Son momentos decisivos para el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Durante el anuncio de la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el próximo 30 de agosto, los mandatarios trataron de encontrar la manera de convencer a la sociedad para que continúe cumpliendo la cuarentena y así evitar un colapso del sistema de salud. No obstante, al mismo tiempo y puertas adentro, se muestran preocupados por las consecuencias económicas de la pandemia.
Ese es el primer desafío que comparten los tres por estas horas: evitar que la gente se canse de estar encerrada en su casa y salga masivamente a la calle, porque consideran que eso podría conllevar un grave riesgo sanitario. Sin embargo, reconocen la validez de los reclamos de los trabajadores que aún no pudieron retomar sus actividades. De hecho, son conscientes de que, a punto de cumplir 150 días de confinamiento (el próximo lunes), muchos comercios volvieron a abrir en algunas zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), a pesar de que no cuentan con habilitación para hacerlo.
En ese sentido, otra complicación radica en que las ayudas que otorga el Estado en este contexto, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), no aumentan sus montos, a diferencia de la inflación, que sigue creciendo y este mes rondaría el 3%, según estimaron algunas consultoras privadas.
A esto se le suma que mañana se celebra el Día del Niño y el Gobierno teme que esta fecha particular resulte una oportunidad para que varias familias rompan la cuarentena y visiten a sus seres queridos. “Los problemas de contagio ocurren en los encuentros sociales que uno no puede dominar. Yo estoy seguro de que los que van a esos encuentros van con la convicción de que todos están sanos. Y esta es una enfermedad que enferma y no da síntomas. Y el asintomático enferma a otros“, advirtió el Presidente durante el anuncio del viernes.
En esa dirección, Alberto Fernández también mostró su inquietud al respecto y dio como ejemplo la situación en Jujuy, que no tuvo casos positivos de coronavirus durante más de 100 días, hasta que se detectó un brote que en poco tiempo derivó en un 93% de ocupación de la capacidad hospitalaria.
Por esta razón, las autoridades nacionales tratan de prestarle mucha atención a la manera en la que se comunica: quieren asegurarse de dar el mensaje adecuado para no generar más tensión en la sociedad y que el incumplimiento del aislamiento se generalice.
De hecho, tal como adelantó Infobae, los infectólogos que asesoran al Presidente le aconsejaron dejar de hablar de cuarentena y poner el foco en la necesidad de tomar recaudos individuales. “Seguimos hablando de cuarentena sin que en la Argentina exista una cuarentena: la gente circula, los negocios están abiertos y la actividad industrial está por encima del 90 por ciento”, sostuvo el mandatario nacional al anunciar la extensión del aislamiento, cumpliendo así con las recomendaciones de su equipo.
El tema comunicacional es algo que preocupa también a Rodríguez Larreta, aunque en su caso el conflicto radica en la necesidad de mantener en equilibrio su relación con sus aliados de la oposición y con el oficialismo. En este sentido, recientemente adelantó que no va a participar de la marcha en contra del aislamiento convocada para el próximo 17 de agosto.
“No voy a ninguna manifestación durante la cuarentena, a ninguna. Y te soy sincero, ni siquiera tengo en claro los términos de la convocatoria. Desde mi rol, respeto el derecho a manifestarse, pero no voy a ir”, explicó el mandatario porteño durante una entrevista televisiva.
Esta protesta también es cuestionada por el entorno de Alberto Fernández, que considera que podría significar también un riesgo sanitario debido a la concentración de personas que se espera para ese día, aunque insisten en que este cuestionamiento no busca reprimir las críticas de la sociedad contra las medidas del Poder Ejecutivo, sino advertir sobre un posible brote de contagios.
Otro de los dilemas que enfrentan los mandatarios se da en el plano económico. En este marco, el Presidente está terminando de cerrar los detalles de las 60 medidas de reactivación del país que viene anticipando desde hace días, aunque de haber algún anuncio al respecto sería recién a fines de la semana que viene.
El jefe de Estado tiene pensado hacer un acto por Zoom junto a los 23 gobernadores provinciales y a Rodríguez Larreta para darle un carácter federal al asunto, ya que se trata de iniciativas para potenciar las economías regionales, las pymes y la exportación.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof está analizando propuestas para avanzar con algún tipo de asistencia social para los habitantes de los sectores más vulnerables del Conurbano que, ante la imposibilidad de realizar los trabajos que hacían habitualmente en la informalidad, las famosas “changas”, necesitan ayuda para subsistir.
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