A diferencia de lo que sucede en la Provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof asegura que “estamos en lo peor de la pandemia”, en la ciudad de Buenos Aires no evalúan dar marcha atrás con el aislamiento social obligatorio y volver a una fase más estricta como ocurrió el 16 de julio. “La serie de datos que manejamos no nos indican que haya que endurecer la cuarentena”, aseguró el Jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.
“Vemos estabilidad desde hace varias semanas, que fue lo que nos permitió abrir algunas actividades en esta fase y planificar las siguientes cinco”, dijo el funcionario, aunque advirtió que “no es algo absolutamente plano”.
Pero al otro lado de la General Paz la situación es más preocupante y así lo hizo saber el propio ministro de salud bonaerense, Daniel Gollán, ante el aumento sostenido de los casos de coronavirus. Consideró que “es probable que haya que modificar la fase actual” de la cuarentena en el distrito, defendió la necesidad de evitar el colapso del sistema sanitario e insistió en la “responsabilidad solidaria” de los ciudadanos.
En este último punto, coincidió con los dichos de su par nacional, Ginés González García, quien atribuyó el crecimiento de los casos positivos de COVID-19 a los “encuentros clandestinos” como “asados o mateadas”.
Para el Jefe de Gabinete porteño, la decisión que se tomó el 1° de julio de volver a la Fase 1 no tuvo que ver con el posible colapso de las camas de terapia intensiva sino con que los casos estaban creciendo. “Teníamos un R de 1,1 y hoy la situación es diferente. En la Ciudad, el sistema público está por debajo de la ocupación del 60%. Hasta ayer estábamos en 58,8% de las camas de terapia ocupadas. En el sector privado llega al 79%. El sistema de salud está robusto para hacerle frente a la pandemia”, aseveró.
En el mismo tono optimista que Miguel, el jefe de Gabinete nacional Santiago Cafiero, afirmó este sábado que la tasa de letalidad por coronavirus “está en baja” y el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva está “estabilizado”, al tiempo que destacó que con la cuarentena estricta se logró “ralentizar” ese número.
“No hay que tomar decisiones con una foto, sino evaluar un período de 7 o 10 días para ver cómo se fueron confirmando las curvas. Vamos a estar tomando esas decisiones durante la semana que viene”, dijo Cafiero en declaraciones a radio Del Plata, sobre el período de aislamiento social que concluye el próximo 2 de agosto.
Con respecto a la cuarentena estricta del 1 al 17 de este mes realizada en el Área Metropolitana (AMBA), Cafiero consideró que “fue exitosa porque ralentizó la ocupación de camas; esa curva se aplanó y los parámetros prioritarios están estabilizados gracias al esfuerzo de las familias”.
Este viernes, los números a nivel nacional siguieron en alza y se registraron 105 muertes y 5.493 nuevos infectados. Con estos datos, el total de infectados en todo el país asciende a 53.520 y las víctimas fatales suman 2.807.
Y durante su informe diario la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, manifestó que el país se encuentra en una etapa de “aumento contenido de los casos” y que “estamos entrando en el momento de más tensión”.
Sin embargo, Felipe Migue prefirió ser más cauto y dijo que “vamos a saber si hoy estamos en el pico cuando hayamos visto todo el recorrido de la curva”.
Al ser entrevistado en Radio Mitre, dijo que “no hay que mirar la foto de un solo día sino la película” y que hay que “ir interpretando todos los indicadores, que son los que describen la situación sanitaria”.
Insistió en que “cada distrito del AMBA tiene sus particularidades y eso hace que las decisiones que se tomen sean distintas. Entiendo las preocupaciones de Axel y de Carlos Bianco (Jefe de Gabinete bonaerense)”, dijo Miguel en alusión a los cuestionamientos que recibe la Ciudad por las flexibilizaciones que impuso en lo que respecta a comercios no esenciales, salidas recreativas de los chicos y actividades deportivas al aire libre.
Mientras no haya vacuna, seguir con el distanciamiento social, el uso del barbijo y la higiene de manos será clave. En ese sentido, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, estimó que la vacuna contra el coronavirus llegará a la Argentina “para mediados de año” en 2021, en caso de que se termine de desarrollar antes de que concluya 2020.
“En caso de que para fin de año se termine de desarrollar la vacuna, va a haber una gran demanda en el hemisferio norte para el invierno de ellos, o sea nuestro verano, por lo que es lógico que en ese escenario nosotros tengamos la vacuna para mediados de año” de 2021, sostuvo el funcionario nacional.
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