El arzobispo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mario Poli, les pidió a las autoridades que no sean indiferentes ante el aumento de la pobreza infantil en la Argentina. En la tradicional misa de San Cayetano, que en esta oportunidad los fieles siguieron a través de redes sociales por la pandemia de coronavirus, el primado planteó un pedido especial.
“Hoy vamos a pedir para que no les falten el pan y lo necesario para una vida digna a todos los argentinos, pero muy especialmente pediremos por estos más de 7 millones de chicos y chicas pobres, con niveles de indigencia que nos avergüenza y nos humilla”, introdujo.
Y analizó: “Que nadie se escandalice, escandalizarnos no sirve de nada; dejemos que nos golpee el corazón porque sabemos que en la indigencia la supervivencia se hace difícil y deja huellas que no pocas veces marcan la vida entera. Ante esta realidad, no podemos pasar indiferentes, nos debe mover la conciencia a los adultos, especialmente a los que tenemos alguna responsabilidad en la dirigencia de hoy”.
“Nos tiene que golpear fuerte a nuestra conciencia porque está en juego la vida de una generación de niños, adolescentes y jóvenes que nos van a suceder. Ellos son el verdadero tesoro de la nación, no en cifras, son personas y sufren. Y hay dolor y lágrimas”, completó.
La alusión a la pobreza infantil tiene una explicación. Esta semana, UNICEF Argentina estimó que entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020 se sumaron 1,3 millones de niños y niñas a la pobreza.
UNICEF Argentina basa sus cálculos en datos oficiales del INDEC y pronósticos del PBI provenientes del FMI entregados el pasado 24 de junio. En base a esas proyecciones, actualizó la muestra y concluyó que los niveles de pobreza infantil, que en mayo fueron de 58,6%, pasarán en diciembre a 62,9 por ciento.
De confirmarse la estimación, los niños y niñas pobres pasarán de 7 millones en diciembre de 2019 a 8,3 millones en diciembre de 2020.
La homilía incluyó una frase que pareció estar vinculada a la intención del Poder Ejecutivo de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo: “La promisoria infancia espera que se legisle para la vida y nunca para la muerte, para la muerte de nadie, para que haya trabajo, educación, justicia e igualdad de posibilidad para todos, en especial para los más postergados”.
Durante la celebración religiosa de esta mañana en el santuario de Liniers, Poli envió además un mensaje especial a los trabajadores de la salud que están en la primera línea de batalla en la lucha contra el coronavirus: “Llegue esta bendición a quienes trabajan en hospitales, clínicas y en los lugares done son atendidos los afectados por la pandemia”. “Si estamos aquí, es porque queremos rezar por ustedes; los bendecimos, merecen todo nuestro respeto y cordial gratitud por el esfuerzo que hacen”, completó.
Este viernes 7 de agosto se abrieron las puertas de la Iglesia de San Cayetano simbólicamente, a través de las redes sociales. Como se lee en la página web del santuario, es una “Fiesta en modo Covid 19”. A las 11 de la mañana el arzobispo Poli ofició una misa. El tradicional camino del peregrino, que se inicia en la puerta donde está el santo y se recorre por todo el templo, se realizará virtualmente. Cada hora habrá bendiciones. Se pidió especialmente a los devotos que no asistan al santuario ya que se encuentra completamente cerrado y vallado.
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