La Cámara Federal de Casación Penal decidió unificar las dos condenas que pesan sobre José López, el ex secretario de Obras Públicas kirchnerista que en junio de 2016 apareció en un convento de General Rodríguez con una carabina y un bolso con casi 9 millones de dólares. El ex funcionario, que se arrepintió en la causa de los cuadernos y salpicó en aquella confesión a la vicepresidenta Cristina Kirchner, había sido sentenciado a la provincia de Buenos Aires a una pena de un año y siete meses de prisión por portación de armas; y en Comodoro Py le fijaron seis años de cárcel por el delito de enriquecimiento ilícito.
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Guillermo Yacobucci, Alejandro Slokar y Carlos Mahiques, resolvió por unanimidad hacer lugar al planteo de la defensa pública de López para que se unificaran esas dos condenas. El Tribunal Oral Federal 1 había rechazado ese pedido porque la defensa no lo había solicitado en el juicio oral. Y si bien admitieron que era correcto que ese planteo no había sido formulado en esa instancia, los jueces de Casación avalaron la solicitud, anularon la resolución del TOF 1 y les indicaron que debían dictar un nuevo pronunciamiento unificando las dos condenas.
La sentencia se fundó en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que establece el no proceder a la unificación constituye “la omisión del cumplimiento de una obligación legal en detrimento del derecho de todo procesado a obtener una pronta y definitiva resolución acerca de la sanción que debería purgar”.
Según indicaron a Infobae fuentes judiciales, ahora el Tribunal -integrado por los jueces Adrián Grünberg, José Michelini y Ricardo Basílico- deberá convocar a las partes para que opinen en cuánto deberían unificarse la sentencia de José López, que no podrá ser nunca mayor a los 7 años y 7 meses, que implicaría la suma aritmética de las dos condenas. Habitualmente, la unificación de penas implica una reducción de esas condenas sumadas.
José López está preso desde junio de 2016 cuando fue arrestado en el convento de General Rodríguez al que había llegado con bolsos en los que guardaba 8.982.047 dólares, 153.010 euros, 159.114 pesos, y una carabina.
Por el arma se abrió una causa en la justicia de Mercedes ya que el ex funcionario solo tenía tenía la credencial de tenencia. En octubre de 2017, la defensa del ex secretario de Obras Públicas acordó una condena de un año y siete meses de prisión con la fiscal Valeria Chapuispor, que fue homolgada por la jueza de Mercedes María Laura Pardini. Con eso admitió la culpabilidad del hecho y no hubo un juicio oral.
El 12 de junio de 2019, López fue condenado a la pena de seis años de prisión. La sentencia incluyó la orden de pagar una multa del 60% del valor del enriquecimiento y la prohibición perpetua para ejercer cargos públicos. Junto a él fue condenada su esposa, María Amalia Díaz, a 2 años de prisión de ejecución condicional como partícipe secundaria. La monja Inés Aparicio, quien lo ayudó a ingresar los bolsos al convento de General Rodríguez, fue absuelta del delito de encubrimiento. Y se condenó a dos años y medio a los empresarios Andrés Enrique Galera y a Eduardo Ramón Gutiérrez como partícipes necesarios de enriquecimiento ilícito. Los empresarios Carlos Gianni y el abogado Marcos Artemio Marconi, sospechados de prestanombres, fueron absueltos.
Al principio López dijo que el dinero provenía de la política. Cuando explotó el escándalo de los cuadernos, se convirtió en “arrepentido” y aseguró que la plata se la había entregado un ex secretario de Cristina Kirchner: Fabián Gutiérrez, asesinado a principios de mes en Santa Cruz.
Gutiérrez desmintió esa versión, y en el juicio oral por enriquecimiento ilícito el Tribunal Oral Federal 1 también descartaron esas explicaciones. Dijeron que López la había inventado para beneficiarse y que estaba claro que el dinero era suyo.
No obstante, en la causa de los cuadernos, sus dichos fueron dados por válidos. Pese a su condición de arrepentido en la causa cuadernos, en la que ya no está detenido, López no consiguió ser excarcelado por el caso del enriquecimiento. Sin embargo, ya no está en la misma celda de la cárcel de Ezeiza en donde estaba antes. Quedó bajo el Programa de Protección a Testigos, alojado en un espacio no detallado del Servicio Penitenciario Federal.
Actualmente, está siendo juzgado en la causa de la obra pública, un debate suspendido por el aislamiento que se retomará el próximo lunes. En ese juicio está acusada Cristina Kirchner, Julio De Vido, Lázaro Báez y Carlos Santiago Kirchner, entre otros, por las obras que recibió Austral Construcciones en Santa Cruz.
En la sentencia, el dinero que se le había incautado a López en el convento fue destinado a los hospitales Juan Garrahan y Ricardo Gutiérrez. Al principio, la orden no se podía ejecutar, precisamente a la espera de que la Cámara Federal de Casación Penal revisara la decisión. Pero la emergencia sanitaria por el coronavirus cambió las cosas: el TOF 1 resolvió que los 3.133.456,40 dólares fueran al Gutiérrez y la suma de 1.275.700 pesos y 1.988.139 dólares al Garrahan para que se compraran insumos y aparatología.
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