Al cumplirse el 26 aniversario del atentado a la AMIA, en el que murieron 85 personas, el presidente Alberto Fernández aseguró que “la búsqueda de verdad y justicia es un imperativo moral que debe unirnos a todos contra la impunidad”.
En un mensaje que publicó en su cuenta de Twitter, Fernández recordó que “fueron muchos años de frustraciones” y remarcó que “los argentinos tenemos una deuda que debemos saldar”.
El atentado a la AMIA, que fue declarado por el juez Rodolfo Canicoba Corral como “crimen de lesa humanidad”, ocurrió el 18 de julio de 1994 cuando explotó una bomba dentro del edificio situado en la calle Pasteur 633.
Desde noviembre de 2006 están vigentes las alertas rojas de Interpol con orden de captura internacional para los seis iraníes acusados del hecho: son Moshen Rezai, ex jefe de la guardia revolucionaria de Irán; Ali Fallahijan, ex ministro de Inteligencia; Moshen Rabbani, ex agregado cultural en Argentina; Ahmad Vahidi, comandante de las fuerzas QUDS; Ahmad Asghari, ex secretario de la embajada de Irán en la Argentina; y el colombiano Samuel Salman El Reda, quien vivió en Argentina.
Sus detenciones fueron pedidas por el fallecido fiscal Alberto Nisman y ordenadas por el juez Canicoba Corral. Pero ninguna se concretó ya que para poder avanzar en la causa con las indagatorias deben ser detenidos y estar en los tribunales argentinos. Ese fue, supuestamente, uno de los objetivos que tenía el llamado pacto con Irán, que impulsó la entonces presidenta Cristina Kirchner.
Si bien el actual Jefe de Estado fue uno de los más críticos y hasta consideró que se trataba de un delito, en el último tiempo fue morigerando su discurso y hasta dio un giro inesperado que lo llevó a justificar ese principio de acuerdo con los iraníes.
“Yo critiqué mucho el memorándum con Irán, pero lo que buscaba era destrabar el problema”, aseguró este jueves el Presidente al ser entrevistado por Dina Siegel Vann, directora del Comité Judío Estadounidense.
“La Argentina está intentando, a veces de mejor modo, a veces de peor modo, encontrar la verdad. La Justicia argentina se encontró con la dificultad de que el gobierno iraní nunca accedió a dejar que declaren los responsables. La Argentina hizo muchos esfuerzos en tratar de sacar ese problema del medio”, explicó el Jefe de Estado.
En esa misma línea dijo: “Es una deuda que tenemos como democracia para con la Argentina. Allí quedaron impunes autores de un hecho tremendo y han pasado décadas. Inclusive cuando en algún momento se buscó un acuerdo con Irán en ese memorándum de entendimiento, que yo critiqué mucho, en el fondo fue la búsqueda de tratar de destrabar el problema que existía de que no enviaban a los acusados a declarar y a encontrar una solución”.
Luego, en referencia a Irán, agregó que “Argentina está en deuda, pero el mayor deudor es el país que no accede a que los responsables vengan y declaren”.
Pero cinco años atrás pensaba muy distinto. En una nota que publicó en La Nación el 16 de febrero y que llevaba su firma, Alberto Fernández había dicho que el acuerdo con Irán era la prueba del encubrimiento del atentado y que la vicepresidenta era la autora de un delito.
“Cristina sabe que ha mentido y que el memorando firmado con Irán sólo buscó encubrir a los acusados. Nada hay que probar. Merced a ese pacto, la evaluación de los hechos quedaría en manos de una comisión que funcionaría en la patria de los prófugos y en la que la mayoría de sus miembros debería contar con el acuerdo iraní. ¿Para qué pactaron ambos gobiernos notificar a Interpol lo acordado, si no era para levantar los pedidos de captura librados?”, señaló dando a entender que se trató de un intento de encontrar una solución al respecto.
Por la firma de ese acuerdo, la vicepresidenta Cristina Kirchner y un grupo de exfuncionarios fueron citados a un juicio oral y público acusados de encubrimiento, aún sin fecha.
La denuncia por ese delito la hizo el fiscal Alberto Nisman, quien apareció muerto cuatro días más tarde, en lo que la justicia federal investiga como un homicidio.
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