El presidente de la Nación, Alberto Fernández, logró un fuerte respaldo a la reestructuración de la deuda en el Senado, una señal no sólo para los tenedores de bonos bajo ley local, marco legal que logró media sanción, sino además una señal para los tenedores bajo ley extranjera con los que discute el ministro de Martín Guzmán. Para lograr el apoyo unánime, con votos del Frente de Todos, Juntos por el Cambio y fuerzas provinciales, la Secretaría de Finanzas de la Nación aceptó una mínima modificación en un artículo a propuesta de Martín Lousteau.
El debate de la ley de sostenibilidad de la deuda externa bajo legislación local fue el segundo orden del día. Antes se convirtió en ley la regulación del teletrabajo aunque en ese caso sin apoyo de Juntos por el Cambio.
Carlos Caserio, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, defendió el proyecto de ley como miembro informante del Frente de Todos. El objetivo de la norma, sostuvo, es “que en el largo plazo se garantice la sostenibilidad” y que “aparte de pagar se permita un crecimiento sostenido, el único modo de pagar esta deuda es creciendo y que los excedentes permitan pagar la deuda, que el país no entre en default y cumplir con los acreedores” fundamentó. Y habló de la necesidad de que la negociación sea compatible con el superávit y el desarrollo del país. El cordobés habló también de un “alivio financiero” de 58.000 millones de dólares a través de la quita de intereses, además de postergar el inicio de los pagos.
El senador peronista, describió la iniciativa como “un reflejo de las prioridades” del actual gobierno y la voluntad de hacer “los mismos esfuerzos que para la deuda bajo legislación extranjera”. “Queremos pagar pero no con el hambre y sufrimiento de los argentinos que vienen muy golpeados, queremos cumplir, no queremos que el país esté en default, queremos que los inversores y el mundo crean en la Argentina”, justificó el proyecto.
Mientras la vicepresidenta Cristina Kirchner recibía en su despacho a representantes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), la santiagueña Claudia Ledesma Abdala conducía la sesión.
Por la principal fuerza de la oposición, nuevamente asumió el rol principal el ex ministro de Economía Martín Lousteau. Desde su banca, el senador porteño, que por ser vicepresidente del cuerpo participa en forma presencial e incluso izó la bandera en el inicio de la sesión, expuso la posición de Juntos por el Cambio. “Es importante el tratamiento igualitario porque sino como en el pasado aquellos que confían en la inversión local terminan siendo el pato de la boda y el ajuste del Estado”, inició en un discurso de 20 minutos en el que afirmó que “estamos hartos de la grieta”.
El dirigente de Evolución-UCR, recordó que en virtud de las facultades delegadas no era necesario que el Presidente enviara el proyecto de reestructuración al Congreso pero celebró que lo hiciera: “Es bueno que vuelva a sus ámbitos naturales la deuda”. “Es probable que sea condición de los tenedores con ley extranjera que quieren que se trate por igual a los tenedores locales o tal vez la segunda razón sea reforzar esta propuesta en el recinto que apoyamos y que es suficientemente buena para todas las partes”, manifestó.
Lousteau reiteró que “lo vamos a apoyar, lo que estamos haciendo es fortalecer la negociación argentina ante los acreedores extranjeros” y reiteró las dos observaciones que su bloque hizo en el debate en comisión. La primera fue sobre la cláusula RUFO que establece derechos sobre futuras ofertas . “Pensamos que la redacción en la pagina 13 en el anexo 2 podría ser mas feliz”, alertó en referencia a qué pasaría si Argentina mejorara la oferta extranjera mientras se debate esta ley que recién tiene media sanción y aún debe pasar por Diputados hasta su promulgación. “Se zanja con un cambio en la redacción”, propuso “porque entre que damos media sanción y vamos a Diputados y después se invita al canje y se cierra transcurre un camino y si, por algún motivo la Argentina decide por su propio beneficio, modificar algo de la oferta externa, vamos a necesitar otra Ley para volver a tratar a los inversores locales”.
Pasadas las nueve de la noche y antes de votar, Caserio pidió la palabra para anunciar que se accedía a esa mínima corrección y leyó la nueva redacción del texto. En negrita el cambio: “Si durante el plazo comprendido entre la entrada en vigencia de la presente ley y el quinto el vencimiento de la invitación al Canje y el quinto aniversario desde la Fecha de Liquidación de la Operación dispuesta por el Decreto N° 582/2020, la República Argentina realizara voluntariamente una mejor oferta a los Títulos Elegibles de esta Operación a aquellos contenidos en el Decreto N° 582/2020, la mejora se hará extensiva a los tenedores de los Nuevos Títulos detallados en el Anexo III”.
En segundo lugar, Lousteau alertó sobre la emisión de títulos CER, un intento por desdolarizar la deuda pública. “Valen 10% menos que los títulos en dólares con lo cual el incentivo no está muy claro, una parte importante de los bono es es intrasector público, es importante evitar que aquellos organismos descentralizados que tienen títulos públicos hagan un mal canje por un bono que va a valer menos”, indició en referencia por ejemplo a Anses y PAMI.
Lousteau habló además sobre la reforma judicial y otros proyectos en los que no habría acuerdo, como teletrabajo. “No sé si es un buen momento”, consideró sobre el anuncio presidencial de ayer pero propuso avanzar en ese y otros temas por encima de la grieta y “con otro estado de ánimo”. Pidió “trabajar juntos” y aprovechar el debate sobre la Justicia para rever que el privilegio de no pagar Ganancias. Pero planteó que “la mayoría no da razones, no es una argumentación”.
El tercer discurso lo pronunció Maurice Closs, del Frente Renovador de la Concordia, ex gobernador de Misiones y vicepresidente del Senado. Destacó tres condiciones de la renegociación: que no hay descuento de capital, que mejora el rendimiento y que mejora plazos de cobro y amortización. “Uno va a aprendiendo de los golpes del pasado, es una buena ley con un buen gesto que vuelve a motorizar al Congreso” evaluó y se mostró optimista en que a futuro “tengan confianza de prestarle a la Argentina en pesos de Argentina y bajo legislación argentina”.
En su exposición, Adolfo Rodríguez Saá consideró que “tenemos que producir, tiene que haber sostenibilidad. Hay que mejorar nuestro producto bruto, aumentar las exportaciones y dejar de mirar hacia atrás. Pongámonos a trabajar y producir con un plan económico que nos permita mejorar y generar trabajo”.
A su turno el ex canciller Jorge Taiana expresó “Hay un sector de poder en Argentina que apuesta a endeudar al país para hacer negocios sobre el esfuerzo de la mayoría. Es una minoría que en complicidad con los centros económicos mundiales perjudica a la mayoría del pueblo argentino e impide su desarrollo. Nada pudo evitar que el gobierno que asumió en diciembre de 2015 se lanzara vorazmente a hacer negocios e imponer la bicicleta financiera”.
Los senadores más alineados con Cristina Kirchner pronunciaron los discursos más duros con fuertes menciones al ex presidente Mauricio Macri. Así lo hicieron por ejemplo Oscar Parrilli y Anabel Fernández Sagasti, ya con la Vicepresidenta de regreso en el recinto. El neuquino, quien señaló que hablaba “como orgulloso militante de un pensamiento que ha desendeudado”, llevó a colación desde el caso Vicentin hasta los whatsapp del secretario del ex presidente y cerró su discurso con un irónico reconocimiento al apoyo opositor: “En buena hora que apoyan, es lo menos que pueden hacer después del desastre que ellos nos dejaron”.
En los discursos de cierre, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, evaluó que “el mejor camino para transitar la recuperación económica viene de la previsibilidad y despejar el tema del endeudamiento es un paso más que importante”. Sin embargo destacó que el comportamiento del Gobierno también debe observarse y criticó que el ministro de Economía Martín Guzmán no haya concurrido ni a la comisión de Presupuesto la semana pasada ni a la Bicameral de Deuda en los últimos siete meses. “No es una cuestión de agenda que le impedía asistir al Senado, fue una cuestión de prioridades, sus prioridades fueron explicar los alcances de la renegociación en un programa de televisión” reprochó y calificó la actitud como un “desprecio institucional”.
“Acá tanto se ha hablado de la herencia del endeudamiento y nosotros estamos acompañando este proyecto sin ley de Presupuesto, sin contar con una hoja de ruta del Gobierno y estamos acompañando” destacó. Además nombró como un “negocio político” a la pandemia con el fin de “tapar la realidad”. Y habló de “una adicción al relato” en el oficialismo. “¿Sabe por qué ocupan el tiempo para hablar del endeudamiento de Macri? Para tapar su inoperancia”, reflexionó Naidenoff enojado y alzando la voz.
En el discurso de cierre el presidente del bloque del Frente de Todos, José Mayans, subrayó que en total la reestruración de la deuda es por más de cien mil millones de dólares. “El equipo de Economía está tratando de llegar a un ahorro de 40.000 millones de dólares”, apuntó.
“No sé si se van a ofender pero los grandes chorros de esta fiesta fueron los bancos con tasas usurarias y letra chica”, denunció el formoseño que también mencionó a economistas como Alfonso Prat-Gay y Carlos Melconian que “compartieron el modelo de Mauricio Macri de especulación, usura, corrupción y hambre”. “No es culpa nuestra, nosotros no fuimos al Fondo”, le respondió a Naidenoff mientras pidió a los opositores que “no hagan el discurso de que ‘nosotros somos los buenos y no quieren comprendernos”.
Como cuestionó a Esteban Bullrich, sin nombrarlo pero aludiendo a él como ex presidente de la comisión de Presupuesto, el senador opositor pidió la palabra. “No sé de qué se ríen algunos senadores oficialistas”, se molestó sobre los dichos de Mayans respecto a que “ahora se hacen los republicanos” y que antes no convocaba al diálogo ni a funcionarios. “Entre las barbaridades que se dijeron aseguró que la pobreza era culpa de las políticas de Macri” intentó defender al ex presidente pero Cristina Kirchner lo cortó y le aclaró que sólo podía responder “a lo que usted, usted fue aludido”. Entonces Bullrich insistió con su desempeño como ministro de Educación y el acuerdo firmado con todas las provincias. “No fue aludido por las políticas de Educación ni de Macri, fue aludido usted pero no lo entiende”, volvió a cortarlo ella que por tercera vez le dio la palabra. “Dijo que quienes estuvimos en el Gobierno y yo estuve en el Gobierno, quiero ratificar que los problemas que tenemos son por la falta de diálogo y las mediocres leyes que estamos sacando”, clausuró el tema Bullrich.
Caserio entonces leyó el único artículo modificado y se votó.