En su primer encuentro oficial, los dueños de las principales compañías del país nucleadas en la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y seis integrantes de la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) coincidieron en que “el país necesita que la actividad privada tenga un mayor despliegue” y acordaron instrumentar en las próximas semanas “un espacio permanente para seguir trabajando en conjunto y elaborar propuestas razonables que ayuden a dar un rumbo”.
Así lo revelaron a Infobae desde ambos sectores luego de la videollamada que mantuvieron esta tarde, durante casi una hora y media, y en la que la mayoría de los 20 empresarios de primera línea y los sindicalistas se alternaron, con intervenciones de no más de cinco minutos, para dar su visión sobre la crisis actual y destacar cuáles son los ejes sobre los cuales habría que buscar consenso para la recuperación económica.
De todas formas, la idea es que las propuestas que surjan de esta cumbre empresario-sindical sean elevadas al presidente Alberto Fernández como un aporte y con la expectativa de que el Gobierno se sume a una instancia de diálogo tripartito.
Se trató del primer encuentro oficial entre ambas entidades, pero no el primero: desde hace muchos meses varios representantes de AEA y de la CGT mantienen contactos extraoficiales para analizar la situación socioeconómica, por lo que la videollamada, desde la óptica de los dos sectores, fue una conclusión natural para darle un cauce a las conversaciones.
Del lado de AEA estuvieron su presidente, Jaime Campos, y los siguientes empresarios: Luis Pagani (ARCOR), Paolo Rocca (Organización Techint), Héctor Magnetto (Grupo Clarín), Marcos Galperín (Mercado Libre), Enrique Cristofani (Santander), Eduardo Elsztain (IRSA), Alejandro Bulgheroni (Grupo Panamericano de Energía), Luis Pérez Companc (Grupo Pérez Companc), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Carlos Miguens (Grupo Miguens), José Cartellone (José Cartellone Construcciones Civiles), Cristiano Rattazzi (FCA Argentina), Federico Braun (La Anónima), Alberto Grimoldi (Grimoldi), Marcelo Argüelles (Sidus), Alberto Hojman (BGH), Jorge Aufiero (Medicus), Norberto Morita (Grupo de la Cruz del Sur), David Lacroze (Grupo Lacroze), Jorge Ferioli (San Jorge Emprendimientos) y María Luisa Macchiavello (Droguería del Sud).
Por la CGT participaron sus cotitulares, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), además del secretrario adjunto, Andrés Rodríguez (UPCN); José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA) y Antonio Caló (UOM).
Desde ambos sectores fue unánime el respaldo a la solicitud de que “hay que cuidar a las empresas privadas” y que “la Argentina necesita que actividad privada tenga un mayor despliegue”, más allá del rol que desempeña el Estado.
Una reforma tributaria, la necesidad de que el país incremente las exportaciones y la decisión de crear empleo registrado fueron algunos de los ejes en los cuales se insistió, con sus matices, desde uno y otro sector durante el encuentro virtual.
La videollamada fue abierta por Campos, en nombre de AEA, y de Andrés Rodríguez, por la CGT. Pese a la expectativa de los sindicalistas, hablaron unos diez de los veinte empresarios que participaron, pero hubo dos muy importantes que se mantuvieron en silencio, aunque atentos a las exposiciones del resto: Paolo Rocca y Héctor Magnetto.
Los dos sectores acordaron no efectuar declaraciones personales y difundir un comunicado tras el encuentro, aunque coincidieron en que el encuentro fue “muy positivo” y en que todos prefirieron no tocar temas que pudieran irritar a la otra parte y se concentraron en los puntos sobre los cuales podían ponerse de acuerdo con mayor fluidez.
Así sucedió cuando varios empresarios insistieron en la necesidad de una reforma tributaria, cuestión que en términos generales avalaron los dirigentes de la CGT, aunque en la intimidad admitieron que tienen sus diferencias. Lo mismo sucedió cuando los representantes de AEA hicieron hincapié en la falta de competitividad de las empresas argentinas, cuestión que pareció ser contestada por los sindicalistas con la necesidad de incorporar tecnología y de invertir en capacitación. De la misma forma, los reclamos empresariales que se sucedieron en la videollamada para que se disponga una rebaja arancelaria, impositiva y de Ingresos Brutos fue acompañada desde la CGT con un pedido de que se derogue el Impuesto a las Ganancias.
Uno de los tantos datos sugestivos de este encuentro es que los dirigentes de la CGT compartieron un espacio de diálogo y de coincidencias en el que estaba el dueño de Mercado Libre, Marcos Galperín: tanto esos sindicalistas como el empresario mantienen fuertes diferencias con el líder del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, y su hijo Pablo.
Los Moyano bloquearon el jueves pasado varios centros de distribución de Mercado Libre para exigir el encuadramiento de esos trabajadores en su gremio, mientras que los camioneros criticaron duramente a la CGT por el acuerdo alcanzado con la Unión Industrial Argentina (UIA) para suspender trabajadores sin tareas con el pago del 75% del salario neto.
En un comunicado conjunto, la AEA y la CGT destacaron su voluntad de “profundizar el diálogo entre ellas y con otros sectores de la sociedad” para “avanzar en la formulación de consensos básicos que den lugar en el tiempo a la implementación de políticas específicas” y destacaron que “sólo con el esfuerzo de todos se podrá iniciar un proceso de recuperación” de la economía.
El texto completo que fue difundido luego de la videollamada dice lo siguiente:
“Ambas instituciones, la CGT, representando a los trabajadores, y la AEA, integrada por los directivos de las principales empresas del país, coincidiendo en profundizar el diálogo entre ellas y con otros sectores de la sociedad, de modo de avanzar en la formulación de consensos básicos que den lugar en el tiempo a la implementación de políticas específicas. Ello se hace aún más urgente en vista a la crítica situación económica y al esfuerzo enorme que implicará mantener en actividad al dispositivo productivo y al empleo formal en el país. En efecto, Argentina viene de muchas décadas de un mal rendimiento económico, a lo que se adiciona el impacto muy negativo de la pandemia. Es sólo con el esfuerzo de todos que podrán iniciar un proceso de recuperación.
“Entre los temas abordados en el diálogo mantenido se incluyeron:
* El papel clave de las empresas privadas y sus cadenas de valor en el proceso de desarrollo y especialmente para la salida de esta crisis.
* Políticas específicas para promover el empleo registrado.
* Políticas públicas destinadas a movilizar la capacidad productiva y las exportaciones de bienes y servicios.
* La inserción inteligente de la Argentina en el mundo. Específicamente, se aspira a un resultado positivo en las decisiones con los acreedores externos.
* La necesidad de reducir gradualmente la presión tributaria sobre el sector formal de la economía, atendiendo a su vez a la necesidad de equilibrar las cuentas fiscales.
* Educación Técnica y Formación Técnico-Profesional.”
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