La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada en forma remota y unipersonal por el juez Mariano Borinsky, declaró inadmisible el recurso extraordinario federal interpuesto por la defensa de Gustavo Serventich, uno de los imputados en el caso conocido como “Sueños compartidos”. De esa manera Serventich tendrá que sentarse en el juicio oral y público ya que la decisión de Borinsky revocó el beneficio de la “probation” que le habían otorgado.
Serventich es uno de los imputados en la causa conocida como “Sueños Compartidos” en la que deben afrontar un juicio oral y público la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y los hermanos Sergio y Pablo Schoklender. Se investigó una defraudación con un programa de construcción de viviendas populares mediante el que se desvió dinero público.
La causa principal de “Sueños Compartidos” fue elevada a juicio oral en mayo del año pasado, cuando se cumplieron ocho años del escándalo. Quedó comprobado que hubo un desvío de más de 200 de los $750 millones destinados al plan de viviendas. Durante la investigación se constató que no se realizaron licitaciones para adjudicar las obras y que se saltearon los controles estatales. El centro de la estafa fue el descuento de los cheques oficiales en cuevas del mercado financiero para obtener efectivo. Parte del dinero terminó en cuentas de los Schoklender y sus allegados, de empresarios agropecuarios ($100.565.644) o de empresas bursátiles o financieras ($22.286.127). El juicio –todavía sin fecha– estará a cargo del Tribunal Oral Federal 5. Además de Bonaifini y los Schoklender, entre los acusados están el ex ministro de Planificación Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López, el ex funcionario Abel Fatala y el financista Fernando Caparrós Gómez, entre otros.
Serventich es piloto de avión y colaboró con Schoklender en la compra de una aeronave que se hizo con el dinero proveniente del Estado. Schoklender usaba el avión para ir y volver a los lugares del país donde se hicieran las obras. La compra del avión se hizo junto con la sociedad Meldorek en la que Schoklender se quedó con el 90% de las acciones y Serventich con el 10. La firma Meldorek fue utilizada para compra bienes con el dinero obtenido en la defraudación.
La Sala I de la Cámara Federal en mayo pasado había confirmado la resolución del juez Marcelo Martínez De Giorgi que le había concedido a Serventich la suspensión del proceso a prueba (probation). Serventich había conseguido realizar tareas comunitarias o trabajos no remunerados en favor del Estado o de instituciones de bien público por el término de un año -a razón de cuatro horas por semana- y la obligación de abonar la suma de $1.200.000, en 12 cuotas mensuales de $100.000 cada una.
Tanto la Unidad de Información Financiera (UIF) como la fiscal del caso Paloma Ochoa -respaldada por el fiscal de Cámara José Luis Agüero Iturbe- habían apelado la decisión en Casación. Según la apelación de la fiscalía ”la maniobra de lavado de activos objeto de investigación en autos, en la que tuvo un rol protagónico Gustavo Adrián Serventich, se pergeñó con la finalidad de dar apariencia lícita a una parte significativa de los montos dinerarios provenientes de la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, destinados a la financiación de las obras ilegítimamente adjudicadas a la Fundación Madres de Plaza de Mayo”. Por eso se opusieron a que se le concediera la “probation”. La UIF en tanto argumentó que “debido a la intervención de funcionarios públicos en la maniobra objeto de la presente, la parte entiende que no resulta escindible la participación de funcionarios públicos de los hechos por los cuales el imputado se encuentra vinculado al proceso”.
El 19 de junio pasado el juez Borinsky hizo lugar a los pedidos de la UIF y de la fiscalía a los que consideró “fundados” y revocó la decisión por la cual Serventich había conseguido la “suspensión del juicio a prueba”. Contra esa decisión la defensa del piloto comercial había presentado un recurso extraordinario que hoy fue rechazado por el mismo camarista de Casación en fallo remoto. Con la decisión de Borinsky, Serventich tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados junto al resto de los imputados el día que comience el juicio oral y público.