El 58,5% de la población contestó que si fuera presidente flexibilizaría la cuarentena. En realidad, el 33% la haría más flexible y el 25,5% directamente la levantaría, un porcentaje que se viene consolidando en las últimas semanas. En cambio, solo el 26,2% la haría más rígida y apenas el 12% la mantendría igual, que en conjunto suman el 38,2% de los encuestados en un estudio nacional realizado los primeros días de agosto por la consultora Synopsis.
Desde junio se observa una caída sistemática del respaldo a las medidas para paliar las consecuencias sanitarias de la pandemia. En ese momento, el 53,5 avalaba las medidas tomadas por el Presidente, un porcentaje que fue bajando con el paso del tiempo.
También creció la preocupación de la población sobre la situación económica personal. Ante la pregunta de si “en este momento, ¿qué le preocupa más: el coronavirus o su situación económica?”, quienes eligieron la opción “de mi situación económica” en junio eran el 48,2%, pero en la última medición ese grupo aumentó casi diez puntos, llegando a 57,8%. En cambio la preocupación por el coronavirus disminuyó. Actualmente está en 39,3%, cuando en junio estaba en 47,5%.
Otra caída consistente se puede verificar en la evaluación de las medidas que tomó Alberto Fernández para enfrentar la pandemia. En tanto a finales de marzo la evaluación positiva estaba en 78,7%, ahora está en 40,8%. La evaluación negativa que a fines de marzo estaba en 4,3% viene creciendo, para alcanzar en esta última medición el 34,2%.
En este contexto es razonable que crezca la imagen negativa del Presidente que, por primera vez desde septiembre de 2019, es más alta que su imagen positiva. En efecto, la imagen positiva de Fernández está en 40,6%, en cambio su imagen negativa en 43,3%. La imagen neutra, es decir, los encuestados que no opinaron ni en forma positiva ni negativa del Presidente, está en el orden de 15,5%. Pero si no se incluye la respuesta neutra, y se distribuye en forma proporcional en las otras dos opciones, la imagen negativa está en 52,2% y la positiva en 47,2%.
También la evaluación del desempeño del Gobierno se expresa más negativa que positiva. Quienes lo evaluaron en forma negativa llegaron a 44,3%, en cambio en forma positiva 42,1%. En forma neutra está en el orden de 12,9%.
Entre los principales problemas que tiene el país, llama la atención que la mayoría eligió la corrupción, que alcanzó el 28%, cuando se trata de una agenda que no habla de situaciones de este Gobierno. El segundo problema es la inseguridad, que llega al 20%. En tercero y cuarto lugar se ubican la salud (16,7%) y el desempleo (15,5%).
Finalmente, también se destaca que ante las elecciones de medio término que están previstas para el año próximo, el 47,5% manifestó que votará a “otra fuerza política” y el 36,8% al Frente de Todos. Solo 15,7% se declaró indeciso, pero proyectándolos con el voto de 2019 el oficialismo podría ganar con el 40% de los votos si la oposición se fragmenta.
Al respecto, Lucas Romero recordó quiénes y con qué porcentaje ganaron las elecciones de medio término en comicios anteriores. En 1985, ganó Raúl Alfonsín con 43,5%, en 1993 ganó Carlos Menem con 42,5%, en 2005 ganó Néstor Kirchner con 39,0% y en 2017 ganó Mauricio Macri con 41,7%. “Las elecciones de medio término suelen tener una oferta electoral más fragmentada, por eso los niveles máximos de votos son bajos comparados con las presidenciales”, explicó el director de Synopsis. Y sostuvo que “hoy, con proyección de indecisos, el Frente de Todos podría estar alcanzando la barrera del 40% de votos”.
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