Este lunes comenzará una nueva etapa de la cuarentena. Interminente, como la llamó el gobernador bonaerense Axel Kicillof y que validó el presidente Alberto Fernández. El concepto acuñado está asociado a la idea de que se abrirán o restringirán actividades de acuerdo al crecimiento de la curva de contagios, la tasa de multiplicación de esos contagios y la ocupación del sistema sanitario.
El cumplimiento del aislamiento obligatorio será uno de los temas importantes que el gobierno nacional, provincial y porteño seguirán en la semana. Buscan que el número de contagios diarios baje, lo que implicaría que también lo haga la tasa de mortalidad y, al mismo tiempo, que se habiliten más comercios y actividades. El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, también está preocupado. Dijo el último sábado que los “contagios siguen siendo altos”, pero la intención que tiene su gobierno es no dar marcha atrás y caminar hacia adelante empujando una flexibilización moderada.
El Presidente resaltó en una entrevista radial de fin de semana que en la ciudad de Buenos Aires no se pueden relajar. Este lunes se abrirán los negocios de cercanía en las avenidas de alto tránsito. Un paso que el gobierno porteño ya había estipulado en el cronograma de aperturas y que decidió no postergar. Las diferencias de criterio entre los gobiernos siguen están vigentes y, con el paso del tiempo, se acentúan más debido a que en el territorio porteño los contagios se mantienen en un promedio de 1200 diarios, y la provincia, sobre todo en el conurbano, pasan todos los días los 3000.
El foco de esta semana estará puesto en el control de la cuarentena. En el cumplimiento efectivo. Los ministros de Salud de la Nación y la provincia dejaron en claro en los últimos días que la última fase de la cuarentena no se cumplió como esperaban y que los resultados están a la vista. En el Gobierno apuntarán a generar más controles en el tránsito y el traslado de la gente con el fin de que el cumplimiento sea mayor. Fernández ya avisó que mantener la cuarentena es la única herramienta que tienen para evitar que se multipliquen los contagios.
Otro de los temas de la semana será el inicio del debate en el Senado de la reforma judicial que impulsa la Casa Rosada y que fue presentada por el Presidente la última semana. El proyecto comenzará a ser tratado el próximo martes, con la concurrencia de la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Losardo. Las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales se reunirán a partir de las 16, por videoconferencia, para escuchar la exposición de la ministra sobre el proyecto de ley que ingresó la semana pasada al Congreso.
El Frente de Todos, que goza de una holgada mayoría en el Senado, confía en poder avanzar hacia la aprobación del proyecto en pocas semanas, pero se espera un debate intenso con Juntos por el Cambio, que ya adelantó su rechazo cerrado a la iniciativa. Las comisiones donde se discutirá la iniciativa están presididas por dos referentes del kirchnerismo como son María de los Ángeles Sacnun y Oscar Parrilli, e integradas por pesos pesados de las dos bancadas más grandes.
A figuras del Frente de Todos como Anabel Fernández Sagasti, Mariano Recalde y Adolfo Rodríguez Saá se suman referentes de peso de Juntos por el Cambio como Luis Naidenoff (jefe del interbloque), Laura Rodríguez Machado y Silvia Elías de Pérez, por lo que la discusión será dura. Además, el debate se da en un clima de mucha tensión entre el oficialismo y la oposición, que se ve reflejado en la fuertes peleas que protagonizan desde que comenzaron en mayo las sesiones virtuales, cruces en los que además suele intervenir la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Si bien el oficialismo podría aprobar el proyecto con bastante celeridad y sin cambios, valiéndose de la mayoría que ostenta, el trámite podría trabarse en la Cámara de Diputados, donde los números están mucho más ajustados. Por esa razón, podría ser determinante la posibilidad de que el oficialismo negocie con la oposición algunos cambios al proyecto durante el debate en la Cámara alta, aunque el tratamiento reciente de otras iniciativas, como la ley de teletrabajo, muestran poco nivel de acuerdo entre las dos bancadas.
La semana también estará atravesado por otro tema muy delicado para el gobierno nacional como la negociación de la deuda. El martes se vencerá la última oferta por la deuda y Alberto Fernández tiene casi decidido plantarse en la negociación, lo cual hace sobrevolar la idea de un default. El Presidente se habría convencido de que los grandes fondos de inversión eligieron el camino de la confrontación al rehusarse a aceptar la última propuesta, que ya obligaría al país a hacer un esfuerzo enorme de acá al 2030.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó este domingo que en el Gobierno “hay una decisión tomada” respecto a no realizar más ofertas a los bonistas privados y remarcó que, si no hay acuerdo con los acreedores, la idea es avanzar “con el FMI en un nuevo programa”. El economista sostuvo que, si bien se barajó la idea de alargar el período de suscripción a la actual oferta de la deuda, “la realidad es que no hay más en términos de lo que el país puede pagar año por año”.
“Hemos hecho el máximo esfuerzo posible y una oferta que es definitiva sobre la base de ese esfuerzo. Hay una decisión tomada, y es que Argentina no tiene la capacidad de poder ofrecer más de lo que ofreció”, sentenció el ministro. En ese sentido, consideró que “seguir cediendo implicaría redefinir prioridades” como “tener que hacer ajustes sobre gastos esenciales” e “inclusive tener que ajustar en jubilaciones”. También señaló que “la oferta está vigente y los acreedores tienen tiempo de aceptar”.
Por otra parte, el gobierno nacional mañana terminará con una ronda de diálogo con los gobernadores, previa a dar a conocer un paquete de 60 medidas diseñadas para la pospandemia, que incluye iniciativas gestadas desde las provincias para potenciar la matriz productiva y las economías regionales, y que será anunciado en los próximos días por el Presidente.
Desde la Casa Rosada dejaron trascender que ya tienen “listo” el paquete de 60 medidas para reactivar la economía que fue golpeada por el coronavirus, pero que todavía se mantienen los encuentros con los gobernadores para sumar aportes. Hoy por la tarde Kicillof mantendrá un encuentro con los ministros “Wado” De Pedro y Matías Kulfas para evaluar la situación en la provincia y llevar luego ese análisis al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que articula las medidas con cada área.
Cafiero, y su vicejefa Cecilia Todesca, son los articuladores frente a cada una de las áreas que interviene en el paquete, en paralelo con los detalles del Presupuesto para el próximo año, en donde quedarán asentadas las partidas para financiar el programa para la pospandemia. El paquete será impulsado a través de decretos, programas estatales y proyectos de ley que llegarán al Parlamento, según aseguraron altos funcionarios.
El último jueves el Consejo de la Magistratura aprobó la revisión de diez traslados de jueces federales, que no habían cumplido con el trámite dispuesto en la Constitución, en una votación ajustada que enfrentó al oficialismo y la oposición.
El Consejo aprobó un dictamen en el que dijo que, a su criterio, los traslados estaban incompletos porque les faltaba el acuerdo del Senado. La facultad de disponer un traslado es del Poder Ejecutivo por eso la decisión, a partir de ahora, es del Gobierno, que tiene que decir si comparte el criterio del Consejo o no. En caso de compartilo, lo debe enviar a la Cámara alta para culminar el proceso.
Se descarta que el Gobierno lo envíe porque el planteo en el Consejo de la Magistratura fue hecho por el representante del Poder Ejecutivo, Gerónimo Ustarroz, quien elaboró un informe sobre todos los traslados que se realizaron desde 1998 hasta la actualidad.
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