Lázaro Báez primero habló con su actual pareja y luego llamó a su abogado desde un teléfono público de la cárcel de Ezeiza. Aunque era una “victoria” después de cuatro años y dos meses en prisión preventiva, el empresario reaccionó con tristeza. “No puedo creer que salgo yo y quede Martín adentro”, fueron sus primeras palabras luego de escuchar los detalles de la decisión judicial, pudo saber Infobae de fuentes de su defensa.
La libertad de Báez fue ordenada ayer a la tarde por el Tribunal Oral Federal 4, luego de un fallo de la Cámara de Casación, pero el tribunal le fijó una fianza récord de $632.5000, tomando en cuenta el valor del dólar blue. La defensa del empresario ya pidió una reducción. La respuesta recién se conocerá el lunes. Si la reducción no es sustancial, la negociación podría empantanarse y demorar varios días. “No puede pagar una prima ni siquiera por la mitad de ese monto”, dijo una fuente de su defensa.
El fiscal Abel Córdoba ya había sugerido que la fianza debía rondar los 5,5 millones de dólares. Ese monto surge de la diferencia entre el monto que se había depositado en una cuenta en Bahamas, unos USD 10 millones, y el dinero que la Justicia logró congelar, unos USD 4,5 millones.
“Con todos los embargos que hay decretados es imposible conseguir esa cifra”, se quejaron desde la defensa de Báez.
El empresario iría a vivir a un barrio privado premium de la zona de Pilar. La casa estuvo abandonada durante mucho tiempo pero se acondicionó antes de la pandemia.
Báez se enteró de su posible libertad a través de su nuevo abogado, Juan Martín Villanueva. Aunque era el final de una “batalla legal” por la que pasaron varios abogados, jueces y fiscales de distintas instancias, el empresario reaccionó con “tristeza” porque su hijo Martín seguirá detenido y se convertirá en el único preso por el escándalo conocido como “la ruta del dinero K” tras las liberaciones de Daniel Pérez Gadín y Jorge Chueco.
El hijo mayor de Báez arrancó en libertad el juicio por la “ruta del dinero K” y fue detenido en febrero de 2019 por determinados movimientos en las cuentas bancarias del exterior porque estaba inhibido. Desde entonces, comparte el pabellón de Ezeiza junto a su padre.
En diciembre del año pasado, Martín Báez declaró en el juicio oral siguiendo la misma estrategia de su padre. “El dinero siempre fue lícito. Los bancos corroboraron nuestros antecedentes, estaba todo sumamente controlado. La justicia suiza dictaminó que los fondos eran lícitos y que otra vez estaban disponibles”, dijo ese día en relación a las cuentas en Suiza.
A fines de junio, la Sala IV de la Cámara de Casación había anulado un fallo del TOF 4 en contra de su excarcelación y ordenó dictar un nuevo fallo. “La decisión cuestionada no explica de qué modo el encarcelamiento preventivo y su actual modalidad de ejecución es la única manera de resguardar el producto del delito lo que, a su vez, impide considerar la existencia de medidas alternativas para contrarrestar supuestos peligros procesales”, decía esa resolución. Pero en ese caso el tribunal oral insistió con el criterio y lo mantuvo detenido.
“La situación de Martín es injusta y vamos a seguir apelando”, concluyeron desde su defensa.