Finalmente serán tres entidades empresariales y una ONG las que darán su opinión sobre el proyecto de teletrabajo ante los senadores de la Comisión de Trabajo y Previsión Social. La Unión Industrial Argentina (UIA), el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), Argencon y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) fueron las elegidas para brindar su posición en la reunión de comisión de este miércoles, a las 11.
Los senadores del Frente de Todos se resistían a escuchar las objeciones del sector empleador a la iniciativa que aprobó la Cámara de Diputados, como quedó en evidencia durante la reunión de la Comisión que se realizó el jueves pasado, pero luego, ante la insistencia de la oposición, accedieron a recibir a dos entidades empresariales para compensar el hecho de que ese día habían escuchado a líderes de dos centrales obreras, Héctor Daer, de la CGT, y Hugo Yasky, de la CTA oficialista.
Cerca del presidente de esa Comisión, Daniel Lovera, del Frente de Todos de La Pampa, dijeron la semana pasada que “se está trabajando para lograr intervenciones en equilibrio”. Ahora, incluso, el sector empleador estará representado en la reunión del miércoles por la UIA, IDEA y Argencon (entidad conformada por empresas de la economía del conocimiento), más el CIPPEC, que realizó una investigación sobre el teletrabajo en la Argentina que también fue expuesta en una reunión informativa de la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados.
La decisión de escuchar al sector empleador cambió los planes originales de los senadores del Frente de Todos, que querían emitir dictamen sobre el proyecto entre este lunes y el miércoles, con el fin de acelerar lo máximo posible los plazos para que la regulación del teletrabajo se convierta en ley.
El tema se analizó esta tarde en una reunión de la bancada oficialista, luego de la cual se confirmó que los empresarios participarán el miércoles de la reunión de comisión. No está claro, de todas formas, si piensan modificar el texto aprobado en Diputados. Si fuera así, el proyecto deberá volver a la Cámara baja, que podrá ratificar la iniciativa original o convertir en ley el texto propuesto por el Senado.
En la reunión de comisión del jueves pasado, Lovera se mostró firme ante los reclamos opositores de que se llamara a los empresarios para conocer su opinión. Aseguró que “se escuchará a todos”, pero advirtió que “por escuchar mucho a una parte perdimos más de 300 mil puestos de trabajo”, por lo que “hay que valorar el esfuerzo de las organizaciones sindicales por cuidar el empleo”.
“La crisis de hoy es por el COVID-19, pero veníamos de una crisis del empleo desde hace cuatro años”, advirtió, molesto, en un claro mensaje contra el gobierno de Mauricio Macri dirigido a los legisladores de Juntos por el Cambio.
En el oficialismo habían surgido discrepancias sobre el proyecto de teletrabajo ya que el sector del kirchnerismo duro no estaba de acuerdo con los planteos de los empresarios e incluso apuntaban a que el proyecto reforzara los alcances que se le brinda a esta modalidad a través de la Ley de Contrato de Trabajo. Sin embargo, el sector moderado del oficialismo entendía que para la reconstrucción económica que necesitará el país tras la pandemia hará falta el apoyo del sector privado y que por eso había que acceder a cambios en la iniciativa como señal de buena voluntad del Gobierno.
Entre los cuestionamientos que le hicieron llegar las entidades empresariales al presidente Alberto Fernández y al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, figuran que de aprobarse el proyecto tal como se aprobó en Diputados se desalentará la modalidad del teletrabajo por un exceso de regulación y por determinados artículos que dificultarán la viabilidad de su aplicación.
La líder de la Red de Abogados de IDEA, Brenda Puig, advirtió ante Infobae que “el gran riesgo es que se desaliente el teletrabajo por una sobrerregulación de la ley”, ya que consideró que esta modalidad laboral “puede ser una gran herramienta para generar más y mejor empleo”, pero “no se entiende el apuro ni tampoco la falta de consultas y de análisis del proyecto” que tratará el Senado.
Ante los diputados de la Comisión de Legislación del Trabajo también plantearon sus reparos ante el proyecto de teletrabajo el coordinador de Asuntos Laborales de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Esteban Mancuso, quien advirtió que la regulación del teletrabajo “podría favorecer a la industria del juicio” porque la iniciativa”deja muchas lagunas legales”.
Para el presidente de Argencon, Luis Galeazzi, el teletrabajo en la Argentina es “una práctica tan espontánea y cambiante, que requiere que la normativa legal se adecue a esta realidad y no provoque restricciones con condicionamientos rígidos”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), Sergio Candelo, aseguró que “una regulación excesiva puede afectar la expansión del teletrabajo” porque los profesionales argentinos podrían elegir trabajar para empresas extranjeras y, de esa forma, la Argentina podría perder unos 12.000 millones de pesos de recaudación anual.
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