Las autoridades sanitarias de Corrientes informaron este lunes que se produjo un brote de coronavirus en un hospital pediátrico, por lo que en los próximos días se analizará si se procede a un cambio de fase del aislamiento, según el alcance de los contagios.
“En 48 horas vamos a medir la proyección y posibilidad de compromiso ciudadano de este brote en conglomerado, detectado en el hospital pediátrico Juan Pablo II”, precisó el comité de crisis local en una rueda de prensa.
Durante su exposición, el ministro de Salud Pública de esta provincia, Ricardo Cardozo, precisó que en ese establecimiento fueron diagnosticadas 21 personas con COVID-19, aunque aseguró que ahora la situación está “controlada porque cada caso tiene trazabilidad”.
No obstante, el funcionario correntino advirtió que “eso no implica que a lo mejor en 48 horas se recomiende el cambio de fase”. Actualmente, el distrito se encuentra en la etapa cinco del aislamiento, con 80 infectados activos, de los cuales 36 son de la capital, 32 de Paso de los Libres, 6 de Mocoretá, 5 de Itatí y 2 de Alvear.
“Transcurrimos un período de alerta máxima respecto a la situación de la pandemia en la capital. Los próximos días son claves para observar la evolución de los casos. Pedimos a todos los capitalinos extremar los cuidados y respetar las medidas de prevención. Seamos responsables”, escribió el gobernador local, Gustavo Valdés, en su cuenta oficial de Twitter.
El nuevo brote corresponde a once miembros del personal de salud, cinco niños pacientes del área de quemados y cinco madres que acompañan a sus hijos internados en el hospital pediátrico, cuyos test tuvieron resultados este lunes, según indicó el ministro Cardozo.
Por otra parte, debido a que los profesionales médicos afectados también se desempeñan en establecimientos privados, fueron cerrados el sanatorio del Norte y la clínica del Iberá de la capital, donde, según la directora de Epidemiología, Angelina Bobadilla, se estableció “una pausa” y no una suspensión por 14 días.
“Se están tomando medidas concretas en nuestro hospital y hemos mantenido reuniones en el sector privado, para trabajar en medidas conjuntas teniendo en cuenta que el personal trabaja en uno y otro sector”, dijo al respecto el ministro de Salud Pública.
En ese sentido, se tomó la decisión de reforzar la protección a los empleados sanitarios, se corrigieron y mejoraron circuitos dentro de los hospitales para evitar que el personal del servicio público pase al sector privado y se van a restringir visitas a los pacientes.
Días atrás, la pandemia en esta provincia estaba tan controlada que sus autoridades habían decidido no acatar el decreto presidencial que prohíbe las reuniones y encuentros sociales hasta el 16 de agosto, día en que terminará la nueva etapa de la cuarentena.
“Nosotros estamos bien, en una situación sanitaria buena, sin circulación viral comunitaria, así que no hay razones para suspender las encuentros sociales y familiares”, había explicado el secretario General de la Gobernación, Carlos Vignolo.
Hasta ese momento, Corrientes era uno de los distritos de la Argentina con menos casos de coronavirus, ya que a principios de agosto solamente registraba 195 infectados. Y la gran mayoría ya habían sido dados de alta a lo largo de los últimos cuatro meses.
“Debemos aclarar algunas cosas: nunca estuvieron permitidas las fiestas. Sólo reuniones familiares, con amigos y hasta un máximo de 10 personas. No nos podemos relajar. Hay que controlarnos”, advirtió Vignolo al anunciar que esta provincia no adhería al DNU firmado por el presidente Alberto Fernández.
En aquella ocasión, el funcionario había señalado que “la misma norma nacional deja a salvo algunas excepciones, entre las que Corrientes funda la decisión de no prohibir las reuniones sociales”.
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