Acompañado por su esposa Juliana Awada y su hija Antonia, el ex presidente Mauricio Macri llegó esta madrugada a París, Francia. Estará allí al menos 14 días antes de viajar a Zúrich, Suiza, en donde tiene prevista una agenda vinculada a su rol como presidente de la Fundación FIFA. Esa Nación les exige a los visitantes de otros continentes una estadía previa de 14 días en Europa como medida de prevención por la pandemia de coronavirus.
El vuelo AF 229 de la compañía Air France que trasladó al ex mandatario nacional aterrizó en el aeropuerto Charles de Gaulle cerca de las 6:57 hora local (1:57 de la Argentina), cuarenta minutos antes de lo que estaba programado. De camisa y saco y con un tapabocas blanco, el ex mandatario siguió las indicaciones de una enviada de la Embajada para retirar el equipaje y trasladarse finalmente hacia una de las salidas del aeropuerto. La ex Primera Dama lució un pantalón blanco, una remera con rayas horizontales y una campera verde.
El corresponsal de Infobae en París esperó al ex jefe de Estado en la salida de la terminal
- ¿Cómo viajó?
- Muy bien
- ¿Está cansado?
- Es un viaje largo, sí.
- ¿Tiene que hacer la cuarentena?
- Así es.
- ¿Cuál es su programa aquí en París? ¿Familiar?
- Tranquilo
- ¿Algún mensaje para los argentinos?
- Calma.
Ante la consulta sobre la reforma judicial presentada el miércoles por el presidente Alberto Fernández, el dirigente de Juntos por el Cambio se disculpó, reiteró que estaba cansado y avanzó hacia un ascensor. Afuera lo esperaba una ciudad muy calurosa, con 38 grados de temperatura.
Minutos después, ya instalado en la capital parisina y consultado nuevamente por este medio agregó: “Recién llegado a una sociedad donde se vive en libertad y con responsabilidad. Acá haré la cuarentena europea y recién ahí puedo ir a trabajar a Zurich”.
Los últimos viajes de Macri a Europa con su familia fueron muy distintos. Aún era presidente y en todos los aeropuertos del mundo recibía un trato preferencial en virtud de su investidura. Generalmente, un auto diplomático y una autoridad local los esperaba al bajar del avión. No había colas, migraciones ni trámites: de todo eso se encargaba el equipo de ceremonial y de Cancillería. Este año, ya como ex mandatario, viajó solo a Guatemala y a Paraguay.
Macri no está obligado a quedarse encerrado en su destino de alojamiento. Tiene permitido disfrutar de una de las capitales más maravillosas del mundo siempre y cuando respete las recomendaciones sanitarias de las autoridades locales. No obstante, desde su entorno aclararon que el paso de la familia por allí no será exclusivamente de descanso y esparcimiento.
El ex jefe de Estado llevó los dos últimos capítulos de su biografía personal para leer y terminar de corregir. Se trata de un texto en el que están trabajando hace varios meses su ex ministro de Cultura, Pablo Avelluto, y el ex funcionario del área de comunicación Hernán Iglesias Illia. Sus colaboradores no descartaban anoche en Buenos Aires que surgiera alguna reunión vinculada a su actividad política.
El viaje, anticipado ayer al mediodía por Infobae, generó polémica. En redes sociales muchas personas se preguntaban si los vuelos al exterior están habilitados pese a que rigen restricciones en las fronteras desde el 20 de marzo. En rigor, las salidas del país no están prohibidas siempre y cuando el pasajero tenga un medio disponible para viajar y una autorización de las autoridades del destino. La cantante Lali Espósito y la conductora Susana Giménez son algunos de los ejemplos de figuras públicas que pudieron salir del país durante la cuarentena.
En este caso, Macri y su familia cumplieron con todos los trámites requeridos para poder salir de la Argentina en forma legal. Por ejemplo, el ex mandatario, su esposa y su hija fueron hisopados días atrás y presentaron certificados médicos que indican que no tienen COVID-19. Es una de las medidas que exigen la mayoría de los países del mundo para aceptar el ingreso de visitantes.
También hubo reacciones políticas. El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, dijo que le irritaba la noticia. “Mi reflexión es desde el punto de vista sanitario. Para mí es un mal ejemplo. Lo dije cuando se fue a Paraguay ida y vuelta. Si todos los argentinos estamos vedados de hacer un montón de cosas, quienes son figuras representativas, a nivel nacional, incluso internacional, no es bueno el ejemplo de decir: ‘Yo hago lo que quiero. Me voy, vuelvo’”, puntualizó el funcionario del gobierno de Axel Kicillof.
Macri, Awada y Antonia fueron las últimas tres personas en abordar ayer, en Buenos Aires, el avión de Air France que partió a las 13:32 desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Fue un pedido expreso del ex mandatario, quien además pidió asistencia para tener un paso rápido y discreto por las oficinas de Migraciones y Aduana. No obstante, no utilizó ninguna de las salas de espera VIP con las que cuenta esa terminal aérea.
El ex jefe de Estado, su esposa y su hija tienen previsto regresar a la Argentina el 8 de septiembre. Una vez en Buenos Aires, deberán completar una declaración y jurada y deberán cumplir otra cuarentena de 14 días, pero esta vez encerrados en la vivienda en la que residen en San Isidro desde que dejaron la Quinta de Olivos. Probablemente vuelvan a ser hisopados para constatar que no ingresaron con la enfermedad a la Argentina.
La última aparición pública de Macri fue el 14 de julio, en Paraguay. Hasta allí viajó para almorzar con el ex presidente Horacio Cartés y para reunirse con el actual mandatario Mario Abdo Benítez. Tras su regreso, cumplió con un aislamiento de dos semanas en su quinta Los Abrojos, aunque no faltó la polémica porque el dirigente se alojó primero en su domicilio de la zona norte del conurbano bonaerense y luego sí se desplazó a la histórica residencia familiar.
En ese marco, el ex je de Estado apuntó contra la extensión de una cuarentena estricta y consideró que era hora de empezar a reabrir actividades: “Hay que volver a la calma, a confiar en los profesionales de la salud y retomar con cuidado la normal actividad, empoderando a la gente”.
Días antes de ese viaje, le había concedido una entrevista al periodista peruano Álvaro Vargas Llosa, en la que cuestionó el avance del gobierno nacional sobre las libertades de las personas en medio de la cuarentena.
“Estoy más cerca de los argentinos que nunca. Estoy tratando de darle un espacio al Gobierno que fue elegido por el 48% de los argentinos para que ponga en juego lo que ellos piensan, sus propuestas, sus soluciones. Solamente (estoy) intentando levantar la mano y decir ‘cuidado, no avancen sobre nuestras libertades, hagan las cosas sobre lo que es el marco institucional’”, declaró.
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