Eterno oficialista y con graves denuncias: quién es Mario Ishii, el intendente de José C. Paz

Llegó al poder de la mano de Eduardo Duhalde. Fue aliado clave de Néstor y Cristina Kirchner, y hasta de Mauricio Macri. Tiene el poder absoluto en su localidad hace más de 20 años y ahora está envuelto en un escándalo narco.

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El intendente Mario Ishii (NA)
El intendente Mario Ishii (NA)

El viernes 20 de agosto de 1999, el Concejo Deliberante de José C. Paz tuvo una sesión brutalmente violenta. Hubo tiros, cuchillazos, golpes y ocho heridos. Los protagonistas del enfrentamiento fueron dos facciones del justicialismo local. Por un lado estaban los militantes del entonces intendente, Rubén Glaría, y por el otro, aquellos que acompañaban al puntero en ascenso: el concejal Mario Ishii.

No hubo debate, y todo se saldó a los tiros. Finalmente “El Japonés”, como lo conocen a Ishii, ganó los comicios y se hizo con el poder de esa localidad bonaerense. Esa controvertida jornada, como un sino, sería el anticipo de una gestión municipal marcadas por los escándalos, denuncias policiales, clientelismo y ahora, una aparente connivencia con la venta de droga.

En el comienzo de la década de 1990, Ishii era el chofer de Juan Carlos Denuchi, quien por entonces se desempeñaba como diputado provincial y hombre poderoso del PJ local. Después, hacia 1995, de la mano de Eduardo Duhalde, llegó a ser el primer concejal de José C. Paz, cuando el jefe municipal era Glaría.

Ishii, Cristina Kirchner y Florencio Randazzo
Ishii, Cristina Kirchner y Florencio Randazzo

Desde que asumió como intendente en 1999 hasta hoy, fue reelecto varias veces. Sólo estuvo fuera del ejecutivo entre 2011 y 2015. Pero no por eso, se alejó del control de José C. Paz. Dejó en el cargo como intendente a un delfín político suyo. Se trató de Carlos Urquiaga, un dirigente peronista e ideólogo de uno de los pilares de su gestión. Fue quien creó las bases del asistencialismo vecinal desde la Secretaría de Trabajo.

A lo largo de los años su gestión se vio envuelto en numerosos escándalos. Algunos más graves que otros, pero sin duda reflejaron su polémica forma de gobernar. También esto fue posible ya que se erigió como un dirigente que estuvo arropado siempre bajo el calor del poder de turno.

Por ejemplo, en 2003, a pedido de Eduardo Duhalde, acompañó la candidatura presidencial de Néstor Kirchner. Sin embargo, como el patagónico no era muy conocido y ante las dudas de que ganara las elecciones, Ishii puso algunos de sus colaboradores junto a Carlos Menem y Alberto Rodríguez Saá, los otros aspirantes. No tenía cómo perder.

En los años del kirchnerismo, “El Japonés” se convirtió en un aliado importante del gobierno nacional. Al gobernar una localidad con más de 265.000 habitantes, le sirvió para consolidar su poder tanto a Néstor como a Cristina Fernández de Kirchner. Además estrechó buenas relaciones con los ministros Julio De Vido y Alicia Kirchner, aunque logró mantener un control territorial fuerte e independencia. Todo lo que pasaba y pasa en José C. Paz debe tener el visto bueno de Ishii.

Era de los pocos intendentes con línea directa a la Casa Rosada K y hasta se jactaba de su amistad con Néstor kirchner. De hecho, fue uno de los pocos que pudo entrar al mausoleo del ex presidente.

Durante los años que no fue intendente, su objetivo fue ser gobernador de la provincia de Buenos Aires. En 2011 compitió en las internas con Daniel Scioli, pero perdió y tuvo que resignar sus aspiraciones.

La ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, con Mario Ishii
La ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, con Mario Ishii

Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia y de María Eugenia Vidal a la gobernación bonaerense, no tuvo problemas tampoco en mostrarse oficialista pese a ser un dirigente puramente peronista. “Estuve con Menem, De la Rúa, con los cinco presidentes que estuvieron en 15 días, con Néstor, con Cristina y hoy estoy con Macri”, dijo el intendente paceño en declaraciones a la agencia Télam en 2016, cuando casi todo el país estaba teñido de amarillo.

“Las instituciones se deben respetar. Si les va mal, debemos sentir dolor y no alegrarnos”, dijo Ishii para luego sacarse una foto con Vidal y destacar que la administración de la gobernadora “atendía más a los intendentes que lo que hizo el ex gobernador Daniel Scioli”.

Fue un maestro de los escándalos y está salpicado con varias denuncias. En 2004 protagonizó un curioso episodio. Cuando viajó a Japón, donde partió para conocer más acerca de sus ancestros, Ishii, dejó en el cargo de intendente a Santa Isabel González, primera concejal del distrito y además, su madre. La mujer quedó a cargo del Ejecutivo durante los 17 días. No fue ilegal. La Carta Orgánica de municipios bonaerenses establece que ante la ausencia del intendente su reemplazante será el primer concejal de la lista en la que resultó elegido. En este caso, su propia madre.

Este fue el menor de los escándalos que lo mancharon. En 2013, declaró en una investigación por una causa que investigaba un fraude en la entrega de planes sociales en su municipio. Una trama de clientelismo y corrupción por la que nunca dio explicaciones. El principal señalado era Urquiaga, su ex secretario, quien estaba acusado por el manejo extorsivo, discrecional y arbitrario de los planes “Argentina Trabaja” y “Trabajar”.

El caso comenzó cuando un beneficiario de un plan social se fue a quejar al municipio porque había dejado de cobrar el beneficio. Le dijeron que él lo seguía cobrando y le mostraron un DNI con sus datos pero con la foto de otro. El otro era un puntero del oficialismo paceño. Esposo de otra puntera que también fue investigada.

En 2014, en Coronel Bogado, un pueblo situado a 50 kilómetros del sur de Rosario, detuvieron un narco que era intensamente buscado. Se trataba de Gustavo Collado Correa, quien al momento de la detención exhibió un carnet en el que indicaba que era asesor ad honorem del legislador bonaerense Mario Ishii.

Ishii y Scioli
Ishii y Scioli

De acuerdo con el expediente que instruyó la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, el supuesto asesor era el encargado de negociar con los proveedores bolivianos la compra de los cargamentos de droga que llegaban a la Argentina y que terminaban en campos en Salta. Luego eran transportados hacia un galpón en la avenida Illia al 9200 en José C. Paz, distrito bonaerense gobernado por Ishii durante 14 años y donde estaba el centro operativo de la banda.

Otra de sus polémicas ocurrió en 2009, luego de la derrota electoral del kirchnerismo. Aquel año, Ishii, amigo de Néstor, propuso salir a buscar a intendentes “traidores”. “Un año y medio atrás hacían cola para pedir la boleta de Kirchner, pero después, en esta elección, han buscado la conveniencia de las intendencias sin preocuparle la conducción del partido”, dijo el polémico intendente del poncho en el hombro.

Construyó su poder a base de clientelismo, amenazas e impunidad del poder de turno. En 2011, el diario La Nación dio a conocer volantes en los que amenazaban a empleados públicos y beneficiarios del Estado si no asistían al acto de asunción.

Con el escudo del distrito a un costado, el volante advertía: “Atención trabajadores paceños. En caso de no concurrir se le dará de baja en forma automática a su puesto de trabajo, como así también se reverá la entrega de vivienda al que se la hubiesen entregado”. Y remató: “Se retirará la casa”. Firma: “Mario Ishii-conducción”.

En 2014 propuso el regreso del servicio militar obligatorio y el gobierno de Cristina lo criticó duramente. En un acto, hizo la propuesta de una “consulta popular para que los ciudadanos expongan si quieren o no, que se retome el servicio militar obligatorio para los jóvenes que nos estudian ni trabajan, los chicos llamados ni-ni”.

En 2016 contrató como asesor del municipio al ex carapintada Aldo Rico. Según admitió en una entrevista radial, el militar lo aconsejaba en materia de seguridad. El intendente argumentó la contratación del ex carapintada “porque en la policía tenemos el problema que está en un 50 por ciento contaminada y el otro 50 por ciento tiene miedo”.

Un año después, se sumó a la moda de plotear patrulleros con su nombre y así hacer propaganda. “Hemos comprado alrededor de 35 vehículos entre camionetas y autos y todos dicen «Intendencia de José C. Paz» y «Mario Ishii» porque salen afuera [del distrito]”, justificó el histórico barón del conurbano en diálogo ese año con Todo Noticias. “Hoy el intendente soy yo y mañana viene otro intendente y le pondrá su nombre”, agregó. Impasible.

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