símbolos partidarios ni dirigentes políticos conocidos.
Las consignas con las que protestan son las mismas que en otros puntos del país: la extensión de la cuarentena, la reforma judicial, la liberación de los presos durante la pandemia y la restricciones generadas por la Casa Rosada como parte del plan de acción para enfrentar la pandemia.
“Basta de traiciones a la patria. Se necesita un poder judicial independiente”, rezaba un cartel sostenido por una mujer. Otros tantos tenían nombres propios de víctimas de la inseguridad. Sus familiares se acercaron para pedir justicia.
Muchos vecinos decidieron hacer una caravana en sus autos y bordear todo el perímetro de la Quinta presidencial. Otros se agolparon contra la puerta principal y comenzaron a hacer sonar sus cacerolas para mostrar su disconformidad con la gestión del gobierno nacional.
En Juntos por el Cambio, no había hoy una posición unánime sobre la convocatoria, ya que varios dirigentes adelantaron su presencia en la manifestación, otros que mostraron su apoyo en redes sociales, y un tercer grupo expresó abiertamente su rechazo.
En tanto, desde el Gobierno, funcionarios y dirigentes instaron a los manifestantes a evitar las aglomeraciones que podrían poner en peligro lo logrado hasta ahora en el combate de la pandemia, una idea con la que coincidieron referentes gremiales y los organismos de derechos humanos.
Esta mañana el presidente Alberto Fernández hizo un llamado a la “unidad” y a terminar con la “necedad” para avanzar en un “diálogo y camino común”, al conmemorar 170 años del fallecimiento del general José de San Martín.
La marcha contra el Gobierno tuvo réplicas en los puntos más poblados del país. Se llevó a cabo en Rosario, Mar del Plata, Tucumán y Córdoba, entre otros tantos.
La mayor cantidad de gente se concentró en el Obelisco, el punto neurálgico de la Ciudad de Buenos Aires. Miles de manifestantes se concentraron en el microcentro porteño y sus alrededores. En su mayoría con barbijos y máscaras para cumplir con las medidas de cuidado en la vía pública.
Esta tarde el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, cuestionó la marcha. “Cuando todo esto pase, la enorme mayoría de los argentinos vamos a poder decir que promovimos la solidaridad y que honramos la memoria de los muertos por esta enfermedad. Entre esa enorme mayoría va a haber hombres y mujeres de todo el país y de todos los partidos. Pero también habrá una minoría que no va a poder decir esto cuando mire a los ojos a sus hijos”, expresó en declaraciones a Télam.
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