Luego de cuatro años y cuatro meses en prisión, Lázaro Báez no se conmueve con ninguna resolución judicial favorable. Ocurrió hace un mes, cuando estuvo muy cerca de dejar la cárcel por un fallo de la Cámara de Casación. Su primera reacción fue protestar porque iba a dejar solo a su hijo, Martín. Apenas trascendió el lugar elegido para cumplir con la prisión domiciliaria, los vecinos del barrio Ayres del Pilar salieron a protestar. Los reclamos se masificaron el 9 de julio. El empresario vio todo por televisión y pensó en un plan B.
Según pudo saber Infobae de fuentes de su familia, Báez llamó desde la cárcel de Ezeiza a su ex mujer Norma Calismonte y luego a uno de sus hijos para interiorizarse de la situación de la “chacra 39”, conocida por la denuncia de Elisa Carrió sobre la famosa bóveda. La Justicia nunca pudo comprobar la existencia de esa bóveda y la causa terminó archivada. Antes, el empresario abrió las puertas de su refugio para mostrar que solo tenía una bodega de vinos.
Esa chacra, ubicada en las afueras de Río Gallegos, tiene seis hectáreas y todas las comodidades propias de un millonario: pileta climatizada, cancha de fútbol con césped natural y sistema de iluminación propia, un gimnasio completo y un total de cinco habitaciones, la mayoría con baños en suite.
En 2016, cuando fue allanada, los efectivos de la Gendarmería y la PSA que ingresaron al lugar se sorprendieron con otro detalle: un inmenso armario, digno de una celebridad, lleno de ropa de primera marca que nunca se había utilizado, una estatua de bronce de Néstor Kirchner y un galpón repleto de autos de alta gama.
Esa chacra fue el escenario del primer encuentro entre Báez y Leonardo Fariña, en marzo de 2010. Esa noche, el arrepentido se sorprendió por la seguridad perimetral y por las comodidades del lugar. La charla fue extensa. Entre mollejas y un costillar, hablaron de autos importados y hasta de política.
Fariña terminó trabajando con Báez y visitó varias veces la chacra más lujosa del empresario. “Cuando estaba en Río Gallegos, los viernes cenabamos juntos en la chacra”, le contó a Infobae.
La propiedad está embargada, pero sigue siendo frecuentada por la familia Báez. “Hay un encargado que se ocupa del mantenimiento básico, corta el pasto y hace algunos arreglos”, dijo una fuente que suele visitar el lugar. Los gastos corren por cuenta de la inmobiliaria que administra los alquileres de la familia.
El fiscal Abel Córdoba acaba de incluir esa chacra en el listado de bienes que deberían ser decomisados en el juicio de la ruta del dinero K. Según ese documento, al que tuvo acceso Infobae, la chacra tiene una valuación fiscal de apenas $47.811.000. Solo a nombre del empresario, hay otras 44 propiedades que podrían terminar siendo rematadas.
Cuando tenía esperanzas de irse a su casa, Báez llamó a su familia. Quería saber dónde estaba la escritura de la chacra. Tras una consulta con la escribanía Albornoz, le contestaron que esa escritura había sido secuestrada en los allanamientos ordenados por el juez Casanello. Desde entonces, está en poder de la Justicia.
El “plan B” del empresario por ahora quedó en suspenso. Fuentes judiciales y de su propia defensa confirmaron a este medio que el único domicilio presentado ante la Justicia es el barrio Ayres del Pilar, donde tiene una casa y dos lotes a nombre de Badial SA. “No hay plan B, si lo habló con su familia, quedó entre ellos”, dijo una fuente de la defensa. Sin embargo, horas después de las protestas de los vecinos, la abogada Elizabeth Gassaro había declarado que estaban estudiando otras opciones.
Esta semana, el Tribunal Oral Federal 4, a cargo del juicio por “la ruta del dinero K”, rechazó otra vez la domiciliaria que dispuso el juez Sebastián Casanello en marzo. “Los riesgos procesales siguen vigentes”, coincidieron los jueces. Para la defensa, no hay argumentos legales para que siga detenido. Es más, hablan de animosidad contra Báez de parte del TOF 4. “Tres fiscales, un juez federal y dos jueces de Casación ya dijeron que no tiene que estar detenido”, se quejaron.
Con el juicio oral postergado hasta el 19 de agosto, los abogados del empresario apuntan ahora a “ganar la batalla” en la Sala IV de la Cámara de Casación, que ya dijo que Báez debería ser excarcelado. Para la defensa, no alcanza con una reducción de la fianza, ratificada por el tribunal en $632.500.000. “No tiene plata, ni siquiera para pagar un seguro de caución por una cifra muy inferior”, repiten los abogados.
Por el debate sobre la fianza, Casación realizará una audiencia (por la pandemia solo se entregan escritos) y ahora tiene cinco días para resolver. El fiscal Javier de Luca volvió a expresarse a favor del empresario K. “Solicito que se resuelva en esta instancia, de una vez por todas, la situación cautelar de Lázaro Antonio Báez, teniendo en cuenta la legislación vigente, nacional e internacional, y dejando de lado supuestas ‘soluciones creativas’ que no tienen ningún sustento legal constitucional”, remarcó en su escrito.
Según pudo saber Infobae, Casación podría bajar la fianza dispuesta por el TOF 4, ya que tuvo en cuenta el valor del dólar blue, algo que tiene pocos antecedentes en la jurisprudencia. También podría insistir en hacer efectiva la domiciliaria. El gran interrogante es si vuelve a dejar la definición en manos del tribunal. En ese caso, el empresario podría terminar el juicio detenido.
Ayer, la misma sala de Casación se expidió sobre el caso de Martín Báez y rechazó el último recurso presentado. Pese a la expectativa de la familia, el mayor de los hijos del empresario escucharía la sentencia desde Ezeiza.