El constitucionalista Daniel Sabsay criticó la reforma judicial impulsada por el Gobierno pero se concentró en argumentar en contra la constitucionalidad del consejo asesor conformado por el Presidente para la reforma de la Corte, su integración “monocolor”, el “conflicto de intereses” de Carlos Beraldi y León Arslanián, “abogados defensores de dos de las personas involucradas en delitos de corrupción que han presentado recursos a la Corte”, el “modo en que se quiere sacar al procurador interino” Eduardo Casal y además consideró riesgoso que se establezca que los jueces deben denunciar presiones mediáticas. “El Consejo de la Magistratura es el organismo que más requiere modificaciones”, subrayó Sabsay.
Apenas abrió la ronda de preguntas, el kirchnerista Oscar Parrilli dijo que el constitucionalista “me ha decepcionado porque más que un argumento del punto de vista jurídico he escuchado un alegato político, partidario, expresión de algunos medios de comunicación. Me llamó la atención que hablara de impunidad. Ha dicho que son inconstitucionales los decretos de Alberto Fernández y nunca lo escuché hablar de los más de 40 DNU de Mauricio Macri que se llevó puestas las leyes, nunca lo escuché hablar del Poder Judicial cuando el gobierno anterior pidió más de 30 juicios políticos a jueces por el contenido de sus sentencias, ni tampoco lo escuché hablar cuando el relator de Naciones Unidas denunció el amedrentamiento del Poder Ejecutivo al Poder Judicial”.
Parrilli se extendió e insistió en que había dado “un alegado político lleno de vaguedades imprecisiones, frases hechas casi copiadas de los medios de comunicación. Me ha decepcionado, he visto muy poca seridad”.
Sabsay no se quedó callado. “Lo que ha hecho el senador Parrilli es una desacalificación, no estoy acostumbrado a que nadie me descalifique ni me maltrate, usted ha hecho un alegato a través de consideraciones políticas”, retomó y apuntó el riesgo en la designación de jueces subrogantes “por un criterio amañado y poco creíble” que al postularse para el mismo cargo, “se transforman en jueces presionables”. Y apuntó a que en la iniciativa “hay un grave ataque a la libertad de expresión porque se habla de que los jueces tienen que denunciar las presiones mediáticas”. Miró a Parrilli y apuntó: “Usted se ríe porque no le interesa”.
El neuquino lo interrumpió: “Estoy frente a un dirigente opositor, le respeto la opinión política, tenía que saltar defendiendo a los poderes mediáticos”.
“Cómo le gusta maltratar”, repitió Sabsay que varias veces agradeció el trato a los senadores opositores y subrayó el “mucho respeto” con que le dio la palabra la presidenta de la comisión la oficialista María de los Angeles Sacnun. Precisamente, la santafesina varias veces intercedió para dar la palabra a unos y otros, laudar y evitar que los cruces pasaran a mayores.
“Quiero dejar a salvo mi honra, no voy a permitir aunque sea un senador de la Nación y poderoso que me maltrate y me desprestigie, le pido que vea los diarios de la época de Macri. Fui el primero que criticó los decretos de designación de jueces de Macri. Me extraña que esté tan mal informado, no estoy afiliado a ningún partido ni pertenezco a ningún partido, lo que dice es inválido, no represento a ningún poder mediático, solamente quiero que se respete la libertad de expresión, y que se me respete en esta comisión, usted me está atropellando”.
En ese momento fue cuando Sacnun volvió a calmar ánimos. “Quédese tranquilo que acá se han expresado todos, vamos a continuar porque hay muchas preguntas”.
A continuación tomó la palabra el rionegrino Alberto Weretilneck, un opositor que en algunos temas vota en alianza con el oficialismo. “No se sienta perseguido ni coartado, es exagerado utilizar esos conceptos, el Senado ha tomado la decisión de escuchar a todos aquellos que tienen una opinión o punto de vista sobre este proyecto”, consideró y aseguró que en el país y en la cámara alta “hay libertad de expresión, cada uno dice lo que quiere como quiere, ponen los carteles que quiere. Que haya debate significa que hay democracia, que haya consideraciones personales es democracia”.
Tras pedirle que no se sintiera herido, le señaló que “no estamos analizando la ampliación de la Corte, ni el Consejo de la Magsitratura. Me hubiera gustado escuchar su opinión sobre el proyecto”. Pero, le solicitó que “cuidemos la palabra cuando hablamos de libertad de expresión, más personas como ustedes que tienen más acceso que nosotros a los medios de comunicación. “Este Senado y esta Argentina de hoy le permite a todas y a todos los argentinos decir lo que quieren decir en las circunstancias que quieran. A nosotros, los políticos, nos juzgan de la mañana a la noche desde los periodistas hasta los constitucionalistas como usted. Pero cuando nosotros decimos algo se molestan. Es un ida y vuelta, no hay que enojarse”, aconsejó.
Lejos de calmarse, Sabsay le respondió fuerte. “Me parece muy bien la solidaridad con el otro senador. Pero la libertad de expresión nunca se la defiende suficientemente”, manifestó y mencionó la enmienda que pidió Parrilli días atrás. “A través de ese tonito campechano me trata de horadar”, se quejó sobre el ex gobernador Weretilneck que para avanzar le pidió opinión sobre el traspaso de la Justicia Federal a la Ciudad de Buenos Aires. “A los del interior nos molesta un poquito pagar la Justicia de los porteños”, consideró el rionegrino.
Sabsay, citado entre los expositores de Juntos por el Cambio, habló de la “desprolijidad notable” del proyecto de ley de reforma judicial, la falta de un mapeo y “la notable improvisación con que se ha hecho”. En todo momento pidió no escindir el debate del Senado de la propuesta que haría el Consejo Asesor conformado por el Presidente con una docena de especialistas para, eventualmente, reformar el funcionamiento de la Corte. “Se ha querido apuntar a la impunidad de aquellos que se encuentran sujetos a procesos por graves delitos contra el Estado” remarcó.
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