Cuando el Senado llevaba casi ocho horas de sesión, varias medias sanciones por unanimidad y una ley aprobada con un solo voto en contra (la ampliación presupuestaria) cambió el tono del debate y volvió la tensión entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos con el tratamiento de la ampliación de la Moratoria que se convirtió en ley.
El oficialismo sostuvo en soledad el proyecto mientras que la oposición anunció desde el inicio que preferían votar su proyecto de minoría. El resultado fue 41 a favor y 28 votos en contra.
Esteban Bullrich destacó la propuesta de su partido que incrementa el premio al buen cumplidor y amplía plazos de pago hasta el 2021. Y alertó que la iniciativa oficialista “tiene una discriminación ideológica entre pequeñas y grandes empresas que va a generar un problema legal”.
Por su parte, el entrerriano Alfredo de Angeli subió la apuesta y dijo que no era una “amnistía” como planteó Bullrich sino “un indulto a los que estafaron al país”.
Por el oficialismo el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Caserio, había defendido la iniciativa. “El artículo 13 se refiere a lo que pasa con los que ya se han acogido a la moratoria, pueden seguir con el plan actual o pueden desestimarla y adherirse a la nueva si así lo creen. “, explicó y agregó que “el artículo 15 invita a las provincias a que establezcan similares beneficios, esto es importante porque buscamos un esfuerzo compartido. Un esfuerzo en los ingresos brutos provinciales ayudaría a los contribuyentes y sería un buen gesto de acompañamiento”.
El senador del Frente de Todos, Oscar Parrilli, acusó hoy de “mentirosos” a los opositores que sostuvieron que la ley de moratoria fue hecha para beneficiar a empresas acusadas de delitos de corrupción y afirmó que “escuchar los argumentos del bloque de Cambiemos da vergüenza ajena”.
En los cierres Luis Naidenoff, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio” habló de “un acto de salvataje a los amigos del poder”. “Hay oficialistas que están convencidos de que el triunfo electoral vino de la mano de un indulto social” se quejó y alzó la voz: “La gente los votó para otra cosa, no se confundan, han votado un presidente para que represente otra cosa no para venir y redoblar la apuesta. Tienen mucho rencor”. A Parrilli le respondió: “No beneficia a todos, también es un golpe bajo para muchos ciudadanos, excluye a las personas humanas que a partir de agosto tienen que presentar Ganancias y Bienes Personales por el año 2019”. Y le pidió al oficialismo “mayor humildad” y“dejar de lado las confrontaciones internas”.
José Mayans hizo el cierre de la novena sesión remota del Senado. Como jefe del interbloque del Frente de Todos atribuyó a la oposición “operaciones” para “atacar al Gobierno”.
“Acá tuvimos un gobierno que fue desastroso entonces no es lo mismo la forma en que golpea la pandemia ante un país con reservas o con situación económica distinta a la nuestra”, repitió sobre ‘la herencia’ del la gestión macrista. “¿Más corrupción que la del Banco Nación que le dio $ 20 mil millones a una empresa sin garantías, más corrupción que lo que se hizo en el Correo con 77 mil millones, más corrupción que las energéticas? ”, preguntó.
Después se votó y volvió la grieta. Quien no regresó fue Cristina Fernández. La Vicepresidenta sólo estuvo en el inicio y después de escuchar el discurso en su contra de Esteban Bullrich se retiró para dejar su lugar a Claudia Ledesma Abdala y a Maurice Closs, alternativamente.
Como siempre tras la votación remota el secretario Parlamentario, Marcelo Fuentes, leyó el acta y chequeó. No se había registrado el voto de Parrilli y le pidió que lo dijera. Se oyó una voz masculina fuerte: “Negativo”. Y a Parrilli: “Positivo”. “Hay algún gracioso”, se molestó el peronista Fuentes mientras que avisó: “Lo más gracioso es que el voto de Naidenoff figura positivo”. El radical se rió y repitió que el suyo sí era negativo y luego le contó a Infobae que había apretado la opción equivocada y rectificó. Por la modalidad remota no quedó claro si hubo alguien que hizo una broma o si el “negativo” que se oyó fue el del radical intentando aclarar su error.
A las 23.43 Ledesma Abdala levantó la sesión. Antes habló por primera vez Carlos Reutemann desde Santa Fe. El senador del interbloque Federal dijo que no votó la emergencia cítrica porque se le cortó internet durante más de una hora.
El proyecto incluye a todas las personas humanas y jurídicas que habían quedado fuera del régimen de regularización de deudas aprobado a fin del año pasado en el marco de la llamada Ley de Solidaridad Social. El total de la deuda alcanza a $534.000 millones.
En Diputados la iniciativa logró 137 votos afirmativos y tres negativos. Hubo además 113 abstenciones de Juntos por el Cambio, una manera sutil de acompañar sin ponerle un freno al proyecto.
Entre algunas de las particularidades que presenta la ley, se pueden destacar los plazos y los montos. Como el Presidente Alberto Fernández anunció públicamente la intención de lanzar una nueva moratoria, muchas empresas y particulares empezaron a retacear sus pagos a la espera del anuncio que les propusiera un plan de cuotas, y esto hizo que al momento en que se presentó el proyecto en Diputados se acumulara una deuda de $281.700 millones, que se suma a los $230.000 millones que ya se encuentran en diferentes planes de pago.
Otro punto a destacar es que las grandes empresas que quieran participar de la moratoria quedarán excluidas del mercado cambiario para el pago de algunas operaciones.
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