Adelmo Gabbi se convirtió en el primer empresario de los que participó del acto del 9 de Julio en la Quinta de Olivos en contestarle a Hebe de Bonafini. “Yo nunca secuestré a nadie ni dejé de pagar un sueldo... En la pandemia no dejé de pagar salarios y no le pedí ayuda a nadie. No merezco que me trate de antipatria o que diga que secuestramos a su familia”, aseguró el presidente de la Bolsa en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red.
La titular de Madres de Plaza de Mayo había criticado en una carta pública al presidente Alberto Fernández por haber convocado el Día de la Independencia a los integrantes del Grupo de los 6, entre quienes se encuentra Gabbi. “Usted sentó en su mesa a todos los que explotan a nuestros trabajadores y trabajadores y a los que saquearon al país”, planteó Bonafini.
Sus dichos surgieron en un contexto enrarecido en el oficialismo, donde el jefe de Estado es víctima del fuego amigo, concepto que suele utilizarse en política cuando las críticas surgen del mismo espacio o de sectores aliados.
La ola de críticas K surgió luego de que la propia vicepresidenta, Cristina Kirchner, compartiera el domingo un artículo del diario Página 12 firmado por el periodista Alfredo Zaiat, que incluía cuestionamientos a la estrategia de la Casa Rosada de acercamiento con sectores empresarios.
El jueves pasado, Fernández buscó dar un mensaje de unidad y cuestionó a los “odiadores seriales” rodeado de un selecto grupo de hombres de negocios. Estuvieron a su lado Miguel Acevedo (presidente de la Unión Industrial Argentina), Carolina Castro (UIA), Héctor Daer (secretario general de la CGT), Adelmo Gabbi (titular de Bolsa de Comercio), Eduardo Eurnekian (Cámara Argentina de Comercio y Servicios), Javier Bolzico (Asociación de Bancos Argentinos), Néstor Szczech (Cámara Argentina de la Construcción) y Daniel Pelegrina (Sociedad Rural Argentina). En el mismo acto, el Presidente calificó a Horacio Rodríguez Larreta como un amigo y repartió elogios para otros gobernadores opositores, lo que provocó fuertes reacciones en el ala dura del Frente de Todos, la alianza política que le posibilitó ganar las elecciones del 2019.
¿Quién maneja la lapicera?
Gabbi expresó además preocupaciones porque no está en claro quién “maneja la lapicera” en el gobierno nacional. De acuerdo a su visión, hay momentos donde pareciera que hay actores más radicalizados que el Presidente que asumen la toma de decisiones de gestión.
“Hay un ejemplo y es el caso Vicentin. Él dijo que está arrepentido, pero después la senadora por Mendoza lo desmintió y dijo que van a expropiar igual si no entran en razones. Ahí se ven las dos formas que tiene de gobernar el Presidente. Él habla contra los odiadores seriales, imagino que de las dos partes, y cuando hablan otras personas el mensaje es mucho más radicalizado”, desarrolló.
Pese a las disputas políticas y al complejo panorama económico, Gabbi mantiene un moderado optimismo sobre el futuro de la Argentina. Dijo que el país está acostumbrado a recuperarse de las crisis, aunque en esta ocasión planteó que será fundamental que el gobierno ayude o simplemente no ponga más trabas perjudicando al sector privado.
“Sin libertad, no hay patria. Sin inversión privada, no hay progreso. Son las cosas que a uno le enseñan en primer grado cuando se empieza a hablar de la Constitución. ¿Qué país va para adelante con dirigentes radicalizados?”, se preguntó el empresario.