A pocos días de la conmemoración por los 26 años del atentado contra la mutual AMIA, donde perdieron la vida 85 personas, el Presidente recibió en la Residencia de Olivos a Ariel Eichbaum, a la sobreviviente Ana Epelbaum de Weistein y a Julio César Barreiros, padre de Sebastián, la víctima más pequeña, de apenas 5 años de edad cuando el terrorismo produjo el ataque.
La visita de la AMIA a Alberto Fernández se concreta en el marco del proyecto “Sueños Quebrados”, una iniciativa que destaca los anhelos antes de morir en el atentado de Néstor Américo Serena, Martín Figueroa, Hugo Ricardo Said, Germán Parsons y Sebastián Barreiros.
La propuesta consiste en “colocar una placa en lugares significativos que ellos habrían querido ocupar para concretar sus sueños. Las primeras serán colocadas en distintos espacios de la Ciudad de Buenos Aires, en el Partido de la Costa y en Tucumán. En etapas sucesivas, la intención es homenajear a todas las víctimas fatales, cuyas vidas fueron arrebatadas por el terrorismo”, explicó AMIA en un comunicado.
Tomando esa iniciativa, Presidencia destacará el anhelo de Sebastián, cuyo sueño era ser Presidente de la Nación, como una “forma de mantener viva la memoria y el reclamo de justicia por cada uno de los 85 fallecidos”. Sucede que el niño “le dijo a su maestra que cuando fuera grande iba a ser Presidente”, por eso el titular de la AMIA acompañará al papá de Sebastián en un homenaje que -se descuenta- no estará exento de emoción.
Otra placa de recordación será colocada en Casa Rosada, “haciendo mención a ese anhelo con la aspiración de mantener viva la memoria y el reclamo de justicia” por cada una de las víctimas, según se informó oficialmente.
Anita Weistein, por su lado, vivió en carne propia no solo el atentado a la mutual en 1994, sino también al que sufrió la embajada de Israel, en 1992, que hubo 29 muertos. La documentalista estaba en el edificio junto a su asistenta, Mirta Strier, preparando los actos para la celebración del centenario de la AMIA, en una de las nuevas oficinas. Minutos antes de la catástrofe se acordó que “tenía que preguntar algo” a una persona, salió de la sala (que estaba situada en la parte más afectada de la explosión, y se salvó. Su asistenta, sin embargo, no corrió la misma suerte.
“Uno está presenta ahí pero tampoco está con la menta preparada, con la rapidez para entender algo semejante. Fue algo terrible, no sabíamos qué pasaba, a los gritos, con la oscuridad, el no poder respirar”, recordó años después Anita.
Fernández buscó especialmente mantener un vínculo estrecho con la mutual agredida por el terrorismo. Antes de asumir la Presidencia, a la cena anual de la AMIA que el año pasado se realizó el 8 de noviembre de 2019, envió como representantes a buena parte de su círculo más estrecho, entre ellos Marcela Losardo (que después fue Ministra de Justicia), Jorge Argüello (luego designado en la embajada de los Estados Unidos) y Eduardo Valdés (ahora presidente la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados).
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