Cordobesa, consejera legal de la Misión Permanente de la Argentina ante Naciones Unidas, la abogada Silvia Fernández de Gurmendi fue designada integrante de la Asamblea de Estados parte del Estatuto de Roma, desde donde se fundó la Corte Penal Internacional. Siendo miembro de la CPI, fue elegida presidenta en el 2015, cargo que desempeñó hasta 2018. Presidenta de la Asociación Latinoamericana de Derecho Internacional, se encontró con la propuesta del Gobierno de representar a la Argentina ante la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) y no dudó en aceptar el desafío. Ayer su designación fue publicada en el Boletín Oficial.
- Hace más de 20 años que se creó la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), sin embargo es poco lo que se conoce en la Argentina de ese organismo. ¿Por qué no nos cuenta de qué se trata, cuál es su trascendencia, por qué Argentina lo integra?.
- Es una organización creada en 1998 para promover la educación, la enseñanza y la memoria del Holocausto. Su documento fundacional es la Declaración de Estocolmo, adoptada en el año 2000, como culminación del Foro Internacional de Estocolmo sobre el Holocausto, que convocó a líderes políticos de alto rango de más de 40 países, incluyendo al entonces presidente argentino. La IHRA cuenta con 34 países miembros, 28 europeos, a los que se suman Argentina, Canadá, Estados Unidos e Israel. Tiene la secretaría permanente en Berlín y su presidencia rota cada año entre los estados miembros. Este año está presidida por Alemania.
La Argentina es el único país miembro de la IHRA por América Latina. Desde su adhesión, nuestro país siempre se destacó por la importancia del estudio, la memoria y la enseñanza del Holocausto en sí mismo y también como herramienta para combatir la exclusión, la discriminación y la intolerancia, apuntando a prevenir otros genocidios y crímenes de lesa humanidad.
Por eso es que IHRA reúne a expertos en la educación, investigación y recuerdo del Holocausto, incluyendo educadores y especialistas en museos y memoriales, historiadores así como también a especialistas en estudios de genocidio, que trabajan de manera multidisciplinaria produciendo declaraciones o recomendaciones a los estados. La IHRA tiene dos reuniones plenarias al año en el país que ocupa la Presidencia, del que participan todos los estados miembros y observadores. Debido a la pandemia, este año el plenario que estaba previsto para junio en Berlín se hizo, pero de manera virtual.
- En 2016, la Alianza contra el Holocausto acordó una definición sobre antisemitismo a la que Argentina adhirió este año. ¿Por qué es importante esta definición y por qué es importante que Argentina haya adherido a ella?
- Bueno, la definición es importante porque es la primera vez que se logra un acuerdo intergubernamental sobre la base de un trabajo de expertos. Se trata de una definición no vinculante que, como bien lo señaló la UNESCO, aspira a ayudar a investigadores, docentes y responsables de la formulación de políticas para combatir eficazmente el antisemitismo y el negacionismo. La adhesión de la Argentina confirma a nivel internacional su compromiso con los objetivos de la IHRA y, a nivel nacional, su compromiso permanente con la lucha contra el antisemitismo y contra cualquier otra forma de discriminación.
- ¿Su trabajo como embajadora, entonces, es hacia adentro y hacia afuera de la Argentina?
- Hacia adentro y hacia afuera al mismo tiempo, porque tengo que asegurar que haya una comunicación fluida entre el ámbito nacional y el internacional. Mi prioridad será involucrarme y contribuir al máximo con el capítulo local de la IHRA y ya tomé contacto con algunas organizaciones para conocer los proyectos en marcha. El capítulo local es un espacio amplio y diverso que nuclea a las áreas competentes de Cancillería, Educación y Justicia y Derechos Humanos, así como a la DAIA y otras organizaciones no gubernamentales con competencias relevantes en materia de memoria. La presidencia del capítulo local rota entre los ministerios. Actualmente está en manos del Ministerio de Educación y pasará próximamente a Cancillería. Por cierto, el espacio internacional que genera el IHRA es esencial para intercambiar experiencias y diseñar políticas, pero está claro que la eficacia de la organización depende de la movilización que se logre en el ámbito nacional de cada uno de los estados miembros. En otras palabras, el capítulo local es central para lograr que la IHRA tenga impacto concreto en el mundo real.
- Hay quienes consideran que en Argentina no hay antisemitismo, incluso que el nuestro no es un país antisemita. ¿Está de acuerdo con eso?
- Lamentablemente, la Argentina no es inmune al antisemitismo que continúa impregnando nuestra sociedad y otras sociedades del mundo. De hecho, se observa actualmente un preocupante crecimiento del antisemitismo en nuestro y otros países que demuestra que todavía hay mucho por hacer en esta materia. La gran mayoría de los ataques antisemitas actuales tiene lugar en espacios on line y en redes sociales, por lo que no es sencillo combatirlos. La educación que promueve la IHRA sigue siendo la herramienta más eficaz para combatir el discurso de odio, movilizar mensajes positivos y promover cambios de mediano y largo plazo en las futuras generaciones.
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