El Frente de Todos buscará mostrar un fuerte aval del Senado a la renegociación de la deuda que encara el presidente Alberto Fernández a través de la gestión del ministro Martín Guzmán al punto que podría incluirse en el recinto una mínima corrección en una frase para contar con los votos de Juntos por el Cambio. Si así ocurre,será una fuerte señal de la primera cámara en tratar el tema y del Gobierno argentino hacia los acreedores en un momento clave de las negociaciones. Según lo previsto, la sesión remota comenzará a las 14 y en el orden del día, además del ingreso de algunos proyectos que requieren un paso por la comisión de Acuerdos, se daría media sanción a la ley de sostenibilidad de la deuda externa bajo legislación local y se convertirá en ley la regulación del teletrabajo.
En comisión hubo aval opositor al proyecto del oficialismo pero con disidencias. En el debate de la semana pasada el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, agradeció y prometió tener en cuenta la corrección en la redacción de un artículo propuesto por la oposición a través del senador Martín Lousteau. Y Carlos Caserio, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, pidió firmar el dictamen aún sin esa modificación para poder llevarlo al recinto lo más rápido posible, es decir este jueves. Juntos por el Cambio insistió y pidió tomarse una semana más a lo que Caserio respondió que el Gobierno y el Frente de Todos tenían voluntad de consensuar y prometió analizar el pedido en el recinto durante el debate y antes de someterlo a votación.
Aunque el Presidente ya estaba facultado por el propio Congreso para avanzar, el proyecto de ley busca darle un marco de mayor legitimidad y consenso a la reestructuración de una deuda por USD 41.714 millones en manos de tenedores privados, mixtos y del sector público, entre ellos organismos como el PAMI y la ANSES. La oposición consideró “buena” la ley, con un par de salvedades.
La clave de la iniciativa es ofrecer a los acreedores una reestructuración en las mismas condiciones, plazos y quita que la oferta realizada a los acreedores bajo ley extranjera, es decir que se posterguen plazos para lograr “un alivio financiero” y pagar en el 2024 sólo USD 2.152 de los 32.400 previstos originalmente. Bastourre indicó frente a los senadores que la propuesta para la que el Ejecutivo pide autorización al Congreso se instrumenta en un “sintonía” y “equidad” tanto para los tenedores de bonos bajo ley extranjera y los títulos públicos emitidos bajo ley argentina.
A pesar de coincidir con los funcionarios, el ex ministro Lousteau fue quien reclamó especial cuidado en la reestructuración de deuda que acepten los organismos públicos y también en la redacción del artículo vinculado a la cláusula RUFO para prevenir posibles diferencias en las negociaciones que tuvieran lugar entre la votación de la ley y el momento del acuerdo con los tenedores locales o futuros.
En un ida y vuelta entre la Secretaría de Finanzas y el Senado, se intentaba anoche una mínima corrección. La cláusula cuestionada, por la que los cinco senadores de Juntos por el Cambio que firmaron el dictamen con los diez del Frente de Todos lo hicieron en disidencia parcial, decía: “Si durante el plazo comprendido entre el vencimiento de la invitación al Canje y el quinto aniversario desde la Fecha de Liquidación de la Operación dispuesta por el Decreto N° 582/2020, la República Argentina realizara voluntariamente una mejor oferta a los Títulos Elegibles de esta Operación a aquellos contenidos en el Decreto N° 582/2020, la mejora se hará extensiva a los tenedores de los Nuevos Títulos detallados en el Anexo III”. El reclamo opositor fue sobre la primera línea del texto, sobre el “vencimiento de la invitación al Canje” que pidieron cambiar por “la sanción de la presente”. Anoche había cruces de llamados para buscar una frase salomónica que desaliente temores en la oposición y acerque las posiciones, como por ejemplo respecto al momento en que entrar en vigencia la ley.
Para el Gobierno es importante como demostración de respaldo político el aval que dé el Congreso. Aún cuando tenga los votos necesarios, sumar a la oposición sería un gesto de fortaleza frente a los acreedores que, en caso de aceptar el canje, empezarían a cobrar ya bajo un nuevo periodo de gestión.
“Es importante tener unificadas políticas de Estado, como con el endeudamiento. El Gobierno quiere cumplir y no pide quita de capital sino solo quita de intereses”, remarcó en las charlas de esta semana el senador José Mayans, jefe del interbloque del Frente de Todos que habla tanto con Cristina Fernández, vicepresidenta del cuerpo, como con su par de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff.
Por otra parte el oficialismo buscará dar sanción a la ley que regula el llamado teletrabajo que obtuvo dictamen favorable una semana atrás, por lo que está en condiciones de llegar al recinto y votarse con mayoría simple, es decir la mitad más uno de los presentes. La idea es que el texto salga sin cambios para que no tenga que volver a la Cámara de Diputados, es decir la de origen, a pesar de algunas objeciones de la oposición. Eventualmente, como se dijo la semana pasada al tratar la ley de fibrosis quística, se podrían hacer correcciones en la promulgación.