En medio de un aumento sostenido de los contagios de coronavirus, el presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof (quien llegó en helicóptero a Olivos apenas pasadas las 11:30), y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (arribó minutos antes de las 12), anunciarán en minutos que la cuarentena seguirá sin cambios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Los tres mandatarios encabezarán en la residencia oficial el acto en el que brindarán más detalles al respecto, aunque trascendió que en el mensaje se volverá a apelar a la “responsabilidad individual” en el momento más crítico de la pandemia y tras casi cuatro meses y medio desde que se impusiera el aislamiento preventivo y obligatorio.
De esta manera, el confinamiento en el AMBA continuará sin nuevas reaperturas de actividades, por lo que la Ciudad no podrá avanzar a la siguiente fase de la flexibilización como tenía planeado Rodríguez Larreta.
La decisión fue confirmada a Infobae por fuentes de las tres administraciones, tras la reunión a solas que mantuvieron Alberto Fernández, Kicillof y el jefe de Gobierno porteño en la Quinta de Olivos este jueves, la cual se prolongó por más de dos horas, un ritual -el noveno- que repiten desde hace meses en las vísperas de los anuncios de extensión del aislamiento.
Es que, desde el inicio de la crisis sanitaria, el Presidente resolvió definir la suerte del AMBA en una mesa tripartita que, otra vez, volvió a estar atravesada por tensiones entre la Ciudad y la Provincia.
En esta ocasión, el jefe de Gobierno pretendía seguir adelante con el plan gradual de reaperturas que anunció hace dos semanas. Pero tuvo que ceder y consensuar, otra vez con la intermediación presidencial, que el confinamiento no tendrá modificaciones, para evitar un colapso de las camas de terapia, el índice que más desvela a las autoridades.
Cuando la reunión estaba por terminar, el parte oficial vespertino del Ministerio de Salud reportó 4.415 contagios en la Provincia y 1.239 en la Ciudad, sobre un total de 6.377 nuevos casos y 153 nuevas muertes: cifras récord. En tanto, la ocupación de camas de terapia en torno al 64,5%. Esta mañana ese número se amplió aún más.
“Con el comité de expertos analizamos hoy la evolución de las últimas semanas y observamos con preocupación el aumento de casos y muertes por COVID-19. La reapertura implica un mayor riesgo de contagio. Por eso debemos cuidarnos más que nunca y quedarnos en casa todo lo posible”, tuiteó el Presidente unos minutos más tarde.
Efectivamente, el jueves al mediodía el jefe de Estado había recibido en la residencia oficial a Javier Farina, Angela Gentile, Pedro y Florencia Cahn, Eduardo López y Gustavo Lopardo, seis de los especialistas del comité de expertos que lo asesora desde mediados de marzo.
Según pudo saber este medio, los infectólogos, el mandatario y sus colaboradores analizaron la posibilidad de anunciar que la próxima etapa de la cuarentena rija durante tres semanas y no por quince días, como al final se concluyó en el encuentro posterior.
Además, se hizo especial hincapié en las reuniones sociales en lugares cerrados: según los expertos, un buen número de los pacientes que llegan a los hospitales o clínicas con síntomas de COVID reconocen haberse juntado con familiares o amigos que también presentaron síntomas compatibles con el coronavirus.
Luego, Alberto Fernández recibió a Rodríguez Larreta y Kicillof, con quienes estuvo a solas durante un largo rato, mientras en la antesala del despacho de la Jefatura de Olivos esperaban el resto de los colaboradores de las tres administraciones: Diego Santilli, Felipe Miguel, Fernán Quirós y Carlos Bianco, entre otros.
El mensaje de este viernes buscará volver a concientizar a la sociedad sobre “la responsabilidad social”. Trascendió, de hecho, que se avanzaría en mayores controles en ese sentido. Pero la realidad marca que es de muy difícil implementación. “Va a ser más declarativo que otra cosa”, resaltó uno de los funcionarios que participó de la cumbre de Olivos.
Durante la semana, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, había avisado que, a este ritmo de evolución de los casos, “las camas de terapia intensiva pueden colapsar en la segunda quincena de agosto”. El martes, el gobernador Axel Kicillof recibió de los infectológos que lo asesoran el consejo de seguir con el mismo estilo de cuarentena. Es decir, lo que se definió dos días después: sin nuevas reaperturas ni grandes cambios.
Incluso, el propio Presidente sumó su visión, en línea con la administración bonaerense: “Nos tenemos que poner firmes porque esto no está funcionando”, remarcó en declaraciones a Radio con Vos.
De esta manera, la Ciudad prefirió preservar el vínculo tripartito con la Casa Rosada y la administración bonaerense y no avanzará, como preveía, con la segunda etapa del cronograma de reapertura gradual e integral que había anunciado el jefe de Gobierno en la última conferencia que compartió en Olivos y que incluyó a los gobernadores de Jujuy, Chaco y Río Negro, otros de los distritos más afectados por la circulación del virus, además del AMBA.
Hasta principios de esta semana, Rodríguez Larreta tenía previsto avanzar con nuevas reaperturas, que según el cronograma oficial difundido por su gobierno incluía para los próximos días “los deportes individuales al aire libre amateur y federados”, la posibilidad de realizar ejercicio sin restricciones de DNI -como en los papeles rige actualmente-, la vuelta de las industrias “no esenciales ni exportadoras” y la “gastronomía al aire libre sin servicio”, entre otras actividades.
De todas formas, sí se habilitarán desde este lunes los comercios de cercanía “en avenidas de alta circulación”, incluidos indumentaria y calzado, con excepción de los centros de trasbordo, como Retiro, Constitución, Once o Avellaneda. Dichas actividades ya figuraban en la primera fase de las seis etapas que anunció en su momento el jefe de Gobierno.
El miércoles, en la reunión en el despacho de Kicillof en La Plata en la que participaron, además del gobernador bonaerense y Rodríguez Larreta, los ministros Quirós, Santilli, Gollán y Sergio Berni, hubo algunos cruces un tanto más álgidos que los habituales.
El Ministro de salud porteño, por caso, cortó en seco la presentación de sus colegas bonaerenses, que empezaron enumerando los datos sanitarios de la Ciudad. “Nosotros hablamos de la Ciudad, ustedes hablen de la Provincia”, lanzó el funcionario, según pudo reconstruir este medio.
El vínculo, entonces, volvió a tensarse. A raíz, según confiaron, del miedo que impera en las autoridades políticas ante un eventual colapso del sistema sanitario, en especial en la administración provincial. “La curva en la Provincia va a seguir progresando. Están todos muy asustados”, aseguró un funcionario que participó de la cumbre de Olivos de este jueves.
En la Ciudad, la “curva de contagios”, según colaboradores de Quirós, está “controlada”. Rodríguez Larreta, de hecho, hubiera querido avanzar con la siguiente etapa de su cronograma. Pero la presión de su par bonaerense lo obligó a poner un freno. Fuentes oficiales explicaron a este medio que, hasta último momento, el Jefe de Gobierno intentó “negociar” alguna apertura.
La decisión, entonces, fue dejar todo como está. La vuelta atrás a una cuarentena dura nunca estuvo, por ejemplo, en la mesa de decisiones del Gobierno porteño. El Presidente, el Jefe de Gobierno y el Gobernador sí están de acuerdo, de todos modos, en que la fatiga social es enorme y que, sumada a la crisis económica, hacen que el aislamiento se torne de difícil cumplimiento en un vasto sector de la sociedad.
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