Daniel Scioli: “Argentina y Brasil no deben poner la atención en las tensiones, la relación trasciende a las ideologías”

El designado embajador argentino en Brasil dijo que ambas administraciones deben lograr la unidad para salir juntos de la pandemia. Apunta a lograr el superávit en la balanza comercial

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El Embajador de Argentina en Brasil habló sobre la pandemia y las medidas tomadas por el presidente argentino y otros países.

Con su estilo dialoguista, cargado de optimismo y a la vez pragmático el designado embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, ya tiene definido los objetivos de su mandato. “Si ponemos la atención en las tensiones no va a servir de nada. Brasil y la Argentina tienen una relación histórica que trasciende las ideologías que puede tener un presidente u otro. Y por eso hay que trabajar en la unidad para salir delante de este momento de pandemia que vivimos”, dijo.

Scioli viajará en los próximos días para instalarse en la embajada en Brasilia, pero ya empezó a dialogar hace varias semanas con empresarios, políticos y diplomáticos de ambos países para preparar el terreno en lo que considera será su gran desafío en la post pandemia. “El objetivo vigoroso de la recuperación de la economía argentina y el rol con Brasil será central para esto”, sostuvo en relación a su mandato en puerta.

El designado embajador en Brasil es consciente de las diferencias abismales que tienen Alberto Fernández y Jair Bolsonaro. Pero cree que se debe buscar la unidad y fortalecer el Mercosur para salir de la pandemia. “Nuestros países quedaron muy frágiles. Nuestras industrias quedaron frágiles con la pandemia”, expresó Scioli a Infobae antes de partir a Brasil.

-¿Cuál es el objetivo que se trazó como embajador argentina en Brasil teniendo en cuenta que hay dos presidentes como Bolsonaro y Alberto Fernández que están abiertamente enfrentados?

-Cuando uno ve el Mercosur observa una importante integración en el sector industrial, uno ve la amplia agenda de ciencia y tecnología, del área industrial. Hay un nivel importante de complementación entre nuestros países. Me he reunido con estos sectores a lo largo de este tiempo antes de viajar a Brasil para ir preparando el terreno. Siento que hay que hacer un relevamiento previo antes de llegar allí y quiero agradecer al gran trabajo que hicieron los consulados en la repatriación de 20.000 argentinos que estaban varados en Brasil y pudieron regresar al país. Han hecho un gran trabajo. Lo que hizo la Cancillería con Felipe Solá con la colaboración de Aerolineas Argentinas hay que destacarlo. Había miles de argentinos que querían volver de Brasil y también los que estaban de regreso de otros países y debían pasar por Brasil. Fue un gran trabajo. Se hizo todo un estudio de demanda potencial en cada región de Brasil para conectarlos con nuestras economías regionales para exportar más. A la vez, ya me reuní con las cámara empresariales y las pymes. Avanzamos en la necesidad y en las instrucciones que me dio el presidente Alberto Fernández que es exportar más productos argentinos a Brasil y activar el aparato productivo. Está también la agenda energética. El interés de Brasil con Vaca Muerta para conectar energía con el gran San Pablo. Son muchos los temas que están en la agenda y que me puse como objetivos de la embajada que voy a ocupar pronto.

-¿Pero cómo se logra hacer esto con las diferencias abismales que hay entre los presidentes?

-No tengo mucha experiencia formal en la diplomacia, pero tengo una gran capacidad en mi experiencia en la vida para descomprimir conflictos. Extender puentes. Esas es la tarea de todo diplomático. En lo institucional también hubo acercamientos. Por ejemplo, Sergio Massa se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados de Brasil. El canciller Solá también tuvo una reunión con su colega Araujo. Yo estuve en San Pablo con el presidente de la Federación Industrial. El sector privado de ambos países son aliados. Es un mercado de más de 250.000 millones de habitantes. Y juntos con ideas innovadoras podemos lograr hacer grandes cosas. Pueden pasar estas cosas por el lado del agro también.

El canciller Felipe Solá junto al presidente de Brasil Jair Bolsonaro
El canciller Felipe Solá junto al presidente de Brasil Jair Bolsonaro

-Es que decir que no piensa personalizar la relación bilateral…

-Obviamente, eso tendrá su propia dinámica. Pero mi objetivo lograr exportar más productos argentinos para levantar la economía. Lograr insertar más productos en el mercado de Brasil. Productos argentinos que hoy no están presentes. Por ejemplo, la otra vez fui a un supermercado en San Pablo. Me fijé en las góndolas, había dulce de leche y carne argentina pero en el stand de vinos estaba lleno de vinos chilenos y nada de vinos argentinos. Hablé ahí nomás con Zuccardi que está a cargo de la cámara vitivinícola para poder avanzar con esos productos. Le doy un ejemplo. Pero hay muchos más. Para poder defender lo nuestro voy a poner mi granito de arena en contribuir a lo que estoy seguro que será el resurgimiento vigoroso de la recuperación de la economía argentina y el rol con Brasil será central para esto.

-Claramente es un socio con el que no podemos pelearnos…

-Obviamente. Hay una relación histórica que trasciende las ideologías y que puede tener un presidente u otro. Pensemos en más de cuatro millones de turistas que van y vienen o el movimiento de la industria automotriz argentina que representa el 35% o 40% del mercado brasilero. Yo hablo con ellos todo el tiempo…

-¿Cómo está hoy la balanza comercial entre ambos países?

-Este año tenemos un pequeño superávit, pero recordemos que con Brasil la Argentina tuvo 5.000 millones de dólares de déficit. Hay que equilibrar. Espero llegar con un superávit con un piso de USD 500 millones anuales. Pero de los USD 5000 de déficit que teníamos históricamente es importante lograr un superávit. De todas formas, más allá de que le podemos vender más a Brasil o ellos a nosotros lo que hay que lograr es cómo juntos podemos venderles al mundo para ganar mercados. Este fue el mensaje que dio el canciller Solá con los cancilleres del Mercosur. Cómo complementar nuestras economías. Fortalecer el Mercosur pero estar atentos porque nuestros países quedaron muy frágiles. Nuestras industrias quedaron frágiles con la pandemia. Y le agrego algo más: hay que explicar el país que recibió el presiente Alberto Fernández. Se está haciendo cargo de una importante deuda, de una situación que condiciona mucho al país. La Argentina está buscando regularizar la situación y a partir de allí debemos fortalecer el Mercosur.

-Pero después del mensaje de pedido de unidad que dio tanto el canciller Solá como el Presidente Mercosur no se vio una respuesta en el mismo sentido de Brasil…

-Soy optimista por naturaleza. A Brasil le interesa el mercado argentino y el sector industrial tiene una energía imparable. Ahí hay que trabajar. Que se comprenda nuestra voluntad. Hoy toda la Cancillería se está reorganizando detrás de este gran objetivo para que cada embajada sea un lugar de promoción de la Argentina en todos sus aspectos. El Presidente vio que yo soy un buscador nato para mejorar posiciones y generar innovación. Ha pensado en mí para confiar esta enorme responsabilidad y voy a responder por eso.

-¿Cómo vio el mensaje del Presidente en la cumbre virtual del Mercosur?

-Fue un mensaje constructivo y alentador. Lo que dijo el Presidente en el Mercosur es un mensaje ideal y coherente con la idea de salir todos juntos de esto. Si uno ve lo que dijeron el canciller y el Presidente en el Mercosur todo apunta a esto: a buscar la unidad para salir juntos adelante con el Mercosur.

-¿No le resulta contradictorio ese mensaje con la charla que el propio Alberto Fernández mantuvo con Lula De Silva donde dijo que lo extrañaba como presidente de Brasil?

-No, no creo. Pienso que en Brasil hay otros problemas sociales, económicos y tensiones institucionales muy serios como para que se detengan en la atención de unas palabras de respeto y afecto que le dio Alberto a Lula da Silva en una charla informal. Palabras de afecto y respeto. Recordó esa gran época que fue cuando estaba Lula y Néstor Kirchner en el poder. O cuando estuvo Dilma Rouseff y Cristina Kirchner. Yo voy a ser el primer embajador que parte de una relación en la que no hay una armonía entre los presidentes. Antes estaba Lula con Néstor o Dilma con Cristina. Pero en esto debe existir la búsqueda del interés común…

Alberto Fernández dijo que extrañaba a Lula como presidente de Brasil (REUTERS/Rodolfo Buhrer)
Alberto Fernández dijo que extrañaba a Lula como presidente de Brasil (REUTERS/Rodolfo Buhrer)

-Más allá de la búsqueda de acuerdos en la post pandemia, ¿qué opinión le merece la estrategia que tuvo Brasil ante el COVID?

-Esa es una gran diferencia de cómo lo hizo Argentina. Mas allá de las cifras que hay. El sacrificio que tomó acá el Presidente y la armonía institucional que hubo en la Argentina ante este tema no se vio en Brasil, donde hubo muchas diferencias ente lo que decía el presidente, un gobernador, la renuncia de ministros. Allá no se logró una armonía institucional. Acá hay un comandante que es el presidente Alberto Fernández y atrás hay un equipo. Al Presidente lo vimos en las conferencias con acuerdos previos con el jefe de gobierno porteño y el gobernador Kicillof. Se creó una concientización. También hubo acuerdos con los gobernadores. El Presidente tuvo una gran lógica de crear en esta misma estrategia en el AMBA y en otras provincias mediante una coordinación importante con todas las fuerzas políticas. Esto es también una gran diferencia cuando vemos países como Estados Unidos donde tampoco se vio una coordinación.

-¿Habrá un trabajo de unificación de esfuerzos con las Fuerzas Armadas de Brasil?

-Esa es una gran pregunta porque uno de los grandes temas de cooperación en los ministerios de Defensa. Este es un eje muy importante de la relación. Estamos identificando los puntos de encuentro y cooperación. Está el tema de ejercicios conjuntos preventivos, la de energía nuclear y los agregados militares. La idea es intensificar el trabajo de complementación dentro de las políticas y dentro de lo que marca la Constitución para el rol de las Fuerzas Armadas. Al igual que se avanzó en el tema de agricultura o de desarrollo social también con el Ministerio de Defensa se busca la complementariedad. Una agenda que no busque una puja sino que se establezca un vínculo que recupere el espíritu histórico que tuvieron ambos países. La necesidad del sentido común. Que juntos vamos a salir más rápido de esto. Si ponemos la atención en las tensiones no va a servir para nada. Hay una realidad común ahora y es que se cayó el PBI de Brasil y Argentina muy fuerte con la pandemia.

-¿No cree que eso genere el cierre de las economías?

-No, el mercado interno nuestro y el de Brasil hay que verlo en su conjunto. Se va a lograr porque hay una fuerza del sector privado que quiere que sea así. El sector privado brasilero no quiere que haya una apertura discriminada. Se busca recuperar el rol del Estado. Ahí nos puede llevar a encontrar muchos puntos de coincidencia. Ya pasaron las elecciones y las tensiones y creo que va a primar la responsabilidad en común para los beneficios mutuos. Ahora viene el momento de ejecutar y de lograr soluciones.

-Pero ese sector privado es reacio a la apertura con Argentina, por ejemplo el sector automotriz…

-Mire, hay un acuerdo automotriz que se logró proyectar a diez años. Ya me reuní con los 12 presidentes de las automotrices junto con SMATA. La tarea para el hogar era que Brasil homologue el acuerdo y se logró. Ahora hay un programa de trabajo de diez años por delante para definir la estrategia. Se trabaja cuerpo a cuerpo y producto a producto. Esto se hace con el trabajo que hace el equipo de profesionales que me acompaña especializado en esto y con Cancillería, con el Ministerio de Producción vamos a ir facilitando esto. Que haya una interacción. Los problemas solos no desaparecen. Hay que trabajarlos. Esto me hace acordar a mi trabajo cuando estaba en el Ministerio de Turismo en la peor época de la Argentina. En la crisis y con Duhalde presidente. Y el resultado fue que el turismo fue la punta de lanza para mejorar la situación del país. Me acuerdo que fui a hablar con Ted Turner en Bariloche para decirle que en la CNN ya estábamos a fin de enero de 2002 y seguían poniendo imágenes del 2001. Lo fui a ver al secretario de Estado Collin Powell, nos habían cancelado el warning. Y nos cancelaron cruceros. Viajes. Le pedimos que actualizaran la información de Argentina y al otro día reactivamos la actividad de turismo. Acá es lo mismo, hay que mejorar, dialogar…

-Pero acá hubo una pandemia que en el 2001 no hubo…

-Pero la pandemia va a pasar y va a resurgir la nueva agenda de ambos países.

-¿Cree que el avance de China en la región será también un tema a trabajar con Brasil?

-Eso lo veremos. Está en la órbita de Cancillería. Ahí mandaron a China a un gran embajador como (Luis) Kreckler. Es otro gran embajador que estuvo en Brasil. Yo hablé con él y con todos los embajadores argentinos que estuvieron en Brasil, (Juan Pablo ) Lolhé, Kreckler, (Carlos) Magariños, Diego Guelar. Les pedí consejos. Ahora es momento de empezar a trabajar duramente.

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