Eduardo Casal llegó bien temprano al edificio de la Procuración ubicado en avenida de Mayo al 700. Aunque pertenece al grupo de riesgo, en los últimos días suele concurrir a su despacho. Durante la tarde, tuvo un ojo puesto en el desarrollo de la Bicameral Permanente de Seguimiento y Control del Ministerio Público Fiscal, que comenzará a evaluar su gestión. El Procurador interino, que ya lleva dos años y medio en su cargo, dijo públicamente que no piensa renunciar. Por lo bajo, vislumbra una operación de “desgaste” para forzar su jubilación. Sin los votos necesarios para nombrar a Daniel Rafecas, el oficialismo tampoco podría promover el juicio político. Por eso, el operativo montado desde la Bicameral apuntar a desgastar su imagen y forzar su salida para reemplazarlo por Victor Abramovich, con mayor afinidad ideológica al Frente de Todos.
Desde el viernes, los asesores de Casal comenzaron a remitir toda la documentación solicitada por la Bicameral. Esta mañana también hicieron llegar otros documentos, siempre vía correo electrónico. Entre los pedidos hay informes de ejecución presupuestaria, de cargos vacantes, concursos, sumarios disciplinarios y hasta de la conformación de la Secretaría de Terrorismo, que se hizo sin cargos nuevos y trabaja para colaborar con los fiscales. “Se pidió una prórroga porque estamos con un esquema especial desde el comienzo de la cuarentena, trabajando con equipos rotativos, y gran parte de la documentación está en las oficinas”, explicó a Infobae una alta fuente de la Procuración.
Detrás de la catarata de informes técnicos, asoma la polémica por la situación del fiscal Carlos Stornelli, procesado en la causa de Dolores. “El Procurador no tiene facultades para apartarlo, solo lo puede hacer un Jury. Por ese caso se iniciaron dos sumarios administrativos, uno se tornó abstracto cuando se presentó a declarar y el otro sigue abierto a la espera de la causa penal”, dijeron allegados al Procurador.
Esas mismas fuentes recordaron que Casal fue citado a la Bicameral el 4 de junio del año pasado por el caso Stornelli. Allí expuso durante 4 horas y respondió una batería de preguntas y cuestionamientos que le hicieron los legisladores del Frente de Todos. Nunca más lo citaron ni le pidieron explicaciones sobre el caso.
Stornelli fue procesado por juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla por “asociación ilícita en carácter de miembro en concurso ideal con violación a la ley de inteligencia”. Ese magistrado también le adjudicó los delitos de incumplimiento de deberes legales de funcionario público y coacción. Desde fin de año, ese fallo está siendo revisado por la Cámara Federal de Mar del Plata.
El otro punto de conflicto, que seguramente se sumará a la agenda de la Bicameral, es el sumario iniciado el jueves pasado a la fiscal Gabriela Boquin, que investiga la causa del Correo Argentino que involucra a la familia Macri.
Según pudo saber Infobae, el proceso arrancó en 2018 con la denuncia de una empleada de su Fiscalía. El caso pasó por el Consejo Evaluador, el mismo que estudió el caso de Stornelli. Declararon al menos nueve empleados. Luego de dos años, en mayo, ese comité recomendó la apertura del sumario. Ese mismo día, advierten en la Procuración, se abrió un sumario a otro fiscal por violencia de genero y hasta un jury a un tercer fiscal por acoso laboral y hostigamiento sexual.
La avanzada contra Casal se activó hace dos semanas, cuando se terminó de conformar la Bicameral del Ministerio Público Fiscal. El Procurador interno apunta a una defensa técnica, de bajo perfil.
“Su intención es seguir como interino hasta que haya un nuevo Procurador”, remiten en su entorno. Ante la imposibilidad de votar la designación de Daniel Rafecas en el Congreso, el oficialismo busca forzar la renuncia de Casal, que ya tiene la jubilación acordada.