Luego de 147 días de cuarentena, el presidente Alberto Fernández extendió hasta el 30 de agosto las medidas restrictivas en el marco de la pandemia por coronavirus. En un mensaje transmitido en vivo desde la Quinta de Olivos, donde estuvo acompañado por el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, aseguró: “El problema ya no es en el AMBA, el problema se ha diseminado por todo el país y por eso hay que potenciar todos los cuidados”.
A diferencia de otros anuncios, el jefe de Estado apuntó varias veces a la responsabilidad individual de la ciudadanía y planteó que hay que dejar de hablar de cuarentena porque muy pocas personas cumplen con las medidas ordenadas por el Estado. “Seguimos hablando de cuarentena sin que en la Argentina exista una cuarentena; la gente circula, los negocios están abiertos y la actividad industrial está por encima del 90 por ciento”, aseguró.
El nuevo marco regulatorio comenzará a regir el próximo lunes. Incluirá algunos cambios en la Ciudad de Buenos Aires y el retorno a fase 1 de varias provincias que habían reanudado actividades y deberán volver atrás porque sufrieron rebrotes de casos. Esos distritos fueron calificados como “zonas rojas” por el jefe de Estado, que señaló varias veces a la provincia de Jujuy como ejemplo.
“Jujuy no tuvo un caso durante más de 100 días. Y si revisamos unos meses atrás, Jujuy se ofrecía para que los equipos de fútbol vuelvan a entrar. Y un día dos jujeños fueron a comprar hojas de coca a Bolivia, trajeron el virus y así estamos con Jujuy”, desarrolló. Esa jurisdicción tiene un 93% de ocupación hospitalaria –según informó el Presidente– y pidió asistencia al Ministerio de Salud de la Nación.
Fuentes oficiales explicaron que continuarán bajo aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) Jujuy, Río Gallegos (Santa Cruz) y Río Grande (Tierra del Fuego). Se suman Tartagal (Salta), La Rioja capital y Chamical, Santiago capital y La Banda.
El Presidente no dio precisiones sobre si continuará la prohibición de encuentros sociales en todo el país, pero los responsabilizó por el aumento de los contagios registrado en los últimos días. Sí precisó que el Ministerio de Salud aprobó los protocolos para la realización de actividades deportivas individuales, sin competencia, en canotaje, gimnasia, golf, surf, skate, tiro, yatching, acuáticos, atletismo, remo, natación, pesas, pentatlón, tenis, tenis de mesa, ciclismo, equitación, squash, esgrima, badminton y paddle.
Otras disciplinas están en proceso de aprobación. Los protocolos serán publicados por el Ministerio de Turismo y Deportes.
El mandatario utilizó varios gráficos para explicar cómo se propagó el virus en las últimas semanas. Además, mostró estadísticas que indican que la Capital Federal tiene las tasas de incidencia y de mortalidad más altas del país. Pese a ello, valoró que la Ciudad transita una “meseta” de casos que podría indicar que lo peor ya pasó.
“En la Ciudad han logrado amesetar los contagios en un número alto. Confiamos en que esa meseta empiece a bajar en algún momento. Y yo creo que en el Gran Buenos Aires está sucediendo lo mismo, pero tiene una densidad demográfica mucho más grande. Todos los expertos dicen que en el GBA esto ocurrirá entre dos y tres semanas después que en la Ciudad de Buenos Aires”, aseguró.
Fernández, Rodríguez Larreta y Kicillof coincidieron en marcar que la aparición de la vacuna –que todavía no superó la fase 3 de investigación– podría significar el final del problema. Por ese motivo, instaron a la población a tener más responsabilidad que nunca para llegar hasta el primer trimestre de 2021, fecha en la que se estima que se comenzará a aplicar en escala la nueva dosis.
Las frases más destacadas del presidente Alberto Fernández:
“Seguimos hablando de cuarentena sin que en la Argentina exista una cuarentena; la gente circula, los negocios están abiertos y la actividad industrial está por encima del 90 por ciento”.
“La realidad es que está en nuestras manos cuidarnos, ya no depende de una decisión política del Presidente o del gobernador”.
“Esto empezó como aislamiento obligatorio, después se convirtió en distanciamiento social porque poco a poco fuimos abriendo la circulación de la gente, fuimos abriendo actividades, comercios, industrias con protocolos. Todo ha funcionado bien”.
“Los problemas de contagio ocurren en los encuentros sociales que uno no puede dominar. Yo estoy seguro de que los que van a esos encuentros van con la convicción de que todos están sanos. Y esta es una enfermedad que enferma y no da síntomas. Y el asintomático enferma a otros”.
“Jujuy no tuvo un caso durante más de 100 días. Y si revisamos unos meses atrás, Jujuy se ofrecía para que los equipos de fútbol vuelvan a entrenar. Y un día dos jujeños fueron a comprar hojas de coca a Bolivia, trajeron el virus y así estamos con Jujuy”.
“Tenemos que entender la dimensión del problema. Con eso siento que estoy cumpliendo con la regla bioética. Quiero decirles la verdad: hoy tenemos una ventana de esperanza. Nos decían que no estábamos preocupados por la vacuna, pero la verdad es que en silencio, trabajando con México, con el laboratorio, con Oxford, logramos ser el productor de la vacuna para todo el continente”.
“Ahora les digo que estamos trabajando para que lo antes posible tengamos la vacuna. Yo confío en que eso puede ocurrir durante el primer trimestre del año entrante. Mi gratitud por haber elegido a la Argentina y un laboratorio argentino de capitales privados. Y mi alegría de hacerlo con México, gobernado por mi amigo López Obrador”.
“A los adultos mayores les pido que se sigan cuidando y se sigan quedando en sus casas”.
“Tenemos un problema muy serio. Se ha expandido en todo el territorio el virus. Y vamos a ver cómo esa expansión del virus ha hecho que las camas empiecen a ocuparse a otro ritmo y nos exijan a nosotros reclamar más cuidados”.
“Todos los gobernadores atribuyeron el aumento del contagio a la mayor circulación. Todos estuvieron de acuerdo con que el foco del problema está en las reuniones sociales: allí circula el virus con más facilidad”.
“Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos lograron una experiencia muy interesante. En cuanto detectaron el foco, aislaron todo el barrio. Focalizaron los lugares de infección y fueron muy estrictos. En Córdoba multan las reuniones de personas”.
“En la Ciudad han logrado amesetar los contagios en un número alto. Confiamos en que esa meseta empiece a bajar en algún momento. Y yo creo que el Gran Buenos Aires está siguiendo lo mismo, pero tiene una densidad demográfica mucho más grande. Todos dicen que en el GBA esto ocurre entre dos y tres semanas después que en la Ciudad de Buenos Aires”.
“Mi dilema ético lo resolví el primer día. Estamos enfermos, el modo de curarnos es preservarnos en nuestra casa. No nos expongamos”.