El proyecto de reforma judicial que el Gobierno presentó ayer dispone, entre otras medidas de fondo, la creación de un consejo de asesores con el objetivo de analizar el funcionamiento del Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema, entre otras instituciones, algo que dejaría abierta la discusión sobre una eventual ampliación del máximo órgano judicial del país.
“Digamos nunca más a una Justicia utilizada para saldar discusiones políticas y nunca más a una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno”, argumentó el presidente Alberto Fernández al presentar la iniciativa y renovar las críticas al funcionamiento del Poder Judicial durante el gobierno de Mauricio Macri, en un contexto donde la oposición advierte por una avanzada sobre la Corte Suprema para ampliar su composición e incidir en la tramitación de causas por corrupción vigentes contra ex funcionarios del kirchnerismo, incluida la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner.
Más allá de los detalles del nuevo proyecto, tanto Alberto Fernández como Cristina Kirchner se pronunciaron en el pasado sobre cómo debe funcionar la Justicia y sobre cuántos integrantes tiene que tener la Corte Suprema.
Por ejemplo, en noviembre de 2006, cuando la actual vicepresidenta era senadora y titular de la Comisión de Asuntos Constitucional, la Cámara Alta impulsó un proyecto para reducir la integración de la Corte Suprema de Justicia de nueve a cinco miembros y, así, desandar la ampliación impulsada en 1990 por el entonces presidente Carlos Menem. Esa iniciativa fue sancionada por 57 votos a favor y las abstenciones de los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso.
En su discurso, Cristina Kirchner argumentaba que la modificación cerraba “un ciclo histórico” y llegaba “para poner un punto de inflexión”. “Ni aumento ni reducción, simplemente restitución a lo que durante casi 100 años fue un sistema en la República Argentina”. “Nadie pretende que con esta modificación vamos a tener una mejor Justicia o que se van a solucionar los problemas de los argentinos; es simplemente la restitución como una señal importante”, completaba en aquel momento.
“Estamos ante un hecho al que si debiera agregarle un adjetivo tendría que ser el de inédito, porque en realidad, es la primera vez en toda la historia de la República Argentina que alguien, pudiendo nombrar dos miembros de la Corte sin modificar una sola coma del ordenamiento legal vigente, renuncia a ello y retoma el camino de los cinco miembros, un cambio que tuvo su origen en la Reforma de 1860”, aseguró en aquel entonces.
“Creo que se aporta a una cuestión que tiene que ver con la institucionalidad del país y con lo que señalaba al principio: la necesidad de marcar una conducta diferente”, argumentó durante el debate, según consta en la versión taquigráfica.
El proyecto, que en Diputados obtuvo 192 votos y una abstención (Carlos Tinnirello), preveía la reducción paulatina de la cantidad de miembros para establecer un sistema transitorio de mayorías hasta que se logre la integración de cinco ministros.
En los fundamentos de la iniciativa, Cristina Kirchner decía lo siguiente: “A través de la propuesta que se eleva a su consideración pretendo realizar un aporte para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación cumpla con su función más acabadamente. (...) En el proyecto de ley adjunto se postula retomar el número de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a cinco (5) miembros, derogando el artículo 1º de la Ley 23.774 que lo ampliaba”.
“Sabido es que por sí solo el número de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación no da garantía de eficiencia en el funcionamiento del cuerpo y que resulta discutible cualquier afirmación contundente en la materia. (...) En términos estrictamente históricos, restituir a cinco el número de los miembros de la Corte, implicará retomar una larga tradición, en una verdadera búsqueda de la revalorización institucional”, argumentaba en aquel momento.
Y ampliaba: “Sabemos también que el tema tiene hoy en la República Argentina una resonancia especial. No sin razón, muchos ubican en la última ampliación del número de los miembros concretada en la década anterior el inicio del proceso que culminó en la situación de hondo desprestigio en que sumió a ese órgano constitucional, cabeza del Poder Judicial. Se trata, ante aquella resonancia del pasado, de sumar al pleno respeto de las decisiones judiciales que ha caracterizado a este Gobierno, que no ha interferido de modo alguno en ellas, un gesto que sea percibido por la ciudadanía como de refuerzo del respeto al espíritu constitucional prescindiendo de designar a otros miembros para completar el desprestigiado número”.
“Es claro que esta reafirmación del número original de los miembros tiene la finalidad explícita e implícita de resguardar y no de socavar la independencia de la Corte, y, en ese sentido, tiene una implicancia exactamente contraria a la tan cuestionada ampliación”, explicaba.
El caso de Alberto Fernánez es distinto. En 2015, cuando formaba parte del Frente Renovador de Sergio Massa y hacía públicas sus diferencias con Cristina Kirchner, en el peronismo se había instalado la discusión de volver a modificar el número de integrantes de la Corte.
En aquel momento, y durante una entrevista en la TV Pública, afirmó: “Está mal. La Corte es una institución del país, nació con cinco miembros. Cristina tuvo el mérito de volver a cinco miembros para que no se juegue con el número de los jueces y no haya jueces adictos. El resto es una fantasía, en parte impulsada por una idea teórica de (Eugenio) Zaffaroni, que decía que había que dividir la Corte. Debe tener cinco miembros, y debe funcionari con cinco miembros”, argumentó en aquel momento.
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