“Ministro hay rumores, pero por prudencia no le voy a preguntar”, le dijo un diputado nacional a Martín Guzmán, vía zoom, sobre el acuerdo con los acreedores. Desde el Palacio de Hacienda Guzmán se sonrió, pero no pronunció una sola palabra al respecto. También sonrió Sergio Massa desde Diputados y cuando alguien más intentó sonsacarle algo al ministro, el presidente de la Cámara baja interrumpió: “Dejemos que termine de cerrar este tema... Una palabra mal comunicada puede hacer fracasar un acuerdo exitoso”. “Hagámosle caso al presidente de la cámara, que de esto sabe”, siguió la broma, risueño, el titular del ministerio de Economía.
El tema al que hacía referencia era la reestructuración de la deuda bajo legislación local que mañana se convertirá en ley en el Congreso, acuerdo mediante con la oposición. Escucharon, y preguntaron durante dos horas, los diputados del Frente de Todos que integran las comisiones de Presupuesto y de Finanzas: Carlos Heller y Fernanda Vallejos, sus presidentes, y el sanjuanino José Luis Gioja, el entrerriano Marcelo Casaretto y el neuquino Darío Martínez, entre otros. A Massa lo acompañó Máximo Kirchner, jefe del bloque del Frente de Todos, que en un momento se retiró de la reunión, no se vio más en pantalla y pronto regresó. En Economía, a Guzmán lo acompañaron el secretario de Finanzas, Diego Bastourre; el de Hacienda, Raúl Rigo, y la vicejefa de gabinete Cecilia Todesca.
Aunque no calmó ansiedades ni dio pistas, Guzmán dejó conformes a los diputados que elogiaron su tranquilidad y “firmeza”. No hubo manera de hacerlo decir lo que no quería aunque aceptó preguntas de todo tipo y hasta accedió al planteo que el Frente de Todos hizo en privado y evitó en público establecía el proyecto de ampliación presupuestaria, también en el orden del día de mañana. Acordaron finalmente dejar afuera de la iniciativa la cuestión del IVA y debatirla a futuro cuando se plantee una reforma impositiva integral. Los diputados también se fueron de la reunión satisfechos con la suba al Fondo del Transporte que alcanzaría unos $ 10.500 millones.
“Se charló de todo y cada cual preguntó lo que quiso”, celebró un legislador mientras otros señalaban que el ministro explicó qué pasará con el contado con liquidación, los detalles de la deuda bajo legislación local y las medidas de incentivo del mercado en pesos.
Después del encuentro, Massa avisó a la oposición que esta tarde firmará el decreto de convocatoria a la sesión para mañana, mientras que a las 18 se reúnen las comisiones de Hacienda y de Finanzas para suscribir el dictamen que se llevará al recinto. Según lo acordado y en tiempo récord, Diputados convertirá en ley el proyecto de restauración de la sostenibilidad de la deuda emitida bajo ley argentina, además de la creación de la Comisión Nacional de Asuntos Relativos a las Malvinas y el mapa que establece la nueva plataforma continental. La ampliación presupuestaria, con modificaciones al proyecto original sin el polémico ítem sobre el IVA a la leche que cuestionó Juntos por el Cambio, lograría media sanción y sería girado al Senado.
Tras dos maratónicas sesiones, una especial el jueves en la que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, presentó su informe mensual, y otra el viernes para debatir la ampliación de la Moratoria y la modificación a la Ley de Quiebras y Concursos, Massa firmará el llamado a la tercera sesión en menos de siete días que arrancaría a las 14, tras la reunión de Labor Parlamentaria, que tendría lugar al mediodía. Más allá de los roces con la principal oposición, que analiza si aceptar o no la renovación del protocolo de funcionamiento remoto, la votación sobre la deuda no correría peligro.
El duro discurso de Máximo Kirchner el viernes, los roces de Cristina Kirchner en el Senado con la oposición, y el tenor de los próximos temas en agenda, entre ellos principalmente la reforma judicial, pusieron en alerta a Juntos por el Cambio, que hoy volvió a reunir a su cúpula con Mauricio Macri conectado desde París.
En ese marco, el Poder Ejecutivo tiene tranquilidad respecto a la restauración de la sostenibilidad de la deuda emitida bajo ley argentina, ya que la media sanción fue votada por unanimidad el jueves en el Senado con 67 votos a favor. Hay consenso para que esta tarde se dictamine a favor.
Sólo la ampliación presupuestaria no será ley ya que Diputados fue cámara de origen y el Senado será la cámara revisora. La iniciativa tuvo dictamen la semana pasada, pero su tratamiento se postergó a la espera de conversaciones con algunas provincias sobre partidas especiales y ante reclamos incluso de los propios peronistas respecto al impuesto al valor agregado para la leche. La oposición además manifestó su malestar porque Buenos Aires recibe proporcionalmente mayor asistencia que el resto del país.
En ese marco la creación de una comisión que fije políticas de Estado respecto al reclamo de soberanía de las Islas Malvinas y el mapa que establece la nueva plataforma también lograrían unanimidad, como en el Senado. Esta mañana hubo un zoom de diputados opositores con el secretario de Malvinas, Daniel Filmus, que no sólo fue promotor de la idea sino que trabajó con los legisladores de ambas cámaras en la búsqueda de consenso.
El viernes pasado no todo fue amable en Diputados. Hubo reunión de la comisión de Justicia, con cuarto intermedio para destrabar diferencias y luego una sesión en la que Juntos por el Cambio no quiso frenar la Moratoria pero tampoco votarla. Resultado: esa fuerza política se abstuvo en la votación en general mientras que en particular rechazó el artículo 11, con el que no estaba de acuerdo. El triunfo oficialista fue ajustado.
En el caso de la Ley de Quiebras, que tomó propuestas de una docena de proyectos de todas las fuerzas políticas, hubo una votación unánime. La media sanción declara la emergencia para procesos de concursos preventivos y quiebras; declara hasta el 31 de marzo de 2021 la emergencia de los sujetos comprendidos en los procesos de concursos preventivos y acuerdos preventivos extrajudiciales que se encuentren en trámite. El objetivo, manifestaron varios diputados, es ayudar a las empresas con dificultades en el marco de la pandemia aunque se exceptuó a las deudas por cuotas alimentarias. Para tratarla el viernes se requerían dos tercios de los presentes a favor lo que requirió un amplio consenso político.
El fin de semana volvieron a subir de tono las voces de la oposición molestas con la ‘ingratitud’ del oficialismo en el Senado. “Les votamos Deuda por unanimidad, ¿qué más quieren?”, expresaron varios senadores de Juntos por el Cambio después de la sesión en la que Oscar Parrilli, María de los Angeles Sacnun, y José Mayans, pronunciaron duros discursos contra la gestión de Mauricio Macri. Pocas horas después intentaban desandar el camino y la propia Sacnun, presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, que mañana conducirá el inicio del debate de la reforma judicial, llamó por teléfono al presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, y a la vice de la comisión, Laura Rodríguez Machado. A ambos les propuso retomar el diálogo y acordar una lista de expositores.
Aunque es tema de debate interno, tal vez la de mañana sea la última sesión remota por algunas semanas. El viernes vence el reglamento de funcionamiento remoto y la principal oposición quiere sesiones presenciales para los temas que requieren mayor debate.
La semana pasada, para la media sanción y a pesar de la virulencia de los discursos y los reproches que se cruzaron, el Frente de Todos aceptó en el Senado una mínima corrección en la redacción de un artículo a propuesta del miembro informante, el ex ministro de Economía Martín Lousteau.
El proyecto de ley da un marco legal para que se ofrezcan las mismas condiciones a los acreedores bajo ley local que a los bonistas bajo ley extranjera por un total de 41.714 millones de dólares. Además los tenedores de títulos elegibles que no ingresen al canje continuarán con sus pagos diferidos hasta el 31 de diciembre de 2021.
Allanado el camino con Juntos por el Cambio, el oficialismo espera la definición de Consenso Federal, bloque en el que confluyen peronistas no oficialistas, el lavagnismo y representantes de distintas provincias. Según indicaron a Infobae voceros de esa bancada analizan el texto aprobado por el Senado con “predisposición constructiva”. El viernes el bloque votó dividido la Moratoria.
Si se tienen en cuenta los antecedentes del apoyo a la reestructuración de la sostenibilidad de la deuda pública bajo jurisdicción extranjera, la ley no saldría por unanimidad. En la sesión del 29 de enero la media sanción obtuvo en Diputados 224 votos a favor que aportaron el Frente de Todos, Juntos por el Cambio, el interbloque Federal y el interbloque Unidad Federal por el Desarrollo. Hubo dos votos en contra del Frente de Izquierda y una abstención, la del socialista Enrique Estévez. Esta vez el camino fue a la inversa y el Senado fue cámara de origen.
Ya se sabe que nuevamente votarán en contra Nicolás del Caño y Romina del Plá referentes que exigen desconocer la deuda y no pagar. “Es un proyecto de ley que establece las mismas condiciones financieras para la reestructuración de la deuda con jurisdicción local que la que negocia Martín Guzmán con los especuladores de Black Rock y el resto de los acreedores que poseen títulos con prórroga de jurisdicción en favor de tribunales extranjeros, una cesión de soberanía inaceptable. La reestructuración de conjunto sigue el criterio de convalidar el fraudulento endeudamiento macrista”, le dijo el diputado Del Caño a Infobae.
El espíritu de la ley es por el contrario: cumplir con los acreedores aunque con una quita en los intereses y plazos que permitan crecer económicamente para afrontar los pagos.
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