La Legislatura porteña aprobó este jueves la adhesión de la Ciudad de Buenos Aires al protocolo nacional para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo (ILE). La aprobación fue con 50 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones, en una sesión que contó con la participación de todos los diputados y fuerzas políticas.
“La adhesión (al protocolo ILE) es un paso más en la Ciudad a favor del derecho a la salud de las mujeres”, dijo la diputada Patricia Vischi, de UCR-Evolución, quien fue la primera oradora del debate y es presidenta de la comisión de Salud de la Legislatura. También destacó que el proyecto de ley tuvo el apoyo “transversal de todas las fuerzas políticas” y que la decisión fue tomada “en articulación con la sociedad civil”.
El proyecto para la adhesión al protocolo fue presentado en febrero último por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y contó con el apoyo de 42 diputados, de un total de 60. Entre los legisladores que acompañaron la iniciativa había representantes de casi todos los bloques políticos presentes en la Legislatura porteña: Vamos Juntos (VJ), Frente de Todos (FdT), UCR-Evolución, Frente de Izquierda, Autodeterminación y Libertad, GEN y el Partido Socialista.
Sin embargo, la postura de cada bloque no fue unánime y, entre los diputados que no apoyaron la adhesión, se encuentra Guillermo González Heredia (VJ), quien hoy se definió como “el primer orador (de la sesión) del grupo llamado celeste”. ”¿Es un derecho habilitar a una niña de 13 años a ir a un efector de salud y requerir un aborto? Yo creo que no, creo que es un desamparo”, sostuvo.
De acuerdo al protocolo, a partir de los 13 años, “se debe considerar la voluntad (de la adolescente) al momento de dar intervención a los organismos de protección”. En cambio, las niñas menores de 13 años “podrán brindar su consentimiento con el acompañamiento de sus progenitores, representantes legales, personas que ejerzan formal o informalmente roles de cuidado”.
Al respecto, Manuela Thourte (UCR-Evolución), apuntó que “el 90% de los casos de abuso sexual contra niñas son por parte de alguien del entorno familiar, por lo que mal podrían ir a acceder a una ILE con sus padres”.
El protocolo ILE establecido por el ministro de Salud, Ginés González García, en diciembre de 2019, se basa en las causales previstas por el Código Penal argentino desde 1921 –y confirmadas por la Corte Suprema de Justicia en 2012–, según las cuales la interrupción del embarazo es legal si el mismo es fruto de una violación o implica riesgos para la vida o la salud de la mujer gestante.
En este sentido, Laura Velasco (Frente de Todos) afirmó hoy durante el debate que en Argentina “cada tres horas una menor es madre” y que, en la mayoría de los casos, son niñas y adolescentes que sufren situaciones de “violencia intrafamiliar”. Luego agregó: “Vamos por la soberanía sobre nuestros cuerpos, sabiendo que son las más pobres y las más jóvenes quienes mueren por aborto clandestino”.
Lucía Romano (VJ), por su parte, mencionó que en el caso de los embarazos que son resultado de una violación, para acceder a la ILE “no hace falta hacer denuncia penal, alcanza con una declaración jurada”. Y, respecto a las adolescentes de entre 13 y 16 años, Romano mencionó que el Código Civil de la Nación, reformado en 2015, “reconoce su autonomía para decidir sobre su propio cuerpo”.
Entre las voces que se opusieron al protocolo ILE también se encontró la de Carolina Estebarena (VJ), quien consideró que “se les tiene que dar a las mujeres la opción de no abortar y para eso hay que dar educación y contención”, y pidió al Estado “considerar esa tarea y no dejarla solo en manos de las ONG”. En este sentido, el protocolo establece que el acceso a la ILE “implica necesariamente el consentimiento informado por parte de la persona titular del derecho”, a quien “el equipo de salud debe brindarle la información necesaria, en lenguaje claro, no sesgada y accesible”.
El resultado de ese “proceso de consentimiento informado –agrega– es el documento por el cual, luego de recibir la información pertinente, la persona manifiesta haber decidido en forma autónoma, libre de influencias y presiones de cualquier tipo y conociendo cabalmente posibilidades y riesgos”.
También participó del debate Ofelia Fernández (Frente de Todos), quien afirmó que “en Argentina cada tres horas una niña de entre 10 y 14 años es obligada a gestar y parir”, y agregó que “la ILE ya es un derecho y este protocolo viene a terminar con las restricciones” que impiden acceder a esta práctica.
El protocolo nacional al que adhirió hoy la Ciudad fue repuesto por el Ministerio de Salud en diciembre de 2019, ya que había sido derogado durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri. Antes de la adhesión, la Ciudad contaba con un protocolo de aborto no punible, pero no estaba vigente porque diversas organizaciones habían presentado un amparo ante la Justicia por considerarlo restrictivo. Como consecuencia, regía en la Ciudad un protocolo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ana María Bou Pérez (VJ) fue una de las últimas oradoras, y afirmó que “mas allá de las diferencias, el Estado tiene que estar siempre presente en cuestiones de salud”.
Proyecto para que niños, niñas y adolescentes con trastornos del desarrollo puedan continuar con sus terapias durante el aislamiento
Hoy también los diputados del Bloque UCR-Evolución, Ariel Álvarez Palma y Manuela Thourte, presentaron un proyecto de Declaración para que el sistema público y privado de salud retome y sostenga, de manera presencial o virtual, los tratamientos para niños, niñas y adolescentes con trastornos del desarrollo, durante el período en el que continúe el aislamiento.
La iniciativa apunta a que el Poder Ejecutivo, dentro del contexto de aperturas otorgadas, instrumente los medios necesarios para que se restablezcan de manera efectiva las terapias consultivas para diagnóstico y tratamiento respetando los protocolos establecidos.
“Estamos atravesando por una situación nueva y muy angustiante, en la cual ni adultos ni niños estábamos preparados para vivenciar, muchísimo menos, entonces, niños, niñas y adolescentes que necesitan de una estructura de acompañamiento y actividades, que les permiten vivir una vida un poco más ordenada y convencional. Este momento de crisis genera un estrés mucho mayor del que uno puede imaginar en personas con trastornos de desarrollo, por este motivo es que solicitamos que puedan continuar con sus terapias y tratamientos durante el aislamiento”, manifestó Álvarez Palma.
En tanto, Manuela Thourte expresó: “Luego de 4 meses de aislamiento social preventivo y obligatorio, es muy importante que puedan retomarse los tratamientos de todos los niños, niñas y adolescentes con trastorno específico del lenguaje o trastornos del desarrollo, que se vieron interrumpidos por la pandemia, con el impacto que esta situación implica en el bienestar de esos chicos y sus familias. También resulta fundamental reanudar los procesos de diagnóstico, para que los niños y niñas puedan comenzar los tratamientos pertinentes, siempre con protocolos estrictos de cuidado de la salud”.
El presente proyecto tiene como objetivo principal que los tratamientos para personas con trastornos del desarrollo puedan ser continuados de la mejor manera posible, para que las personas con discapacidad y sus familias puedan llevar adelante la situación de aislamiento social con los apoyos y herramientas necesarias para transitar este momento de confinamiento de la mejor manera posible.
La iniciativa fue acompañada por los diputados Inés Gorbea, Patricia Vischi, Martín Ocampo, Leandro Halperín, Marcelo Guouman y Diego Weck (UCR-Evolución).
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