“Eli Gómez Alcorta, disculpas a vos y todas las compañeras del gabinete y mujeres en general x la foto de ayer, testimonio de que nos falta mucho x aprender y de la importancia de tu trabajado y el de tu equipo. Nos debemos una charla y acepto tu ayuda para que no vuelva a repetirse”. El 4 de junio pasado, Juan Pablo Biondi, vocero del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, le pidió disculpas públicas vía Twitter a la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, quien había protestado por una foto del Primer Mandatario con empresarios hombres.
Un mes exacto antes, la secretaria de Legal y Técnica del propio Gobierno, Vilma Ibarra, escribió en la misma red social un mensaje con una crítica idéntica a la que luego haría Elizabeth Gómez Alcorta: “Ninguna reunión de personas empresarias y sindicalistas con el gobierno está completa sin mujeres. Somos parte central del mundo empresarial, del trabajo, de la creatividad y de la búsqueda de soluciones. Somos imprescindibles para poner a la Argentina de pie #EsconTodas”.
A partir de estos episodios, que ponían en contradicción a un gobierno que creó justamente un ministerio para propiciar la equidad de género y la diversidad, la Casa Rosada anunciará el viernes en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada un nuevo protocolo para garantizar la paridad en las audiencias presidenciales.
Justamente con la colaboración de la cartera que conduce Gómez Alcorta, la Secretaría General de la Presidencia de la Nación elaboró esta nueva normativa que exigirá, de ahora en más, que en las audiencias que cuenten con cuatro o más asistentes, se asegure una participación de mujeres y personas LGBTI+ de al menos el 33%. Y la misma proporción corresponderá a cada una de las delegaciones gubernamentales.
El Protocolo de Audiencias Presidenciales con Perspectiva de Género fue pensado, según explicaron fuentes de la Presidencia a Infobae, a raíz de que detectaron una problemática real en torno a la representatividad de géneros en la mayoría de las audiencias del Presidente de la Nación.
“Vemos que hay pocas mujeres o muchas veces ninguna en las audiencias del Presidente”, admitió un funcionario que trabaja cerca de Alberto Fernández. Quienes están a cargo de esas audiencias comenzaron a notar a partir de las quejas de las propias funcionarias que no se cumplía con el cupo en reuniones. Les pasó en los encuentros del Presidente con la CGT, la UIA o la Conferencia Episcopal.
Y también les llegó la onda expansiva de las quejas en redes sociales, desde movimientos feministas, usuarias y usuarios. Incluso la incomodidad llegó al extremo cuando descubrieron la cuenta de Instagram “Mujeres en la foto”, especialmente dedicada a exhibir esta problemática.
“Desde la Secretaría General y desde la Dirección General de Audiencias se elaboró este Protocolo para comenzar a revertir este escenario y aumentar la presencia de los géneros y las diversidades en los espacios de participación, discusión y debate”, comentó a Infobae Nicolás Ritacco, director general de Audiencias.
Para la elaboración del protocolo colaboró el ministerio que conduce Gómez Alcorta. También confeccionaron cursos para dictar a las personas que integran Dirección de Audiencias, y capacitaciones de concientización a quienes no cumplan con el protocolo o no comprendan su importancia.
Además de la participación obligatoria de mujeres y de población LGBTI+, en un mínimo de 33% en las audiencias solicitadas cuando los o las asistentes superen las cuatro personas; la Dirección de Audiencias podrá pedir que se hagan modificaciones en la participación; las ubicaciones se distribuirán teniendo en cuenta además del rango protocolar, la representación equilibrada de los géneros; se evitarán expresiones que reproduzcan estereotipos de género; y se les enviará una nota a quien no haya cumplido con el Protocolo en la que se pondrán a disposición cursos y capacitaciones en la temática de género dictados por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.
El secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, dijo que “esta medida se inscribe en las políticas de igualdad de género asumidas por el gobierno como política de Estado”.
“Se hace necesario contribuir a desnaturalizar los procesos que reproducen y legitiman la brecha en la participación de los colectivos históricamente desplazados de la agenda pública”, expresó Gómez.
Más allá de que se apunta específicamente a las audiencias del Presidente de la Nación, en Casa Rosada comentaron a este medio que con esta medida también “obligamos entre comillas” a que muchos ministros “se bajen” de alguna audiencia o manden a una Secretaria de Estado mujer. Como “ejemplo perfecto”, ubican el rol la secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti, quien lleva un papel protagónico en la comunicación estratégica del manejo de la pandemia del Covid-19.
“La idea es que, además de alentar la participación de mujeres en los espacios de debate e interés, los que no cumplan con este protocolo realicen un seminario en el Ministerio de Mujeres para entender la importancia de la diversidad en los espacios de debate y toma de decisión”, comentó Ritacco, quien admitió: “Teniamos un problema grande. Y ‘volver mejores’ implica no tener un discurso único sino aprender de los errores y rectificarlos con políticas públicas eficientes”.