Al abrir su participación en el anuncio que hoy realizó al mediodía junto al Presidente y el jefe de Gobierno porteño, el gobernador Axel Kicillof dijo que “las noticias que llegan del mundo son muy preocupantes, el COVID-19 no solo que no se ha superado, sino que va y vuelve en todos los países”. Incluso dio precisiones, lugares donde “prácticamente hay toque de queda” y regiones de España como el País Vasco y Cataluña, que incluso regresaron a la cuarentena estricta, como es el caso de Barcelona.
Sin embargo, el corresponsal en Buenos Aires del diario La Vanguardia, Rober Mur, dijo otra cosa. “Ni es estricta, ni es cuarentena, porque en la Unión Europea las medidas de cuarentena desaparecieron a principios de junio”, dijo en diálogo con Infobae. Agregó que “es verdad que en muchos puntos de España hubo rebrotes, y lo que se está haciendo ahora es tomar medidas muy puntuales en esos lugares, aunque no son en forma generalizada”.
El periodista explicó que, “por ejemplo, se confinó un edificio donde hubo muchos casos, también se ha cerrado una comarca de Segrià, pero son confinamientos que no tienen nada que ver con lo que sucede ahora en la Argentina. La Unión Europea abrió las fronteras exteriores en julio. Como se vio con la llegada de (Mauricio) Macri a París, al viajar de Argentina hay hacer 14 días de cuarentena, pero no es tan grave la situación como indicó el gobernador y, por supuesto no hay una cuarentena estricta”.
También dijo que “por supuesto que la gente mayor sigue cuidándose mucho, en los hospitales hay restricción de las visitas, porque son poblaciones más expuestas para que no se contagie. En Europa se irá a una segunda ola, pero aún no se sabe si será más débil o no. La realidad es que es más fácil contagiarse en Argentina que en España y las playas están llenas de gente. Es probable que unas semanas o en unos meses haya muchos más casos, pero también se sabe que es muy difícil de corregir mientras no aparezca la vacuna”.
En efecto, en Cataluña se cobra 100 euros de multa al que no lleva mascarilla, porque está con restricciones similares a la fase 2 en Barcelona y su entorno más próximo, las comarcas del Segrià y la Noguera. Lo mismo sucede en Aragón, con otras comarcas que también fueron a fase 2, como en un barrio de Pamplona, en Navarra. En Murcia, la comarca de Totana retomó la fase 1. Pero siempre se está hablando de localidades concretas.
Hay que tener en cuenta, por otro lado, que hablar de fase 2 en España supone reuniones de grupos, comercios abiertos, cines, teatros y auditorios con un aforo de un tercio, visitas a monumentos y salas de exposiciones también con aforo de un tercio, templos abiertos para un aforo de 50%, velatorios para grupos limitados y bodas en bares y restaurantes manteniendo protocolos sanitarios. Lo que no puede hacerse en esa fase es apertura de discotecas y bares nocturnos, hoteles y alojamientos turísticos, visitas de familiares a residencias de ancianos entre otras actividades, que solo son posibles en la fase 3, en la que está toda España, salvo las pocas excepciones aquí explicitadas.
Porque, en este momento, España está poniéndole fin a lo que se llama el “plan de desescalada” del confinamiento decretado por el gobierno español, que duró 52 días, y ya entró en la nueva normalidad. Es que el 21 de junio, España terminó el estado de alarma que había decretado Pedro Sánchez y ya se permite la movilidad por todo el territorio nacional.
La embajada española en Argentina tambien emitió un comunicado de prensa aclarando esto mismo, que España salió del confinamiento el 21 de junio y nunca volvió a la cuarentena estricta.
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